No es médico, pero lleva bata blanca y atiende en Zaragoza a pacientes oncológicos, enfermos de parkinson o alzhéimer y personas con distintas adicciones. Además, pasa consulta en un centro que utiliza como reclamo el "equipo de profesionales médicos y estéticos" que lo integran. Un centro que ofrece "los más avanzados tratamientos para la mejora de la salud y la imagen física". Entre ellos, prácticas como la kinesiología o el reiki. Justo dos de las muchas técnicas no convencionales que la Organización Médica Colegial de España (OMC) subraya en rojo en un listado como "claramente fraudulentas en su totalidad o, al menos, en la gran mayoría de premisas o propuestas usuales que presenta". Pero Óscar Bono, maestro y terapeuta holístico en Zaragoza, ya se lo esperaba: "Seguro que han incluido todo a lo que me dedico yo", intuía este lunes antes de profundizar en el listado.

Y efectivamente: numerología, medicina tradicional china, reiki, flores de bach... La OMC ha anunciado esta semana la creación de un observatorio que aspira a estudiar, informar y proteger a los pacientes ante la amplia gama de "pseudociencias y pseudoterapias" que se les ofrecen y a luchar, además, contra el intrusismo y las sectas sanitarias.

Observatorio con el que Óscar, aunque sorprenda, está totalmente de acuerdo. "Me parece estupendo. Que nos observen, que se haga limpieza de los que dicen ser profesionales sin serlo y que sirva para dar credibilidad a las terapias alternativas y para colocarlas en el lugar que les corresponde", afirmaba convencido este federado por la Federación Española de Reiki además de "terapeuta floral, técnico en medicina tradicional china, numerólogo y facilitador en el desarrollo de la intuición, canalización, mediumnidad y percepción táctil".

¿Apartar del tratamiento?

Un estudio de la Universidad de Columbia confirmaba hace unos meses que los pacientes que recurren a las pseudoterapias tienen más tendencia a alejarse de las recomendaciones de sus médicos y a dejar los tratamientos. Tal y como ocurrió en el caso de Mario Rodríguez. Este joven de 21 años falleció en 2013 por leucemia tras haber sustituido la quimioterapia por los métodos que le aconsejaba un curandero. Su caso se hizo famoso porque su padre resultó beligerante, fundó la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (Apetp) y acudió a los tribunales.

Con la puesta en marcha de este observatorio se pretende que no se repitan casos como el de Mario. Desde la delegación de la Asociación Española contra el Cáncer en Aragón confirman que sus psicólogos han detectado en ocasiones situaciones similares. Casos en los que practicantes de terapias alternativas proponen al enfermo sustituir el tratamiento médico, casos en los que lo han hecho y casos en los que los pacientes, fruto de la desesperación, compaginan todas las opciones. La AECC insiste siempre en la misma idea: "No hay que dejar nunca un tratamiento médico porque es la única opción con base científica".

Óscar Bono contesta desde su sede en Zaragoza. "En mis once años de experiencia jamás se me ha ocurrido decir a ninguno de mis clientes-pacientes que deje ningún tipo de medicación. Tampoco a la gran mayoría de los terapeutas profesionales que conozco", asegura. Aunque reconoce que las disciplinas que trabaja no funcionan de la forma "en la que estamos acostumbrados en Occidente", las defiende como un "complemento a nivel emocional y mental que pueden, incluso, ayudar a comprender a los pacientes qué estaban haciendo mal a nivel emocional para desarrollar una patología en un sitio concreto".

Al respecto, el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac) se muestra tajante. De hecho publicó en enero el informe 'Mitos y pseudoterapias creados en torno al cáncer'. Una guía que pretende informar acerca de la gran cantidad de falsas terapias que se ofrecen a los pacientes y que, "en el mejor de los casos, se llevan miles de euros a cambio de su ineficacia". A través de esta guía instan al paciente a "no iniciar ninguna terapia ni tomar ningún suplemento o complemento sin el conocimiento" de su médico y alertan de los múltiples engaños.

Desde la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), José Ángel Oliván reconoce que este tipo de pseudociencias no suelen generar reclamaciones porque recurren a ellas dos tipos de personas: "O bien los que ya están muy sugestionados y perciben cierta mejoría fruto del efecto placebo; o bien los que lo hacen por probar y en realidad no esperaban resultados". Sí las generan, por contra, las frecuentes oleadas de venta de productos milagrosos. "Ahora estamos en el terreno de las dietas milagro: les venden libros sobre dietas que se plantean como curativas o para prevenir enfermedades...".