Etiquetados y productos erróneos, el problema de muchos alimentos aragoneses

Melocotones de Lérida que pasan como de Calanda o miel china como española son algunos de los problemas que se encuentran productores aragoneses.

Apicultores aragoneses se manifestaron en la plaza del Pilar para reclamar un etiquetado transparente en la miel.
Apicultores aragoneses se manifestaron en la plaza del Pilar para reclamar un etiquetado transparente en la miel.

Hace dos semanas una imagen tomada por un consumidor de una bandeja de ternasco de Aragón en la que su etiquetado mostraba que había sido criado y sacrificado en Dinamarca dio vueltas por las redes sociales. La confusión, debido a un error en el etiquetado de la cadena Alcampo, generó un quebradero de cabeza para los gestores de la Indicación Geográfica Protegida.

No es ni la primera ni la segunda vez que un error de este tipo ha afectado a la marca del ternasco aragonés o a otras denominaciones asociadas a un único territorio. Sin embargo, el error humano como en este caso no es el único que a veces tienen que sobrepasar estas marcas, que aún cuentan con sellos y estructura suficiente para defenderse, ni mucho menos el mayor problema al que se enfrentan otros productores más pequeños.

En los últimos años, los propios productores y las organizaciones de consumidores han denunciado en varias ocasiones errores e imprecisiones en el etiquetado que pueden confundir a la hora de acudir al supermercado.

Sonado fue el caso por ejemplo ocurrido en 2014 en el que una empresa radicada en Navarra comercializaba espárragos producidos en China con un logotipo muy similar al de la IGP del Espárrago de Navarra. Un juzgado de Pamplona multó a la empresa infractora con 30.000 euros entonces y le prohibió seguir comercializando bajo una imagen tan similar.

Aunque en Aragón no se han dado casos tan descarados, las D.O. y otros productos también se han enfrentado a situaciones de este tipo. Los melocotones de Calanda, por ejemplo, tiene que cuidar mucho su distribución para evitar este tipo de picaresca.

“Lo peor que tuvimos fue hace unos años cuando melocotones de la zona de Lérida que también salen al mercado en la misma fecha fueron distribuidos como de Calanda. Entonces pedimos una rectificación y llegamos a tiempo”, cuenta Ana Omedes, directora de certificación del melocotón calandino.

En esta Denominación de Origen el principal problema radica en distinguir su melocotón de otros que llegan en las mismas fechas, bien de otras zonas de España y también importados. “En la mayoría de las ocasiones los errores se dan de forma inocente, cuando un supermercado vende varios lotes como que son de Calanda sin serlo, o que son de la misma zona pero no están adscritos a la certificación”, señala Omedes.

En todas las D.O. e Indicaciones Geográficas españolas es el propio órgano de certificación el que marca sus normas, que además de la ligazón a un territorio va marcada por procesos, que en el caso del melocotón está ligado al embolsado individual de cada fruta cuando aún está en el árbol.

Pese a esto, en una distribución tan a gran escala, es normal que surjan errores. “Fue una semana muy ajetreada”, relata Patricio Pérez, gerente del Consejo Regulador del Ternasco de Aragón con respecto al episodio del etiquetado de la bandeja que se hacía pasar por ternasco 'made in' Dinamarca. “Son errores humanos que son comprensibles, pero que si llegan hasta el público pueden ser muy perjudiciales para la marca. Por suerte, en esta ocasión pudimos informar con solvencia de lo que había sucedido”, señala.

Aunque desde el Consejo Regulador no se quiere señalar directamente otras malas prácticas que a veces son perjudiciales, algunos ganaderos adscritos a él sí que lamentan un mal uso de la marca que se da en hostelería. “Hay muchos restaurantes, principalmente fuera de Aragón, que ofrecen ternasco en su carta cuando en realidad está claro que no lo es. Soy consciente de que es muy complicado llegar a controlar esto, pero a los que trabajamos creando un producto que tiene que tener unos estándares de calidad nos sabe muy mal”, comentaba a Heraldo.es José Luis Iranzo, pastor de Andorra y representante del sector de la UAGA.

Según han denunciado varias veces las organizaciones agrarias, en ocasiones se ofrece como producto nacional -ya sea ternasco, cordero u otras carnes- productos que llegan importados de forma congelada desde Nueva Zelanda a través de Reino Unido. Según la base de datos de Aduanas llegaron a Aragón en 2015 130.000 toneladas de ovino congelado desde el Reino Unido , una cifra menor, pero que es un 40% más grande que la que llegaba hace tres años.

De llegada de alimentos de otros países saben mucho también en la Denominación de Origen Fuentes de Ebro, ya que su creación se hizo precisamente para evitar que pasara como de este municipio cebolla dulce llegada de Latinoamérica. Aquí, el problema radicaba en el que el consumidor español asociada de forma casi inmediata la cebolla dulce con la de Fuentes, incluso cuando estaba fuera de su temporada, y hasta las empresas comercializadores de la zona la importaban para seguir trabajando durante el resto del año. El escaso etiquetado que tienen los productos vegetales, y la falta de información, se solucionó al menos de forma parcial con la creación de la D.O. protegida en 2013.

El problema del etiquetado confuso

Pese a esto, en el mundo del consumidor existe un punto ciego. ¿Quién controla a los Consejos Reguladores? Tanto las leyes nacionales como aragonesas recogen los sitemas de control de cada marca exclusiva, pero desde la Unión de Consumidores de Aragón se señala “que se ha solicitado en varias ocasiones que los Consejos Reguladores estén formado a su vez por personas o entidades ajenas al producto”.

Aunque el proceso sigue judicializado, esta posible mala praxis de hacer pasar por una denominación específica algo que no lo es ha sobrevolado el proceso de irregularidades en el se vio inmerso el Consejo Regulador del Jamón de Teruel, después de que uno de sus últimos presidentes, Eugenio García, denunciara de forma pública en 2014 el supuesto fraude que se hacía al pasar como jamón turolense el de otras zonas.

“Lo que debe hacer un consumidor ante cualquier proceso de este tipo, sea por una mala práctica o un mal etiquetado, ya sea en un producto con Denominación o en uno normal, es denunciarlo ante consumo y las organizaciones de consumidores”, señala José Ángel Oliván, presidente de la UCA. En su opinión, “aún queda mucho por recorrer hacia un etiquetado 100% transparente”. En 2014 entró en vigor la última actualización del reglamento europeo, que exigía ser más específico sobre el origen de los productos. Pese a esto, y especialmente en algunos productos como la miel en los que se mezcla procedente de varios lotes, las etiquetas siguen sin decir nada al consumidor.

En la miel, cuando por ejemplo se adquiere un frasco que tiene miel nacional y otra no nacional, no se explica de dónde procede, sino que únicamente se muestra el etiquetado UE/No UE, en referencia a que la miel fue producida tanto dentro como fuera de la unión, un sistema ante el que llevan años protestando los apicultores.

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