El primer ‘temporal’ (así lo denominó la Aemet) del invierno dejó ayer, por tercer día consecutivo, intensas nevadas en el Pirineo, acompañadas de viento fuerte y bajas temperaturas. Y la masa de aire frío y húmedo que invade el norte peninsular no solo no se aleja sino que se intensificará en las próximas horas, elevando de grado las alertas meteorológica. Ayer las únicas incidencias se observaron en la red viaria del norte de la Comunidad, donde de nuevo fue necesario utilizar cadenas para circular por los principales puertos de montaña.

Aunque la nieve se circunscribe al norte de Aragón, las bajas temperaturas y el viento se notan en todas las comarcas. La estación meteorológica de Capella, en la Ribagorza, registró la mínima medida en una localidad, con -6,50, pero en Barbastro se llegaron a contabilizar -50, y -40 en Benabarre. Y en el caso de los refugios de montaña, por encima de 2.000 metros se movieron a lo largo del día entre los 7 y los 11 bajo cero, lo que sumado al fuerte viento provocó sensaciones térmicas de hasta -220.

La situación meteorológica se mantendrá hoy y mañana. En estas jornadas se espera una intensificación de las nevadas en la cara norte, prácticamente a cualquier cota, que además serán persistentes. En la zona de la frontera puedan llegarse a acumular otros 30 centímetros de nieve.Peligro de avalanchas

De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología ha aumentado las alertas, que pasan a riesgo importante. En el caso del Pirineo, hay avisos por nevadas, viento, temperaturas mínimas y aludes. El viento también estará presente de forma notable en algunas comarcas del este de la provincia de Teruel.

El peligro de avalanchas ha pasado de notable (nivel 3 sobre un máximo de 5) a fuerte (4), por encima de los 2.000 metros de altitud. En estas circunstancias, los expertos desaconsejan realizar cualquier tipo de actividad en la alta montaña, fuera de las pistas balizadas de las estaciones de esquí. Y es que en los últimos días se han incrementado mucho los espesores, pero además la acción del viento ha hecho que la distribución sea muy variable, con grandes acumulaciones en ventisqueros y canales que superan el metro.

El temporal afectó ayer de manera menos intensa que el viernes a las estaciones de esquí. Aunque ninguna se vio obligada a cerrar por completo sus instalaciones, como ocurrió el día anterior, las fuertes rachas de viento sí que condicionaron la apertura de algunas pistas. Los espesores se incrementaron otros 15 centímetros, pero se espera que sigan creciendo por las fuertes nevadas anunciadas.Hasta un metro de nieve

"Algunos partes dan 80 centímetros y otros hasta un metro", apuntó el director comercial de Astún, Andrés Pita. Las dos estaciones del valle del Aragón tuvieron que cerrar parcialmente por el viento y a la poca visibilidad. Sin embargo, fueron muchos los aficionados que se animaron a esquiar, atraídos por la imagen de las últimas precipitaciones de nieve. Lo mismo ocurrió en Formigal-Panticosa y en Cerler, que pese a tener amplios dominios esquiables, solo abrieron 39 y 23 km, respectivamente, debido al mal tiempo. Incluso la estación de fondo de Llanos del Hospital cerró por la escasa visibilidad.

En el día de ayer no hubo tantos problema con las carreteras y los accesos a los centros invernales estuvieron limpios. Sin embargo, en determinados momento del día, sobre todo en las primeras horas, fueron necesarias las cadenas en algunos tramos viarios de Ansó, Canfranc, Sallent, Panticosa, Benasque y Bielsa. Al cierre de esta edición, solo había cuatro carreteras con restricciones: la A-139, en Llanos del Hospital; la A-136, entre Formigal y la frontera; la A-2617, de Cerler a la base de la estación en Ampriu; y la A-2606, en el acceso al balneario de Panticosa.