¿Empieza a haber demasiados cerdos en Aragón?

Cada vez son más los municipios que imponen moratorias a nuevas explotaciones. Mientras, la ganadería porcina es la más rentable del sector primario.

El ganado porcino es cada vez más líder en Aragón
El ganado porcino es cada vez más líder en Aragón
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La reducción del consumo de carne más cara durante la crisis, la llegada de nuevos importadores como China, y la escasa rentabilidad de otras explotaciones en el sector agrario ha hecho que el ganado porcino sea cada vez más líder en Aragón.


En la actualidad, según los datos de la DGA, Aragón cuenta con 6,6 millones de cabezas de este ganado y cerca de 4.000 explotaciones. Un crecimiento exponencial si se comparan con las que había por ejemplo en el año 2000 (3,5 millones).


Hoy este sector da trabajo en Aragón a cerca de 11.000 personas y aporta casi el 4% del PIB de la Comunidad, muy por encima de otras industrias que pueden parecer a priori más modernas. Unas cifras que irán a más cuando, como adelantó HERALDO, el grupo leridano Guissona ponga en marcha una nueva macro-planta en Épila que se prevé que dé trabajo a más de 4.000 personas.

Sin embargo, el auge de este sector, ligado al cada vez mayor número de granjas intensivas en la Comunidad, ha llegado de la mano de quejas en varios municipios por los supuestos problemas que traen consigo estas explotaciones.


En Loporzano, en la comarca de la Hoya de Huesca, parte de sus vecinos han estado más de un año protestando contra la instalación de dos granjas intensivas de cerdos en el término municipal del pueblo. Denunciaban que su puesta en marcha podría lastrar el turismo y, en el peor de los casos, perjudicar la calidad del agua. Ambas plantas habían pasado todos los controles previos que se establecen y obtenido la licencia del Ayuntamiento para dar el visto bueno a su construcción, sin embargo, los vecinos decidieron iniciar un proceso contencioso que hace unos días que paralizó de forma cautelar las dos explotaciones.


“No somos los únicos que nos hemos opuesto a la instalación de granjas de este tipo. Las dos plantas se iban a instalar muy cerca de dos ríos (el Guatizalema y el Botella) y creemos que hay un riesgo probable de que se contaminen sus aguas”, señala Pilar Torres, una de las portavoces de la plataforma Loporzano Sin Ganadería Intensiva.


Otros municipios como El Canal de Berdún o Jaca también han paralizado, esta vez por medio de sus ayuntamientos, la instalación de nuevas granjas tras protestas vecinales similares. Ahora bien, ¿dónde está el equilibrio entre el crecimiento de uno de los sectores más rentables del campo aragonés y la convivencia con los vecinos?


En opinión de José Luis Lavilla, presidente de la Asociación Pecuaria de Huesca (Asopeco), aún queda margen de crecimiento para el porcino aragonés. En la actualidad Aragón es el segundo mayor productor de España (con el 26% del total nacional) solo por detrás de Cataluña (28%). "Y Cataluña tiene menos extensión que Aragón", señala el ganadero, que cree que lo importante es entrar a regular de mejor forma estas instalaciones y sus distancias con respecto a los núcleos de población.


En la actualidad, las granjas con menos de 2.000 cabezas deben solicitar una licencia ambiental de actividad clasificada, un trámite menos costoso que el que deben pasar las que exceden esta cifra, que pasan a ser evaluadas por el Inaga.

Un mercado global, con problemas locales

En Aragón las granjas de cerdos han crecido de forma exponencial aunque siempre apostando por el modelo intensivo. De hecho, apenas 6 granjas de cerdos de la casi 4.000 que hay son extensivas. El resto son granjas de cebo y cría que en ocasiones por su alta concentración pueden ocasionar problemas.


Tal es el caso por ejemplo de la comarca del Matarraña, donde varios municipios han tenido problemas por nitratos en sus aguas. Aunque no todo  es achacable a la gestión de los purines que generan las granjas en esta zona, de alta concentración ganadera, un estudio de la Fundación Ecodes de 2015 sí que señalaba que el nivel de nitratos del río Tastavins superaba el máximo permitido.


Allí, para luchar contra esto, se inauguró tras varios años parada una planta de gestión de purines que pretende dar salida a este problema. En las zonas donde no existen estas instalaciones los ganaderos pueden acogerse a las ayudas que da la DGA para transportar estos residuos a zonas agrícolas alejadas donde se pueden usar como abono, ya que en las zonas próximas a las granjas las tierras ya están saturadas.


Según señala Lavilla, “la solución de estos problemas es necesaria para que Aragón siga creciendo en este sector con una marca de calidad”. “En Cataluña o Murcia el sector porcino está encabezado por marcas comercializadoras importantes como el propio Guissona o Del Pozo, aquí quizá nos falte un referente de este tipo, hay pocos mataderos, y mucho valor añadido se acaba yendo a otras comunidades”, señala.


En 2016, y como ha sido la tónica habitual en los últimos años, la carne de cerdo fue el mayor referente exportador del sector primario en Aragón con más de 1,7 millones de toneladas enviadas a otros países, entre ellos China, el gigante donde ahora muchos quieren colocar sus productos por el aumento de demanda externa del país. En total, solo existe una veintena de empresas españolas homologadas para exportar hacia China, de las que 4 se encuentran en Aragón.

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