Estudiar en un instituto a 7.000 kilómetros de casa

Trece aragoneses están estudiando 1º de Bachillerato en Canadá y EE.UU. seleccionados por la Fundación Amancio Ortega.

Silvia Marqueta, zaragozana que está estudiando en Canadá con una beca de la fundación Amancio Ortega.
Silvia Marqueta, zaragozana que está estudiando en Canadá con una beca de la fundación Amancio Ortega.

Los alumnos de Bachillerato empezaron el curso este pasado jueves en Aragón. Unos pocos comenzaron antes, en inglés, y a unos 7.000 kilómetros de casa. Son 13 chicos y chicas de entre 15 y 16 años que están estudiando 1º de Bachillerato en institutos de Canadá y EE.UU. seleccionados por la Fundación Amancio Ortega.


"Llevo dos semanas en Calgary (Canadá), la adaptación ha sido buena con mi familia de acogida y en el instituto. Espero que sea el mejor año de mi vida", asegura Silvia Marqueta, zaragozana con 16 años recién cumplidos. Vive con una pareja con dos hijos (el padre es economista; la madre, fotógrafa, y tienen dos niños de 8 y 5 años) y estudia grado 11º en el Centennial High School de Calgary. Hizo unas pruebas para el equipo de fútbol del instituto y ya juega con el número 10.


El curso pasado, Silvia estudiaba en el instituto de La Azucarera de Zaragoza, como su amiga Leire Castelló, que también ha ganado una de las becas de la fundación y ahora está viviendo en Appleton, Wisconsin (EE.UU.). Han pasado de verse a diario a contarse sus nuevas vidas por whatsapp.


Leire vive con una pareja de jubilados luteranos, que la tratan como a una más de la familia y le están ayudando mucho en sus primeras semanas. "Mi familia es genial. Poco a poco voy haciéndome al idioma, la gente, la comida, los horarios... En mi instituto hay 49 estudiantes de intercambio de diferentes países. Entre todos nos ayudamos para conocer gente. Cada día me repito que hay que quitarse la vergüenza y estar abierto a nuevas experiencias", cuenta Leire, que ya se ha apuntado al equipo de 'cheerleaders' de su instituto.


Como ellas, en total 13 alumnos aragoneses están viviendo su sueño americano o canadiense: Alberto Cirera, Estela Navamuel, Pilar Aznar, Elvira Tobías, Jaime Ruiz (de Zaragoza), Marta Moreno (Ateca), Javier Colominas (Borja), Lucía Vilar (Graus), Othman Lameche (Teruel), Maria Villoro (Valjunquera) y Ana Simón (Villastar). Para ello tuvieron que pasar varias pruebas y fueron seleccionados entre cerca de 8.000 estudiantes de toda España.


Salieron de Aragón a finales de agosto (en EE.UU. y Canadá el curso escolar empieza antes), y no volverán hasta dentro de diez meses. Los whatsapps, mails y Skype les permiten mantener el contacto con sus familias y amigos. "Aún no me creo que se haya ido para tanto tiempo. La echamos de menos en casa, pero nos sentimos muy orgullosos de ella. Se presentó a las pruebas pensando que no la cogerían y ahí está, encantada", afirma María Ángeles Salinas, la madre de Silva. "Veo tan feliz a mi hija que no me parece que esté a 7.000 kilómetros. Era su sueño desde que era pequeña", apunta María José Sánchez, la madre de Leire."El nivel es más bajo en el instituto"


Estos trece alumnos aragoneses se están adaptando a la vida de sus nuevos institutos, que en algunas cosas son un poco distintos a sus centros de origen. "La Azucarera es bastante grande con casi mil estudiantes. Pero el Centennial High School es el doble: tiene casi dos mil alumnos y mucho más espacio. Tiene un gimnasio bastante grande, varios campos de fútbol, mucho terreno verde, aparcamiento para profesores y alumnos (aquí te puedes sacar el carné de conducir con 14 años), cafetería y tienda, en la que venden muchos objetos con la mascota del instituto, el coyote", cuenta Silvia.


"Por lo que he podido ver hasta ahora el nivel académico es más bajo. Por ejemplo, en Matemáticas en grado 11º (el equivalente a 1º de Bachillerato) están aprendiendo a factorizar, y en Aragón se aprende en 4º de la ESO. Mis asignaturas para el primer semestre son Educación Física, Ciencias Sociales, Matemáticas y Químicas. Y en enero cambiaré pero aún no sé cuáles tendré", explica.


Leire también coincide con su amiga en que "el curso es bastante fácil comparado con el nivel de Zaragoza, excepto por el idioma". Entre sus asignaturas figuran clase de coro y de "Personal Challenges" (algo así como "desafíos personales"), que en invierno incluye salidas con trineo.

La próxima convocatoria, en octubre


El objetivo de este programa es fomentar la inmersión lingüística y la formación integral de los estudiantes. Los becados viven con familias y asisten a institutos locales. El programa incluye el 100% del coste del curso académico, viajes, alojamiento, un seguro médico y una aportación mensual para gastos menores. Pueden optar a estas becas estudiantes de 4º de la ESO de toda España.


La fundación ofrece 500 becas: 80 para Galicia y 420 para el resto de España. De estas, la mitad son para institutos de Canadá de habla inglesa y la otra mitad para EE.UU. Los requisitos son tener una nota media de 7 en 3º de la ESO y un 8 en Inglés. También se tiene en cuenta la renta familiar. El plazo para presentar las solicitudes para el próximo curso es del 3 de octubre al 15 de noviembre.


"Desde muy pequeña deseaba estudiar en el extranjero, sobre todo en EE.UU., porque me encantaba High School Musical y quería ir a un instituto como ese. El año pasado vi en la web de mi instituto un anuncio de las becas. Decidí probar con pocas esperanzas. Pero si no lo intentas, nunca lo sabrás", señala Leire desde Michigan. "Yo me presentó pensando que me quedaría en Zaragoza. No tenía nada que perder, y me escogieron", apunta Silvia desde Canadá.

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