Los futuros ojos de la Caballería española, a prueba en Zaragoza

El Regimiento de Caballería España nº 11 trabaja con los primeros vehículos de exploración y reconocimiento VERT.

El capitán Pereira -a la izquierda-, junto al pelotón encargado de manejar el primer VERT
El capitán Pereira -a la izquierda-, junto al pelotón encargado de manejar el primer VERT
A. Baquerizo

Llegó hace apenas dos semanas a la base y ya se ha estrenado. El primer preserie del nuevo vehículo de exploración y reconocimiento del Ejército de Tierra (VERT) ha tenido su bautismo en barro y el pelotón zaragozano que lo maneja asegura que ha sido el centro de todas las miradas. Ya lo era el prototipo que les llegó en abril y en el que Defensa invirtió 1,1 millones de euros pero es que este, además, incorpora muchas de las mejoras que ellos mismos propusieron.

El VERT, última apuesta del Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) en materia de información y reconocimiento, está llamado a revolucionar la forma de proceder de las unidades de Caballería del Ejército de Tierra y de momento solo una sección de toda España lo tiene a su disposición para probarlo y estudiar cómo responde. Y está en Zaragoza. Para ser exactos, pertenece al Regimiento de Caballería España n.º 11 que está instalado a las afueras de la ciudad, en la base San Jorge.

No se trata de un vehículo de combate, sino de una herramienta de información capaz de detectar todo lo que hay sobre el terreno en un radio de 10 kilómetros. A 8 km identifica objetivos con semejante precisión que ya puede saberse si es 'amigo' o 'enemigo' e incluso si es un conejo o una persona encendiéndose un cigarro. Por eso, los VERT pretenden ser 'los ojos' de la caballería española.

“Supone una enorme evolución”, afirma entusiasmado el capitán Pereira, responsable del escuadrón al que le ha tocado “sacarle todo el jugo posible” a estos vehículos antes de que arranque su fabricación en serie y se distribuya por toda España. Coincide con él su superior, el coronel Bustamante: “Es tanta la mejoría y la tecnología que incorporan estos vehículos, que cambiarán drásticamente nuestra forma de proceder -asegura convencido-, tenemos muchas esperanzas puestas en él”.

Todo desde dentro

El sargento Villanueva y los tres soldados que integran su pelotón son quienes mejor conocen y valoran las prestaciones de los VERT. Hasta ahora los vehículos de las secciones de reconocimiento eran casi un mero medio de transporte. Los exploradores tenían que bajarse y, además de verse expuestos, su capacidad de observación dependía de unos prismáticos que proporcionaban un máximo de doce aumentos.

Los pelotones que se muevan en un VERT no tendrán que salir para nada del vehículo. Es un Vamtac S5 con el máximo nivel de blindaje al que se le han incorporado potentes medios de reconocimiento, exploración y comunicaciones. Un mástil telescópico equipado con cámaras diurnas y térmicas de hasta 87 aumentos permite al observador -en este caso el soldado Jerez- ver desde dentro todo lo que ocurre en 10 kilómetros a la redonda. Él es el encargado de manejar esas cámaras, de orientarlas, manejar el zoom y de “tirar” el láser para calcular la distancia a la que están los objetivos. Un cambio radical respecto a su tarea anterior como observador, que implicaba salir al exterior cámara en mano.

El VERT también ha alterado la forma de trabajo del soldado Poyato. Él es el tirador de este pelotón y antes tenía que sacar medio cuerpo del vehículo y si disparaba, lo hacía a pulso. Ahora, opera desde el interior mediante dos joysticks y una pantalla que le muestra todo lo que ven las cámaras diurnas y nocturnas integradas en la ametralladora (una browning 12/70).”Mientras mis compañeros observan a varios kilómetros, yo veo lo que ocurre a 200 – 400 metros”, señala.

Respecto al conductor, el soldado Grandío está encantado de decir adiós a los monóculos de visión nocturna que se acoplaba antes en el casco y muestra cómo una pantalla desplegable le permite tener visión nocturna, además de aportarle una amplia variedad de detalles sobre la ubicación, la ruta y el vehículo.

El sargento Villanueva, jefe del vehículo, ocupa el lugar del copiloto y viaja rodeado de pantallas. En ellas ve todo lo que ven sus soldados y puede determinar, identificar y clasificar los objetivos; además de localizarlos en el plano y comunicarse con el mando.

Pronto les llegará el segundo preserie y con ese ya serán cuatro los VERT en Zaragoza (el demostrador sin blindaje, el prototipo y los dos preseries). Solo el prototipo, desarrollado por Navantia Sistemas y fabricado por Urovesa, implicó un desembolso de 1,1 millones de euros. El pasado mes de agosto Defensa abonó a Urovesa otros 874.000 euros para la adquisición de vehículos VERT.

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