Los alumnos de la ESO que tenían asignaturas suspendidas hicieron los exámenes de recuperación de septiembre el jueves y viernes de la semana pasada. Los alumnos de la Universidad de Zaragoza también se examinan estos días. No siempre ha sido así. Entre 1990 y 2011 no hubo exámenes de septiembre para los alumnos de la ESO (los de Bachillerato sí los han mantenido). Ahora algunas voces piden volver a trasladarlos a finales de junio o julio.

"Los exámenes de septiembre rompen con la evaluación continua; no mejoran los resultados académicos; incrementan la desigualdad porque no todas las familias pueden permitirse clases de refuerzo en verano, y crean problemas organizativos en los centros. Creemos que lo ideal sería volver a los exámenes extraordinarios a final de curso y realizarlos a principios de julio, dejando antes un tiempo suficiente para que los profesores preparen a los alumnos en los propios centros", afirman desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (FAPAR).

Los padres de la escuela pública han trasladado su propuesta de manera informal al Departamento de Educación, pero ésta no ha sido tratada aún en ninguna mesa de negociación. Los padres de la concertada opinan lo contrario. El profesorado en general no es partidario de volver a las pruebas extraordinarias a final de curso.

Los exámenes de septiembre han ido y venido según las distintas leyes educativas. Con la LOGSE (1990) se implantó la evaluación continua y desaparecieron estas pruebas. En 2003, volvieron los exámenes de recuperación y se fijaron en junio en la mayoría de comunidades autónomas (entre ellas, Aragón). En 2012 se cambiaron los exámenes de recuperación a septiembre. Ahora, varias comunidades autónomas, como Navarra, Madrid o Murcia, se están planteando volver a cambiarlos a final de curso, como han hecho ya muchas universidades españolas y hacen otros países europeos.Estudiar en verano

La Federación Cristiana de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Aragón (FECAPARAGÓN) defiende el "valor pedagógico" del verano. "Fue bueno recuperar los exámenes en septiembre. Cuando un alumno no ha cumplido los objetivos en junio, no tiene sentido volver a examinarse dos semanas después. Si tiene más tiempo para estudiar durante todo el verano, tendrá más posibilidades de éxito", afirma Miguel Ángel García Vera, presidente de FECAPARAGÓN. Vera apunta que lo ideal sería que todas las comunidades tuvieran estos exámenes en las mismas fechas "para no generar desigualdades en el acceso a la Universidad".

Los profesores coinciden en parte, pero también son críticos con el sistema actual. "Pensamos que los exámenes de junio pedagógicamente no tienen sentido. Si un niño ha suspendido el curso entero es difícil que lo recupere en una semana. Pero también vemos que los exámenes de septiembre pueden discriminar a aquellos alumnos que por su situación económica y familiar no pueden recibir ayuda durante el verano", señala José Manuel Ágreda, portavoz de CGT.

Los exámenes de septiembre provocan algunos problemas organizativos en los centros, ya que en muchos casos los profesores que corrigen los exámenes en septiembre no son los mismos que han llevado a los alumnos durante el curso. Los interinos dejan los exámenes preparados en junio, pero en septiembre tienen que hacerlos y corregirlos otros profesores del centro que no conocen a los alumnos. "Pedimos que se prolongue su contrato los primeros días de septiembre para que ellos mismos puedan hacer la evaluación. Es de sentido común que evalúe a los niños el profesor que les ha llevado", afirma Ágreda.Universidad

El debate de la fecha de los exámenes también ha llegado a las universidades. La mayoría han optado en los últimos años por suprimir los exámenes de septiembre. En Aragón, la San Jorge no hace exámenes en septiembre. La Universidad de Zaragoza (UZ) propuso hace dos años cambiarlos pero no salió adelante su propuesta.

"Quedamos muy pocas universidades españolas con convocatoria en septiembre. La UZ propuso cambiar los exámenes de septiembre a una convocatoria entre el 22 de junio y el 3 de julio. Pero los estudiantes votaron mayoritariamente en contra", explican desde la Universidad.