Las panaderías degustación deberán obtener dos licencias o cerrar el servicio de bar

La DGA regula estos negocios tras las quejas de hoteleros y sindicatos. En las zonas saturadas se dejan a extinguir.

Las panaderías degustación tienen dos meses para adaptarse a la normativa
Las panaderías degustación deberán obtener dos licencias o cerrar el servicio de bar
Heraldo

El Gobierno de Aragón ha puesto fin a la polémica desatada en el sector comercial por el auge de las panaderías degustación, tras las quejas que presentaron hosteleros y sindicatos ante un tipo de negocio que, a su juicio, se aprovechaba de condiciones ventajosas que vulneraban la normativa actual.


Estos establecimientos, que han proliferado con especial fuerza en la ciudad de Zaragoza, aúnan la venta de productos básicos -fundamentalmente pan y pastelería- con espacios para el consumo de bebidas y alimentos dentro del propio local, e incluso en terrazas sobre las aceras.


Un modelo de negocio exitoso en los últimos años que, en el caso de la capital aragonesa, se ha extendido rápidamente gracias a una interpretación del Ayuntamiento de un epígrafe del IAE (Impuesto de Actividades Económicas) en el que se alude a las panaderías, incluidas aquellas que ofrecen “degustación” de sus productos.


Esto ha llevado, por ejemplo, a que muchos establecimientos abrieran en las declaradas zonas saturadas (donde no se pueden instalar bares), según denunciaron los hosteleros, o que sus trabajadores cobren “un 30% menos de lo que deberían” por no estar incluidos en el convenio laboral de los bares, tal y como criticaron los principales sindicatos.


Para dar solución al conflicto, la Comisión de Espectáculos Públicos de la DGA creó un grupo de trabajo con todas las partes implicadas, del que se ha desprendido un acuerdo que en las próximas fechas será publicado en el Boletín Oficial de Aragón y que ofrece dos salidas a este tipo de establecimientos.


En concreto, la resolución aprobada, a la que ha tenido acceso Heraldo.es, establece que en el plazo de dos meses las panaderías degustación deberán obtener una doble licencia de actividad (la comercial y la de hostelería, al entender que funcionan como bares) si quieren seguir ofreciendo los servicios que prestaban hasta la fecha.


La otra opción pasa por cumplir las condiciones reales de un establecimiento con degustación, es decir, que ofrezcan al cliente “los productos que están autorizados a fabricar” (aunque con la posibilidad de acompañarlo de alguna bebida tipo café o té), según recoge el acuerdo. Para ello podrán utilizar “barras de degustación, pero no mesas o veladores”. Dicha barra consistirá en “un mostrador, con o sin asientos, de longitud no superior a dos metros”.

El problema de las zonas saturadas

Más complicada es la solución para aquellos locales que prestan su actividad en alguna de las denominadas zonas saturadas. Dado que no pueden acceder a una licencia de bar -restringidas por el Ayuntamiento en estas calles-, ni se puede aplicar el acuerdo con carácter retroactivo para obligarles a cerrar, se les permitirá continuar en la misma situación que hasta ahora, pero quedarán en situación “a extinguir”.


O lo que es lo mismo, podrán llevar a cabo pequeñas obras de reparación o decoración, pero nunca para ampliar el negocio. En este sentido, fuentes del área de Urbanismo del consistorio zaragozano señalan que, además de adaptar las ordenanzas a la directriz emitida por la DGA, “se revisarán las zonas saturadas de la ciudad para ver en qué casos podrían tener cabida estos establecimientos”.


Para el sector hostelero, la resolución que publicará el Gobierno de Aragón cumple sus reclamaciones. “Estamos satisfechos con el acuerdo porque se acaba con una situación de competencia desleal”, señala Jorge Bernués, gerente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza. A su juicio, hasta ahora estos negocios subían la persiana con una condiciones “mucho menos exigentes”, y recuerda que, por ejemplo, “no tenían obligación de tener baños, como los bares”.


En la misma línea, Jesús Boillos, secretario general de Horeca, deja claro que “no estamos en contra de este tipo de negocios, pero ahora se ha conseguido un equilibrio en los requisitos que todos debemos cumplir”. Además, desde el sector apuntan que en los últimos meses han empezado a abrir negocios similares aprovechando el vacío legal existente, como tiendas 'gourmet' que ofrecían cenas, o incluso verdulerías que vendían ensaladas preparadas.


Por último, los trabajadores de las panaderías degustación que opten por la doble licencia deberían pasar del convenio laboral de comercio al de hostelería, lo que supondría un notable incremento de su salario, entre otras modificaciones. Según expresaron los sindicatos, la diferencia entre uno y otro sería pasar de 11.818 euros al año a más de 17.500.

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