Desarrollo Rural elabora un plan frente a la bacteria Xylella fastidiosa
La bacteria puede llegar a producir graves daños en cultivos como la vid, el olivo y algunas especies del género Prunus.
El Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón ha elaborado un Plan de Contingencia de la bacteria Xylella fastidiosa con las medidas para impedir su aparición o actuar con rapidez y eficacia, determinar su distribución y aplicar medidas de erradicación en caso de aparición.
Desde que se confirmó la aparición de la bacteria en Europa y tras la primera detección en España, en las Islas Baleares, el pasado mes de noviembre, Aragón ha incrementado los controles tanto en el material vegetal que se comercializa como en las explotaciones agrícolas y las masas forestales.
Tras la aparición de nuevas y numerosas sospechas de posibles brotes en la comunidad balear, el pasado 21 de enero el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) emitió una prohibición de salida desde las Baleares de todos los vegetales para la plantación, excepto las semillas.
Fuentes del Gobierno de Aragón recuerdan en un comunicado que la Xylella fastidiosa es una bacteria considerada de cuarentena, que cuenta con un rango de hospedantes muy amplio (más de 3.000), y que puede llegar a producir graves daños en cultivos tan importantes en Aragón como la vid, el olivo y algunas especies del género Prunus.
También en numerosas especies forestales y ornamentales, con un riesgo potencial muy alto de contaminación, ante el importante movimiento de material vegetal existente.
Motivo por el que desde el departamento de Desarrollo Rural consideran fundamental la vigilancia y prevención como únicas medidas para evitar la introducción y el avance de la enfermedad en nuestro territorio.
A través del plan de contingencia, se realiza un análisis exhaustivo de la legislación nacional y comunitaria al respecto; se establece un análisis de riesgo de los principales especies hospedantes que se podrían ver afectadas en Aragón, estableciendo protocolos de prospección, estudio de los vectores de dispersión, técnicas de diagnóstico; así como un plan de acción para la erradicación en caso de aparición de la bacteria, que cuenta además con la colaboración de los grupos de interés implicados.
