Trasladar enfermos, documentos, cuidar el correcto funcionamiento de los edificios sanitarios, pero también conocer cuál es la deuda financiera y la tasa de paro de la Comunidad aragonesa. El Servicio Aragonés de Salud (Salud) parece que no solo buscaba expertos en sanidad sino también en economía, demografía o geografía de Aragón en la oposición de celadores celebrada el pasado domingo. Como ya pasó con el examen de médico de Atención Primaria que levantó ampollas por su dificultad y los resultados (solo han aprobado 42 de 633 personas), esta prueba ha generado muchos chascarrillos y críticas en el sector durante la última semana por algunas partes del cuestionario. Una polémica que está abierta a pocas horas de volver a celebrarse otra convocatoria de empleo pública multitudinaria. Mañana hay inscritas más de 10.000 personas para la oferta de 386 plazas de auxiliar administrativo del Salud.

"¿De verdad que son preguntas adecuadas, idóneas y acordes con el trabajo que desempeñan los celadores? Yo le pregunté a un diputado esta misma semana algunas de ellas, como la deuda o la tasa de empleo en la Comunidad, y reconoció que no tenía ni idea", lamenta Evangelino Navarro, de CSI-F, que recuerda que para optar a un puesto de celador se exige un certificado de estudios primarios. De momento, según explica Navarro, los participantes han planteado la impugnación de una veintena de cuestiones, aunque será el tribunal el que decida si acepta retirar estas preguntas.

De las 14.000 personas inscritas a la convocatoria, finalmente fueron 7.500 las que se presentaron a esta prueba y aspiran a conseguir una de las 338 plazas de celador que ha ofertado el Servicio Aragonés de Salud (Salud). Tuvieron que responder a 110 preguntas, diez en reserva, en un tiempo de dos horas.

Aunque los profesionales que se presentan a estos exámenes son conscientes de que no son pruebas fáciles y las preguntas pueden ser de lo más variadas, algunas (como las que se ven en el cuadro) fueron sin duda comentadas por muchos de los presentes. "Esperas que se adapten un poco al temario que llevas preparándote durante tanto tiempo, pero algunas realmente te descolocan", critica uno de los opositores que participaron en el examen.

"Parece que los exámenes los hacen para no aprobarlos. Para que se queden plazas libres", asegura el delegado de CSI-F, que recuerda que la polémica ya se generó hace unos días con los resultados de la convocatoria de médicos de Familia, celebrada el 15 de enero. De los 633 aspirantes solo han pasado la nota de corte 42. En esta ocasión, el sindicato de Atención Primaria (conformado por CESM y Fasamet) ha denunciado que se han quedado sin cubrir un tercio de las plazas convocadas (70).

Polémica con las de Primaria

En una nota publicada en su web, considera un "escándalo" el examen elegido por el tribunal. Aseguran que revisar la prueba causa "vergüenza ajena". Cuestionan algunas preguntas, como la planteada sobre la guía Ges EPOC, porque "no se han enterado que la clasificación de esta guía se actualizó en el 2014" o que el que interrogó al opositor sobre el colirio de azetazolamida cuando este "no existe". "Saben tan poco de la tendinitis del manguito de rotadores que ninguno se percata que el test de ‘Joos’ no existe, que es una errata, ya que el test se denomina Jobe", exponen desde el sindicato, que en ese mismo escrito expone otras muchas cuestiones controvertidas.

El sindicato recuerda que el tribunal ha considerado que, entre centenares de profesionales con años de experiencia como interinos o eventuales, no hay un número suficiente con los conocimientos mínimos necesarios para pasar a ser fijos. "¿Esto es así o es que el proceso de selección no ha sido el adecuado? La respuesta es obvia", censuran los representantes sindicales de Atención Primaria que pidieron la destitución del presidente del tribunal de la prueba.