No hay datos concretos todavía sobre los efectos que la sequía está provocando en el campo aragonés. Las posibles mermas que se produzcan en las cosechas de viñedo, olivar o almendro (las producciones más afectadas por la ausencia de precipitaciones), incluso los sobrecostes que supondrá para los productores alimentar al ganado extensivo ante la falta de pastos, “son todavía evaluables”.

Así lo aseguró este miércoles el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona que presidió la Mesa de Producciones, en la que las organizaciones agrarias -UAGA, Asaja, Araga y UPA-, Cooperativas Agroalimentarias, Confederación Hidrógráfica del Ebro, comunidades de regantes y Agroseguro (que asistía por primera vez a la reunión de este miércoles) analizaron las propuestas presentadas por el sector para minimizar los efectos de un verano “muy seco” con altas temperaturas y en el que apenas ha caído un gota de agua.

Los representantes sindicales pusieron sobre la mesa la necesidad de poner en marcha medidas que alivien la falta de liquidez del sector agrario, provocada especialmente por los bajos precios de las producciones y agravada por una sequía que está poniendo en peligro los cultivos de verano. “Los agricultores tienen los bolsillos vacíos”, coincidieron en señalar, por lo que entre sus reivindicaciones exigieron la posibilidad, tal como permite Bruselas, de adelantar el pago de la PAC al mes de octubre. No será así. Y el consejero lo anunció con rotundidad, porque aseguró que aunque Europa lo permita la complejidad de estas ayudas tras la reforma lo hace prácticamente imposible. Eso sí, se comprometió a desembolsar las ayudas directas en dos pagos, uno el 30 de noviembre y el segundo el 30 de diciembre.

Durante la reunión se puso sobre la mesa la necesidad de revisar el sistema de seguros, “una útil herramienta de gestión de riesgos” -señaló Olona-, que, sin embargo, necesita algunos ajustes, como coincidieron tanto el sector como incluso el propio representante de Agroseguro, ya que el nivel de aseguramiento es mucho menor precisamente en los cultivos más afectados por la sequía, como el almendro, el olivar, o el seguro de pastos.