De Alemania a Calatayud en bici contra la leucemia

La bilbilitana Beatriz Bacarizo recorre en bici 2.000 kilómetros por Europa para cumplir con un triple reto personal, deportivo y social.

Beatriz Bacarizo
Beatriz Bacarizo

Beatriz Bacarizo es una joven bilbilitana de 21 años que estudia Traducción e Interpretación. Desde septiembre de 2015 ha vivido en la ciudad alemana de Passau, donde ha concluido su año erasmus, pero ahora le toca volver a España para ver a su familia y continuar su formación en Granada.


Su pasión por los idiomas, los deportes y, sobre todo, “montar en bici”, ha propiciado que su regreso a casa vaya -literalmente- sobre ruedas, recorriendo en bici los 2.000 kilómetros que distan entre la población alemana y Calatayud y cumpliendo, además, el objetivo social de colaborar con la Asociación de ayuda contra la leucemia en Passau. Para ello se han propuesto recaudar 2.000 euros, tantos como kilómetros recorridos, a través de una cuenta habilitada en su página web.


No pedalea en solitario desde que partió el pasado 30 de julio desde Alemania rumbo a Calatayud. Le acompaña TomᚠSvoboda, un amigo de la República Checa tan entusiasta de la bici y el deporte como ella. Juntos han cruzado Suiza y Francia, hasta llegar a Montpellier. Desde allí, Beatriz prosigue en solitario rumbo a los Pirineos, cada día un poco más cerca de casa y de alcanzar su meta, siempre acompañada en las redes sociales, recibiendo el apoyo constante de amigos y familiares.


Este pasado lunes partió desde la ciudad francesa de Narbona hacia los Pirineos, tras atravesar en anteriores etapas Valence, Avignon y Montpellier. En su camino hasta la frontera española debía decidir si continuar por Carcassonne o por Perpignan, “porque la idea al final es cruzar los Pirineos por Puigcerdá y luego ir hacia Monzón y Zaragoza”, explicaba antes de salir de Narbona.


Bacarizo estima que llegará a Calatayud el próximo 3 de septiembre, sábado, “para que más gente me pueda acompañar en la última etapa y así concluir las anteriores un poco más relajada”. “Las de los Pirineos van a ser más durillas”, relataba este lunes.


Las distintas etapas del recorrido han transcurrido sin problemas, aunque no todo ha sido un camino de rosas. “Estamos muy contentos y en general todo ha ido bien, excepto algunas averías. Hemos tenidos mucha suerte -cuenta Beatriz-. En Zúrich se rompió la rueda de la bicicleta de Tomáš, en un día festivo. Estábamos a 10 kilómetros del aeropuerto y se rompió el buje. Como su bici es antigua, aún era más difícil encontrar otra adecuada y tuvimos que buscar en internet. Afortunadamente, resulto que el chico de la pareja que nos acogió en el alojamiento era mecánico de bicis y nos consiguió una rueda gratis”, recuerda.


“Aquella avería nos retrasó un poco pero así pudimos disfrutar de la ciudad un par de días. También tuvimos un pinchazo en Lucerna y nos ofrecieron pasar la noche en el jardín de una casa. En general la gente ha sido muy amable a lo largo de todo el viaje”, afirma.


El proyecto Yellow Billiard Ball, nombre con el que Bacarizo ha bautizado esta iniciativa, comienza a ser una realidad en su triple objetivo. La joven bilbilitana está cada día más cerca de los suyos, rodando en su bicicleta y completando los 2.000 kilómetros que separan Passau de Calatayud y convirtiendo kilómetros en euros en cada pedalada. Por el momento, ya se han conseguido 1.300, que serán donados a la Asociación de ayuda contra la leucemia en Passau.

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