La construcción de viviendas marca el mejor dato desde 2012, pero la mayoría son unifamiliares

Hasta septiembre se han concedido 452 visados, un tercio de las registradas en 2008. El sector pide un plan de ayudas.

Obras de construcción de 900 pisos en el barrio de Jesús de Zaragoza
La construcción de viviendas marca el mejor dato desde 2012, pero la mayoría son unifamiliares
R. Labodía

La construcción de obra nueva en Aragón ha alcanzado los 452 visados hasta el mes de septiembre, cifra similar a la registrada en todo el año pasado (460). Así se refleja en los datos facilitados por el Ministerio de Fomento, que muestra una tendencia al alza a tomar, en todo caso, con cautela.


A pesar de ser el mejor dato en los primeros nueve meses del año desde 2012, la mayoría de las licencias están destinadas a levantar viviendas unifamiliares. En concreto, se ha aprobado la construcción de 246, de las que 206 son aisladas -tipo chalet- y 40 adosadas.


De hecho, la principal fuente de negocio del sector hasta la crisis económica, la construcción de edificios de viviendas en bloque, apenas ha registrado 47 visados, lo que hace prever un resultado a final de año similar al de ejercicios anteriores.


A todas estas infraestructuras hay que sumar otras de uso no residencial, que suponen el 33% de los visados (156). Según Fomento, se han iniciado obras en la Comunidad para levantar 53 almacenes, 29 instalaciones de turismo y recreo, 26 granjas, 12 estaciones de transportes, 8 industrias y 2 edificios de oficinas.


Para la construcción, estas cifras siguen ofreciendo una imagen preocupante del sector en Aragón. De hecho, sindicatos y empresarios han solicitado al Gobierno de Aragón un plan de ayuda para recuperar parte del músculo perdido durante los últimos años. Los 452 visados de este año apenas representan un tercio de los registrados en 2008, cuando en los nueve primeros meses se alcanzaron los 1.532, de los que 370 fueron destinados a edificios en bloque.


De ahí que en la Comisión de Peticiones de las Cortes celebrada la semana pasada, tanto CC.OO y UGT como la Confederación de Empresarios de la Construcción de Aragón (CEAC) pidieran apoyo al Ejecutivo autonómico. Según Manuel Grande, de UGT, el sector ha sufrido una reestructuración equivalente a tres cierres de General Motors, mientras que Pablo Urmeneta, de CCOO, la calificó de “hecatombe”.


Ambos defendieron, junto al presidente de la CEAC, José Luis Roca, el pacto que patronal y sindicatos firmaron en septiembre del año pasado para reactivar la construcción. Roca, que asumió las culpas del empresariado en la crisis del ladrillo, destacó que tras dos años de largas negociaciones acordaron estas propuestas con fundamento técnico y sin coste presupuestario. Entre otras medidas, se reclama reducir el endeudamiento y fomentar la productividad para generar viviendas asequibles a las rentas medias aragonesas.

Los precios, más contenidos que en España

Mientras tanto, continúa la fluctuación de precios de venta en el mercado inmobiliario aragonés y español. A pesar de la leve tendencia al alza de los últimos ejercicios -tras años de caída por la crisis-, cada trimestre sigue siendo una incógnita para la oferta y la demanda en la compraventa de pisos. Sin ir más lejos, este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó su último informe, relativo al tercer trimestre del año, en el que los precios han caído un 0,3% en la Comunidad, el mayor descenso del país.


Sin embargo, respecto al mismo periodo del año pasado suponen un encarecimiento del 2% -frente al 4% nacional-. Además, existen importantes diferencias en función del tipo de vivienda. Las de obra nueva cuestan un 6,4% más que en 2015, mientras que las de segunda mano exigen desembolsar un 1,5% más.

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