"Somos aragoneses y tenemos que conocer nuestras instituciones"

Gran acogida y largas filas en las primeras horas de la jornada de puertas abiertas en el edificio Pignatelli.

El edificio Pignatelli celebra en el Día de la Constitución una jornada de puertas abiertas.
El edificio Pignatelli celebra en el Día de la Constitución una jornada de puertas abiertas.
Guillermo Mestre

Interés, máxima expectación y largas filas desde primera hora de la mañana en la jornada de puertas abiertas que se celebra este martes con motivo del Día de la Constitución en el edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón. Se estima que más de 2.000 personas pasarán a lo largo de todo el día en una visita gratuita que se prolonga hasta las 19.00 y que se distribuye en grupos de 60 visitantes.


Esta iniciativa, que arrancó el año pasado y cumple su segunda edición, es "un acto de transparencia y acercamiento" al ciudadano, según ha explicado esta mañana el consejero de Sanidad Sebastián Celaya, encargado de dar la bienvenida al despacho oficial del presidente al grupo más madrugador. "Somos aragoneses y tenemos que conocer nuestras instituciones", subrayaba en este sentido Pilar Sainz después de completar el primer recorrido. "Tenemos derecho a saber cómo funcionan las cosas y nos gusta verlas desde dentro", agregaba María José Clavero, "muy contenta" con las explicaciones de los guías (hay cinco) encargados de organizar el recorrido.


Los ciudadanos completan una visita de alrededor de 45 minutos por las diferentes instancias de un edificio construido en la época de la Ilustración y que sorprende "en todo su conjunto", según explica María Carmen Giménez, otra de las visitantes más madrugadoras. La entrada se realiza por el paseo María Agustín para acceder primero a lo que fue el antiguo Hogar Pignatelli y, desde 1983, también sede del Gobierno de Aragón, donde los visitantes conocen el lugar de trabajo de 1.200 funcionarios, aunque muchos ya hayan estado en algunos departamentos, ya que se estima que unas 700 personas entran diariamente a realizar gestiones administrativas.


Y, ¿qué es lo que más sorprende al visitante? "Les sorprende mucho los antiguos usos. Por ejemplo, que fuera un hospicio durante tanto tiempo. Eso mucha gente no lo sabe. Y también les gusta la zona institucional, la que sale en los medios de comunicación y no pueden ver en persona normalmente", apunta Roberto Ferrero, uno de los cinco guías de la jornada.


También se quedan sorprendidos muchos aragoneses con las anécdotas y los detalles propios de un edificio cargado de historia en todos sus rincones (además de ser hospicio o instituto, también fue cárcel u hospital militar). "Por ejemplo, el escudo del Príncipe de Gerona, que es 500 años anterior a otros. Aunque llevaba el nombre de Príncipe de Gerona, pertenece a la Corona de Aragón. Son anécdotas aragonesas que no conoces hasta que no te las explican. Como canónigo que fue Pignatelli hay que reconocerle el esfuerzo que hizo por la ciudad y se lo tenemos que valorar", apunta Pilar Sainz, una aragonesa que lanza al aire una sugerencia para el futuro: que este tipo de jornadas se repitan con mayor asiduidad.


"Estaría bien que lo abrieran más días. Qué menos que una vez al mes para la gente que también viene de turismo. Tenemos que dar a conocer las instituciones y que no sea de puertas cerradas, que sea de puertas abiertas y se haga más veces al año", sugiere Sainz. En esta misma línea, el consejero Celaya ha manifestado esta mañana que "hay un proyecto para que el año que viene los escolares de Aragón puedan realizar en el Pingatelli sus tareas curriculares en relación con las instituciones".

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