Biescas intenta cicatrizar sus heridas sin olvidar las consecuencias de la riada de hace 20 años

El Memorial Campin Las Nieves se inauguró ayer para rendir homenaje a las 87 víctimas mortales y a sus familias.

Cada 7 de agosto desde hace 20 años, los recuerdos vuelven con más intensidad a la memoria de quienes vivieron en primera persona la tragedia del campin Las Nieves de Biescas. Este año, esos recuerdos los han vivido en el lugar en el que hace dos décadas estaban pasando sus vacaciones, ajenos a lo que iba a ocurrir después de que el cielo se tornara negro y comenzara una intensa tormenta, que provocó el desbordamiento del barranco de Arás y que se llevó la vida de 87 personas. Familiares y amigos de las víctimas, así como los supervivientes de ese fatídico día, intentaron ayer pasar página e intentar cerrar esa herida abierta desde entonces, pero sin olvidar lo ocurrido, gracias al acto de recuerdo organizado por el Ayuntamiento de Biescas, el primero de carácter oficial en 20 años.


La jornada comenzó con el recibimiento de todos los asistentes en el frontón cubierto de esta localidad pelaire y el alcalde, Luis Estaún, fue el primero en dirigirse a las más de 600 personas asistentes, entre las que se encontraban familiares, amigos y supervivientes de la riada, así como al pueblo de Biescas y todos los que ese día lo dieron todo por ayudar. "Han pasado 20 años, pero seguimos teniendo recuerdos y sentimientos difíciles de olvidar", dijo. Recordó que la carta de Oriol Espinosa, que perdió a su madre, "nos dio fuerza e impulso para llevar esto a cabo".


En esa carta, Oriol mostró su extrañeza por el estado de abandono de las instalaciones del campin, así como por la inexistencia de algún elemento que recordara lo que ahí pasó. "Que de este acto salgamos más fuertes", concluyó. Posteriormente hablaron los alcaldes de Sabiñánigo, Jesús Lasierra, y Jaca, Juan Manuel Ramón, y siguió el médico forense Juan Antonio Cobo, que ofreció una charla sobre la experiencia vivida aquel 7 de agosto de 1996, jornada en la que se intentó por todos los medios "mantener el respeto y dignidad de los fallecidos".


Tras la misa, presidida por el obispo de Jaca, Julián Ruiz, los asistentes se desplazaron hasta las instalaciones del antiguo camping, donde se inauguró el Parque Memorial Campin Las Nieves, en el que se ha instalado una escultura y un gran panel donde aparecen los nombres de los fallecidos. Ahí Oriol Espinosa, en una intervención cargada de emociones, compartió sus recuerdos.


Comenzó hablando en nombre de su madre, fallecida hace 20 años. "Estamos aquí para despedirnos, para poder decirnos adiós de una manera tranquila y sincera", añadió. Ese día, una riada de pocos minutos provocó un desastre, pero "generó otra cargada de solidaridad", en referencia a todos los voluntarios. Y finalizó dando por saldada "la cuenta pendiente que durante este tiempo nos ha hecho esperar". Por último se soltaron 87 globos blancos. Algunos familiares depositaron ramos de flores en las piedras colocadas a lo largo del parque y que también recuerdan a los fallecidos. Y como no podía ser de otra manera, todos buscaron los nombres de sus familiares y amigos en el gran panel situado justo a la entrada.

A este acto asistieron autoridades locales y regionales, los que estaban gobernando hace 20 años y los actuales, además de representantes de Guardia Civil, Policía Nacional, Ejército, sanitarios y todos los colectivos que ese día participaron en las labores de rescate, y cuya labor marcó un antes y un después en los protocolos de actuación de este tipo de catástrofes.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión