La creatividad ayuda a los pueblos pequeños a salir adelante

Aragón sigue perdiendo año tras año población desde que comenzó la crisis económica. En 2015, uno de cada cuatro pueblos ya contaba con menos de 100 habitantes y una población más envejecida y, ya en 2017, el nacimiento del primer niño del año en Teruel no llegó hasta el día dos de enero.

Sobran razones y estadísticas para cerciorarse de la pérdida de habitantes y la despoblación que asola a muchos municipios de la Comunidad. Sin embargo, en el vasto territorio aragonés también surgen multitud de iniciativas que a menudo se suelen ligar más a las ciudades. Un reciente estudio elaborado por la Universidad de Zaragoza y publicado en la revista 'Journal of Rural Studies' cambia de perspectiva para fijarse en cómo las actividades creativas están haciendo que muchas zonas rurales mejoren sus condiciones.

En el estudio, titulado 'La localización de clústeres creativos en zonas no metropolitanas', se han analizado 7.367 municipios españoles (todos los de menos de 50.000 habitantes) y se han rastreado por medio de datos de la Seguridad Social empresas y empleos ligados a sectores como la cultura, la comunicación, la arquitectura, o los creativos digitales.

El resultado ha dado que en 541 municipios de toda España se han formado lo que se puede entender como 115 miniclústeres creativos, en el sentido de que han formado un ecosistema de empresas que en cierto modo se retroalimenta. La zona del mediterráneo, y los pueblos y ciudades pequeñas de Madrid, País Vasco y Cataluña aglutinan la mayoría debido en buena medida a que sus poblaciones son más grandes, pero en Aragón destacan zonas como el Bajo Aragón, Calatayud, Barbastro, La Litera o Teruel, como pequeños núcleos empresariales que van desde el patrimonio hasta los videojuegos.

“El concepto de actividad creativa es muy extenso, pero en el fondo el estudio trata de identificar qué zonas están teniendo una tendencia proclive hacia este tipo de iniciativas y demostrar cómo les está beneficiando para posicionarlo como una parte importante de las políticas de desarrollo rural”, explica Ana Isabel Escalona, profesora del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio y miembro del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales (IUCA) de la Universidad de Zaragoza, quien ha dirigido el análisis junto con un equipo interdisciplinar de profesores de la universidad zaragozana.De las Bodas de Isabel al pueblo con más tiendas online per cápita

Aunque el estudio advierte de los problemas que tiene en marcha cualquier actividad en una zona rural -especialmente en municipios tan pequeños como los que hay en Aragón-, el emprendimiento y el nacimiento de empresas a menudo ligadas a un entorno más urbano también cuenta con sus ventajas en los pueblos.

“En municipios más pequeños puede ser más factible que se creen lazos de colaboración y coordinación entre diversas empresas. De hecho, ese es un punto fundamental para el nacimiento de estos pequeños clústeres que hemos identificado”, sostiene Escalona. Las conclusiones del estudio tocan tierra por ejemplo en Castelserás, un pueblo de 800 habitantes en el Bajo Aragón que puede presumir de ser una de las localidades españolas con más tiendas online por habitante.

Más de una decena de negocios en la web se aglutinan en este pueblo, y, efectivamente, tienen lazos de colaboración y se retroalimentan. “Solemos quedar con una cafetera todos los que tenemos un negocio online en el pueblo una vez por semana y cada día intentamos solucionar los problemas que tiene uno u otro”, explica Ricardo Lop, propietario de Aceros de Hispania, una de las webs líderes de venta de espadas y cuchillos que exporta a países de todo el mundo y regiones tan recónditas como Alaska.

Lop fue pionero en su pueblo en poner en marcha su negocio online, que ahora da empleo a varias personas, y a partir de su ejemplo han surgido varios más. En Castelserás tiene sede por ejemplo también Tienda Tinta, un comercio electrónico de material de oficina, y también hay agricultores que venden alfalfa por internet, aunque no con dominios propios como intentaron en un principio, sino dentro de otros portales externos.

Caso similar por ser negocios puramente online puede ser el de CentraldeReservas.com, uno de los portales líderes en reserva de hoteles de España surgido en Aínsa y, de vuelta a Teruel también han nacido otras iniciativas que, aunque también se apoyan en internet, se salen del marco habitual. Tal es el caso de Apadrina un Olivo, la idea que tuvieron dos jóvenes de Oliete que juntando valores como la responsabilidad medioambiental y la recuperación de la tierra, han recuperado más de 5.000 olivos y ahora han estrenado una almazara para producir su propio aceite.

Los profesores de la UZ, que han desarrollado este estudio en distintas tesis, también han destacado el valor que ha tenido la puesta en marcha en Teruel capital de la celebración de Las Bodas de Isabel. La recreación se lleva celebrando desde 1997 y en ella se encuentran más de 500 puestos de trabajo relacionados, desde artesanos, grupos de teatro, talleres para confeccionar los trajes o documentalistas e historiadores.

“Desde actividades más tradicionales, como pueden ser las ligadas al patrimonio, como otras más innovadoras, hemos encontrado focalizadas en distintos puntos de Aragón”, señala Escalona. Quizá, el pequeño clúster más innovador que se han encontrado es el ligado a los videojuegos, una industria que en el imaginario común está ligada a las grandes ciudades y que en Aragón también encuentra sus emprendedores. Sin ir más lejos, recientemente el estudio Teku Studios, formado por dos estudiantes de Teruel, ha lanzado al mercado Candle, un videojuego hecho a partir de acuarelas que consiguió el interés de la distribuidora alemana Daedalic.