El anillo perdido vuelve a casa 37 años después

"Me vale todavía". Estas han sido las primeras palabras de Agustín Aliaga tras ponerse su anillo de boda 37 años después. Jessica Cuesta, la buceadora que lo encontró a principios de agosto en aguas del Mediterráneo, se lo ha entregado este lunes en mano en Zaragoza. El matrimonio la ha recibido en su bar de Utebo y a cambio la han obsequiado con un centro de flores y un décimo de lotería con el número que llevaba grabado la alianza, el 17.279. Conseguirlo no ha sido fácil, ya que han tenido que pedirlo "a Palencia". "Me he sentido como un flan", ha admitido ella instantes después.

El encuentro ha estado cargado de emoción. Sobre todo porque esta ha sido una "intensa" semana de nervios. Ninguna de las partes esperaba semejante repercusión. No en vano, más de 300 personas de toda España se han puesto en contacto con Cuesta en los últimos días. También han llegado mensajes de Suiza, Croacia, Hong Kong o La India. La mayoría compartían un mismo problema: habían perdido su anillo.

Aliaga promete no despegarse de la alianza y llevarla siempre en el dedo. Reconoce, no obstante, que no nada como antes y que por tanto ya no hay tanto riesgo. En tiempos, su mujer le compró un aro, pero nunca fue remplazo suficiente. El matrimonio agradeció a Cuesta que se desplazase hasta Zaragoza para entregarles el anillo, ya que son "gente sencilla" y no pueden dejar su negocio. Ella, que en un principio acudió al Registro Civil de Benidorm, destacó el papel de las redes, así como la enorme repercusión. "Estaba muy tranquila hasta esta mañana", ha asegurado en el bar. Ahora toca "volver a la normalidad".