El perito justifica los pagos en metálico de Esco en una herencia no regularizada y dinero de sus suegros

Dice que con los 200.000 € anuales que ganan de media el político y su mujer no es raro que en cinco años ahorren 280.000.

Carlos Esco, ayer por la mañana, en los pasillos de la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El perito justifica los pagos en metálico de Esco en una herencia no regularizada y dinero de sus suegros
Aránzazu Navarro

La acusación por el delito de cohecho contra el exconsejero de Obras Públicas Carlos Esco en el caso Kartódromo se basa en dos cuestiones fundamentales. Por un lado, en la declaración que hace el coacusado Santiago Becerril ante la Policía en la que explica que cuando le preguntó al exgerente de Plaza Ricardo García Becerril con quién se repartía el soborno de 661.110 euros que asegura que le pagó este le dijo: "Con el delegado, uno de barbas". Los agentes dedujeron que se refería a Carlos Esco, que en esos momentos era consejero delegado de la sociedad pública.

Por otro, en el informe elaborado por el Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía que cifra en 272.000 euros el dinero en metálico gastado por Esco entre 2004 (año que la sociedad pública compró el kartódromo a Santiago Becerril por 6,3 millones de euros) y 2011. Tras analizar los ingresos y las cuentas de Esco y las que compartía con su esposa, la exconsejera y ex secretaria de Estado Eva Almunia, concluyen que los desembolsos, a su juicio, no tienen justificación y los relacionan directamente con pago de la comisión del dueño del kartódromo, como ratificó el jefe del grupo policial esta semana en el juicio.

A los agentes les llamó la atención una serie de compras abonadas en metálico como un Volvo XC90 adquirido en julio de 2005 por 48.000 euros, una motocicleta Yamaha pagada al contado por 3.699 euros, y 186.588 destinados a trabajos de reforma de sus casas y a la compra de muebles, entre otras cosas.

Ayer, el inspector de Hacienda Ignacio Ruiz-Jarabo Colomer, que fue director de la Agencia Tributaria con el Gobierno de Aznar entre 1998-2001, entre otros destinos, presentó al jurado un extenso informe con el que trató de justificar todos esos ingresos.

El economista, contratado por Carlos Esco para hacer esta prueba pericial, expuso que para analizar sus finanzas ha utilizado un "criterio de factibilidad". Es decir, ha valorado si con los ingresos que tenían podían gastar "todo lo que se conoce y lo que no se conoce". Así, llega a la conclusión de que con los 200.000 € de media que cobran el acusado y su mujer por sus respectivos trabajos pueden permitírselo. A esto hay que añadir que entre 2004 y 2011 contaron con un dinero procedente fundamentalmente de las herencias de los padres de Eva Almunia al fallecer. Además de dos bienes inmuebles, en 2006, tras morir la madre, hallaron 144.000 euros en metálico en su domicilio.

Ruz-Jarabo explicó que entonces el abogado del matrimonio les aconsejó que no se adjudicaran la herencia (la cuota a pagar era cero) y que en la declaración del Impuesto de Sucesiones no incluyeran los 144.000 €. Ese dinero, como ya declaró Esco, decidieron guardarlo para atender las necesidades del padre, que ya estaba enfermo de alzhéimer y fallecería en 2011. No obstante, la pensión del anciano fue suficiente para costear la residencia y, al final, ese dinero lo gastaron "como les pareció".

La Yamaha, regalo de amigos

En cuanto al Volvo, el perito señaló que 20.000 euros se los dejó el padre como regalo y 8.000 fueron a cuenta del coche que entregaron a cambio. Y la moto fue un regalo que le hicieron los amigos de Esco tras una "colecta" por su fiesta de cumpleaños. El resto de dinero, hasta los 280.000, proceden de rendimientos de sus inmuebles, como el dinero que le pagaba un sobrino por vivir en su casa durante 5 años o por compartir el piso de Madrid con la diputada Virtudes Monteserín o un amigo llamado Iván León, cuando estudiaba becado en la escuela diplomática.

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