Las autoridades sanitarias y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado han detectado en el último año el consumo de 35 drogas nuevas, desconocidas hasta la fecha en España. Así lo refleja el último Observatorio de la Droga y las Toxicomanías publicado por el Ministerio de Sanidad.

En concreto, el Sistema Español de Alerta Temprana (SEAT), conectado con Europa y con las asociaciones territoriales de lucha contra la droga, notificó la presencia de 35 sustancias psicoactivas nuevas, el doble que un año antes, cuando se avisó de 17. Además, tres de ellas era la primera vez que aparecían no solo en España, sino en todo el continente, y que responden a los nombres de 4F-Etcatinona, Etilnaftidato y 25C-NBF.

Jesús Sánchez, director de la Fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza – Proyecto Hombre, señala que todavía no han tratado a ninguna persona por adicción a estas sustancias ya que “tienen un consumo experimental”. Eso sí, recuerda que al ser nuevas, “sus efectos y consecuencias son imprevisibles”.

A su juicio, la creciente aparición de nuevas productos con los que experimentar, en especial entre la población más joven, se explica por las “facilidades que dan internet y las redes sociales a la hora de crear nuevas sustancias y adquirirlas”.

Entre las nuevas drogas, sustancias de todo tipo. Desde derivados de fertilizantes para el campo hasta modificaciones anfetamínicas y del cannabis, pasando por aromatizantes de productos de limpieza.

Según resalta el citado Observatorio, “en general se observa un amplio desconocimiento acerca de este tipo de drogas pues, cuando se hacía referencia específica a alguna de ellas, tan sólo el 46,3% de los estudiantes manifestaba haber oído hablar de ellas con anterioridad”. Mientras que de aquellos que reconocieron en la encuesta haberlas probado, el 55% la había obtenido de un amigo, el 45% a través de un vendedor, y al 23,1% se las ofrecieron en una fiesta o en un bar.

En cuanto a la percepción de riesgo asociado al consumo esporádico de estas nuevas sustancias, “la salvia y las setas mágicas son las sustancias que comparativamente despiertan una menor percepción de riesgo”. El porcentaje que cree que su consumo esporádico puede causar problemas se sitúa por debajo del 80%, mientras que para el resto de drogas se supera este nivel.

Sánchez recuerda los riesgos del consumo de unas sustancias de las que “no se conoce su composición ni sus consecuencias”, aunque señala que “los mayores problemas de adicción siguen estando relacionados con el alcohol, la cocaína y el cannabis”.