Los aragoneses no generan tantos residuos como antes pero también reciclan menos

En la actualidad cada aragonés produce menos de un kilo de desechos, pero los objetivos de reciclaje siguen lejos de los marcados por la UE.

Contenedor de reciclaje.
Contenedor de reciclaje de plástico en Zaragoza.

La concienciación y los cambios en los métodos de consumo han hecho que, año tras año, los residuos que genera un aragonés medio hayan ido a la baja. En total, durante 2015 (últimos datos publicados recientemente por el Ministerio) cada ciudadano de la Comunidad produjo de media 327,7 kilos al año de residuos.


Aquí se incluyen todo tipo de desechos, desde bricks o envases, cartones, envoltorios, bolsas de plástico, hasta residuos orgánicos o comida desperdiciada. Su volumen ha descendido de forma importante en los últimos años. Para hacerse una idea, mientras ahora se puede extrapolar que cada aragonés genera de media al día 0,9 kilogramos de basura y desechos, hace una década producíamos 1,3 al día, casi un 40% más.


Aunque el descenso es evidente, cuesta saber a qué es más achacable. Si al cambio de envases más responsables con el medio ambiente que se ha impulsado en los últimos tiempos y a la concienciación, o al también evidente descenso del consumo que ha habido fruto de la crisis.


Sea de una forma u otra, aunque estos datos sean positivos, Aragón sigue estando lejos de los ratios de reciclaje que la Unión Europea exigirá de cara a 2020. Entonces, Bruselas pretende que el 50% de todos los desechos sean reciclados, una tasa que en Aragón se queda actualmente en el 29%.

Los aragoneses reciclamos más que la media española, pero menos que hace unos años

Precisamente en noviembre del año que acaba de finalizar un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente avisaba a España de que, de seguir así, sería complicado llegar a estos objetivos marcados por Bruselas, que implican la ejecución de subvenciones para nuevas plantas de transformación.


Pese a esto, Aragón en particular sigue siendo una de las autonomías que reciclan más que la media española. Según el último informe de Ecoembes, la organización sin ánimo de lucro que se dedica a la recuperación de envases en toda España, cada aragonés recicla una media de 13 kilos por habitante en el contenedor amarillo por los 12,7 que se dan de media nacional.


En lo que respecta al contenedor azul de papel y cartón (17,5 kilos por habitante al año), y el vidrio (13,4), en Aragón también se recicla más que a nivel nacional, aunque menos ahora que hace cinco años.


En concreto, entre los tres principales contenedores, cada aragonés recicla ahora 43,9 kilos de residuos, cuando en 2010 esta cifra era de 53,2.

El debate sobre el tratamiento de los envases

Ante esta perspectiva, en los últimos meses varias organizaciones medioambientales se han organizado realizando campañas para promover un cambio en la gestión de residuos, especialmente en los envases.


Según un estudio de campo realizado por Amigos de la Tierra en la ciudad de Zaragoza, los residuos que más se abandonan a pie de calle son los vasos de plástico con un 47%, seguidos de botellas de vidrio (21%), latas (20%) y botellas de plástico (12%).


José Antonio Domínguez, portavoz de la ONG en Aragón, señalaba a HERALDO.es tras la publicación del estudio que “el principal problema a abordar es la gestión de los envases de plástico y las latas, todos ellos residuos que tardan en degradarse y que además dejan una importante huella de carbono en su producción”.


En este campo es donde precisamente se están moviendo las últimas iniciativas a nivel europeo, nacional y local. En España, la Comisión de Cambio Climático del Congreso aprobó el pasado 23 de noviembre la prohibición total de bolsas de un solo uso o que no sean biodegradables de cara a este año. Una medida que está pendiente de legislación por parte del Gobierno, y en la que también se incluye la obligación de que los platos, vasos y cubiertos de plástico tengan que estar fabricados en un 50% con sustancias biodegradables procedentes de materias orgánicas a partir de 2018.


Esta medida es muy similar a la que ya se impulsó en 2016 en Francia, donde se prohibieron este tipo de bolsas y se estipuló ya con regulación que los utensilios de plástico fueran biodegradables en un porcentaje alto de su composición de cara a 2020.


En el ámbito local, organizaciones como la misma Amigos de la Tierra o Ecologistas en Acción han aplaudido la medida aprobada por el Gobierno valenciano por la que, a partir de 2018, y como método de prueba, se vuelva al modelo de retorno de envases. Mediante este sistema, los consumidores valencianos tendrán que pagar 10 céntimos más por las bebidas envasadas en vidrio o plástico, que serán devueltos al consumidor cuando los retorne a la tienda.


El sistema de retorno de envases, no obstante, no cuenta con unanimidad. Al conocer el plan valenciano Ecoembes señaló que su puesta en marcha podría suponer un aumento “de hasta el 40%” en el precio de algunos productos para el consumidor.


En Aragón, la DGA está ultimando la publicación del nuevo Plan de Gestión Integral de Residuos de cara a 2022, donde se incluyen los propósitos de alcanzar el 50% de reciclaje, aunque sin cambios sustanciales en los métodos de gestión.

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