Pueden manejar prácticamente cualquier vehículo de motor, desde motos o coches, hasta camiones, autobuses o ambulancias. Se trata de conductores ‘todoterreno’ poseedores de todas las clases de permisos, de los cuales contamos con 8.080 en todo Aragón. Actualmente tan solo un 1% de las más de 757.000 personas registradas en el censo de conductores de nuestra comunidad posee todas las clases de permisos de conducir.

De estos 8.000 individuos, atendiendo a sus edades nos encontramos con que el número más elevado de personas que poseen todas las clases de permisos se da entre los 50 y los 54 años, en total 1.655, seguida muy de cerca aquellos que tienen entre 45 y 49 -1.539- y de la franja de los 55 a los 59 –formado por 1.382 personas-. Es decir, los aragoneses censados de entre 45 y 59 años representarían a más del 50% de estos conductores. Actualmente, tan solo hay cuatro personas en la franja de 21 a 24 años, seguida de 32 personas que se sitúan en la que reúne a jóvenes de entre 25 y 29 años.

En cuanto al perfil de estos conductores, la mayoría son hombres y se trata de profesionales que desarrollan habitualmente su actividad en sectores como el de los transportes o el mundo de la mecánica o de la formación en materia de conducción, así como al mundo militar.

Uno de estos 8.000 aragoneses es Vicente Paya. Este vecino de Fuentes de Ebro es uno de los 407 conductores que forma parte de la franja que va de los 65 a los 69 años. En su caso, adquirió todos los permisos durante el servicio militar. “En aquella época no era muy habitual que una persona tuviera todos los carnets. Yo estaba en la sección de automóviles y allí nos daban la opción de, pagando unas tasas, convertirlos en permisos civiles”, recuerda. Y, aunque decidió realizar este trámite, reconoce que una vez transcurridos los 18 meses del servicio, jamás volvió a hacer uso de ellos.

Jorge Oliveros, vecino de Villamayor de 50 años, es poseedor también de todos los permisos vigentes. El zaragozano ha dedicado más de 15 años a conducir un camión por toda España, llegando a hacer más de 12.000 kilómetros al mes. “También estuve otros cinco como taxista en la capital aragonesa”, añade. En su opinión el oficio del camionero es muy sacrificado: “Te pierdes muchas cosas, sobre todo de la vida familiar y eso es algo que no se paga con dinero”.

“¿No crees que esto te va muy grande?”

A pesar de seguir siendo minoría, cada vez hay más mujeres dedicadas al sector de los transportes. Dolores Deidán, vecina de Zaragoza de 40 años, cuenta con todos los carnets a excepción del de motocicleta. Tras más de una década dedicada al volante reúne un buen puñado de experiencias incómodas “por ser mujer”, que en su opinión cada vez son más puntuales: “Recuerdo que una vez entrando en una obra con una hormigonera me dijeron “¿No crees que esto te va muy grande?”. Ahora no me ocurre tan a menudo, cada vez somos más pero todavía queda un largo camino por recorrer”. “A veces la gente olvida que hombres y mujeres somos igual de profesionales al volante”, concluye.

En su caso, el amor por el asfalto le viene de familia ya que tanto ella como sus dos hermanos –Raquel y Daniel-, se dedican al transporte de pasajeros. “Lo mío fue de casualidad, me dedicaba a la geriatría y al ir a apuntarme a un curso de especialización en La Casa de la Mujer me dijeron que no había plazas, pero que podía probar con el permiso de conducir para autobús”, recuerda. Desde entonces ya han transcurrido casi nueve años, los mismos que hace que Raquel Deidán trabaja como conductora en AUZSA.

Patricia Gascón, zaragozana de 33 años, tan solo está pendiente del examen práctico de moto para convertirse en otra de las aragonesas que engrosen la lista del censo de conductores con todos los permisos. Actualmente reside en Alcalá de Henares donde trabaja como militar. “En este sector es más normal ver a una mujer llevando un camión. Yo nunca he tenido ningún problema”, asegura.