La falta de lluvias anuncia una temporada micológica "muy escasa y negativa" en Aragón

Ferias y jornadas siguen adelante, pero la hostelería espera mucho menos turismo.

Las jornadas micológicas de Ayerbe atraen a cerca de un millar de personas en un solo fin de semana
Las jornadas micológicas de Ayerbe atraen a cerca de un millar de personas en un solo fin de semana
Javier Blasco

La notable sequía que azota Aragón después de un verano de escasas lluvias tiene consecuencias claras y directas en el campo. No sólo en los cultivos, también en aquellos alimentos de temporada que crecen más allá de lindes y mojones. Es el caso de las setas. La temporada micológica se anuncia pobre en kilos recogidos y en variedad, en una coyuntura en la que también juegan su papel las temperaturas anómalamente elevadas que se vienen registrando.


El problema se avisa de norte a sur. Antonio Palazón, presidente de la sociedad micológica del Altoaragón, se lamenta de que "la temporada tiene visos de ser muy escasa y negativa y si bien en el Prepirineo aún cabe la posibilidad de que llueva y la temperatua sea la adecuada, en el Pirineo va a ser un año nulo. Hace mucho tiempo que no se veía un año tan malo".


El Moncayo es una de las zonas clásicas de recolecta. Una actividad que no se interrumpirá este otoño, aunque sí se verá reducida. "La recogida va a ser escasa. Vamos a poder ver unas 150 especies diferentes, cuando en un año bueno podemos pasar de 200", indica Javier Cortés, portavoz de la asociación de San Martín de Moncayo, localidad en la que durante la temporada se celebran actividades micológicas que atraen cerca de 9.000 personas "que repiten en verano y Semana Santa, lo que implica una repercusión económica en la comarca muy importante".


En la provincia de Teruel también se mira al cielo con resignación. "Llovió hace quince días y cayó algo de granizo, pero no lo suficiente. Las temperaturas están muy altas, por encima de los 21 grados, cuando en estos momentos tendríamos que estar ya entre los 15 o 16 grados. Así no se genera la humedad necesaria", indica Ana Marín, técnico de la comarca del Maestrazgo.


La oficina comarcal está recibiendo "numerosas llamadas desde otras provincias para preguntar, pero la venta de tiques va a un ritmo muy bajo", añade Marín. Los pases diarios cuestan 5 euros por persona y día y permiten recoger hasta 12 kilos. Los vecinos abonan 7 euros por toda la temporada. En 2014, un año especialmente bueno, se despacharon un total de 18.000 y la cifra final de este curso "no será ni la mitad de la mitad".Menos reservas

Quienes más notan una mala temporada son los hosteleros. "Hay establecimientos turísticos que prefieren la época de setas a la estival", concluye la trabajadora comarcal. En la misma línea se expresa Jesús Marcos, presidente en Aragón de la Asociación Española de Turismo Rural (Faratur): "Las reservas están siendo mucho más bajas que otros años. Llaman mucho para informarse, pero nada más, porque todo el mundo es conocedor de lo poco que está creciendo en esta ocasión. Lo que salga, saldrá tardío".


También los restaurantes de las zonas de recogida notan el descenso de clientes. Muchos de ellos acostumbran a preparar menús especiales en los meses en que crece el género.


Las jornadas micológicas, sin embargo, siguen adelante en toda la Comunidad. "Somos conscientes de que no ha llovido lo suficiente, pero en nuestra feria, que ya cumple 26 años, esperamos seguir reuniendo a cerca de un millar de personas", indica Ana Belén Pérez, técnico sociocultural del Ayuntamiento de Ayerbe.


"Son dos días (22 y 23 de octubre) en los que recibimos a muchas familias y los alojamientos se llenan en el pueblo y en los alrededores para asistir a las exposiciones y conferencias y comprar setas. Eso sí, los recolectores tendrán que hacer más kilómetros este año", remata Pérez.

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