Lo llaman internet de las cosas, y eso es lo que literalmente inspira este concepto, la interconexión digital de objetos cotidianos con internet a través de una tecnología aplicable a diferentes ámbitos, entre ellos el de la salud. En en este sentido la 'startup' zaragozana Social & Care, ubicada en el Centro de Incubación Empresarial (CIEM), puso en marcha el pasado noviembre un proyecto que ha sido seleccionado para un programa europeo de emprendimiento. Esta semana ha participado junto a otras 20 empresas emergentes en el Google Campus Madrid, un encuentro junto a expertos internacionales del ámbito empresarial y tecnológico que servirá para impulsar sus iniciativas a escala global.

La aplicación se centra en la asistencia de personas dependientes a través de la tecnología, sin necesidad de que sepan manejar ningún dispositivo, “basta con que lleven consigo un teléfono móvil”, explica Ignacio Barraqué, director de Social & Care junto a Daniel Cebollada, gerente del área técnica de la empresa compuesta por un total de 4 integrantes.

La 'app' que han desarrollado se podrá instalar gratuitamente en cualquier 'smartphone' con sistemas Android o IOS a partir del próximo mes de septiembre y ayudará a los usuarios en su actividad diaria mediante un asistente de voz y mensajes. De este modo, se recordarán aspectos como la medicación que se debe tomar en cada momento y otras tareas diversas a lo largo del día. Esta tecnología también permitirá interconectarse con otros dispositivos móviles ('wearables') como pulseras y relojes inteligentes ('smartwatch') para monitorizar a los dependientes y saber cuándo se levantan, si han sufrido una caída o controlar su frecuencia cardiaca, por ejemplo.

Esta herramienta también es capaz de interpretar el estado del usuario y diferenciar si está en una situación normal o de riesgo y, según cada caso, avisar de forma automática, sin necesidad de activar ni manejar ningún dispositivo, aunque la aplicación también dispondrá de un botón de aviso y asistente de voz, en caso de que quiera accionarse, entre otras prestaciones.

“Daniel Cebollada y yo llevamos más de 15 años desarrollando nuestro trabajo en el campo de la tecnología aplicada a la sanidad. La idea de crear esta aplicación surgió cuando los dos empezamos a hablar sobre cómo mejorar la atención a familiares más allá de la teleasistencia, que solo funciona en los hogares y precisa ser accionado para establecer una comunicación. Ambos coincidimos en la necesidad de optimizar este servicio, -cuenta Barraqué-. Así que decidimos crear una proyecto que solucionara la brecha digital entre personas mayores que, en general, desconocen cómo funcionan los últimos dispositivos tecnológicos”.

A la hora de configurar la aplicación se definen unos patrones de actividad, según cada caso, que permiten identificar qué está haciendo la persona dependiente y saber si su actividad es normal o si está en algún tipo de riesgo gracias a su monitorización. “Si se detecta cualquier movimiento que no es habitual, a través de nuestra plataforma de gestión le ayudamos a volver a la normalidad y avisamos a la familia”.

Barraqué subraya que la mayor diferencia existente respecto a los actuales servicios de teleasistencia es que “si alguien no acciona la llamada no se puede saber qué ocurre. En nuestro caso la aplicación lo hace de forma automática, autónoma, sin que el usuario tenga que hacer nada”.

Menor coste que la teleasistencia

La versión de descarga gratuita posibilitará añadir funcionalidades de pago referentes a la configuración y recepción de datos, que en este caso tendrán un coste mensual de 9,50 euros al mes, “una cuantía que supone una reducción de un 30% si se compara con el coste de la teleasistencia”, matiza Barraqué.

Paralelamente, Social & Care esta desarrollando una versión profesional para colaborar con organizaciones como Disminuidos Físicos de Aragón y Atades. Con esta última, acaba de establecer un preacuerdo para implementar la aplicación entre sus usuarios a partir del próximo agosto.

Esta no es la única iniciativa pionera en la que interviene Ignacio Barraqué. El empresario zaragozano también ha participado en proyectos de emprendimiento anteriores en el ámbito de la sanidad aplicada al ámbito social como Marsi Bionics, firma creadora del primer exoesqueleto del mundo dirigido a niños con atrofia muscular espinal.