Cuando la empresa paga en especie...y el trabajador sale ganando miles de euros

La denominada retribución flexible se extiende en Aragón con importantes beneficios fiscales para el empleado.

Las empresas aragonesas se animan a ofrecer retribución flexible a sus empleados
Las empresas aragonesas se animan a ofrecer retribución flexible a sus empleados
Heraldo

Congelar el sueldo del empleado, y aún así conseguir que tenga más poder adquisitivo. Es el milagro de los panes y los peces que las empresas han logrado gracias a la denominada retribución flexible. O lo que es lo mismo, cobrar en especie. No se trata de sustituir la nómina por melones o lavadoras, sino ofrecer a sus trabajadores servicios que de todas formas iba a adquirir, pero con importantes ventajas fiscales.


Entre los más demandados, el seguro privado de salud, la guardería, los bonos de transporte o los cheques de comida. Con los ajustes de la crisis económica, las empresas han visto en esta vía la manera de congelar los salarios limitando los efectos negativos sobre los empleados. Así lo explica Miriam Martín, directora de Marketing de Sodexo, empresa especializada en servicios de retribución flexible: “Aunque nació a finales del siglo XX como fórmula de fidelización para el mundo directivo, con los años, sobre todo a partir de la crisis, se ha extendido a todo el mundo laboral”, señala.


Pero a su juicio, “aunque la crisis ha ayudado a su popularización, precisamente para pagar mejor cuando no se puede pagar más, la propia evolución de la empresa en su interés por crear el mejor clima laboral y retener a su talento, apuesta por estas medidas. Se trata de mejorar la calidad de vida de los empleados”, comenta.


Su funcionamiento es muy sencillo. El trabajador acuerda con su empresa un plan personalizado de servicios a contratar cuyo coste, que no podrá ser superior al 30% del salario, será descontado de su nómina.


A cambio, se obtiene un doble beneficio. Por un lado, estos pagos se descuentan del salario bruto, por lo que la base de cotización baja, lo que puede derivar en pagar menos pagos a Hacienda. Por el otro, el precio de los servicios adquiridos es menor al que se consigue en el mercado, ya que están exentos de impuestos.

Miles de euros de ahorro

El sistema puede ser de lo más beneficioso para el empleado. Lógicamente, cuanto mayor sea el sueldo y el coste de los servicios contratados, mayor será el ahorro. Para ello existen calculadoras específicas que permiten visualizar este incremento de poder adquisitivo.


Por ejemplo, un trabajador con un salario anual de 25.000 euros que contrata servicios por valor de 6.976 euros (donde se incluyen seguro de salud, cheque de comida, guardería y bono de transporte) obtendrá un beneficio comparativo de 1.686 euros. Es decir, si los hubiera adquirido al margen de la empresa, su poder adquisitivo a final de año sería de 11.686 euros, mientras que con las ventajas fiscales de la retribución flexible, el trabajador ingresará en su cuenta corriente 13.372 euros, gracias al ahorro en IRPF.


En cualquier caso, la normativa sobre este tipo de retribución señala algunas limitaciones. Entre ellas, el seguro de salud contratado no podrá superar los 500 euros de coste anual (1.500 para los casos de discapacidad), la tarjeta de transporte, los 1.500, y los cheque de comida, los 1.980 (a razón de 9 euros por 220 día laborales), entre otros.


Según un estudio del Observatorio de la Retribución, más de la mitad de las empresas españolas que ofrece beneficios sociales a sus trabajadores, en concreto el 51,2%, lo hace a través de planes de retribución flexible . Y el 81,5% de los que todavía no lo hacen pretenden implantarlo a corto plazo.


El informe, elaborado por la Universidad de Granada, refleja que ocho de los diez beneficios sociales más ofertados por las compañías son también los más solicitados por los trabajadores, entre ellos los vales de comida y los seguros médicos privados. Además, el 48,9% de las empresas con planes de retribución flexible aseguran que ha mejorado su situación respecto a sus principales competidores, un porcentaje que baja hasta el 33,7% en las compañías que carecen de este sistema de compensación.


Tanto se ha extendido su aplicación que incluso se han llegado a constituir plataformas reclamando la inclusión de nuevos servicios en los planes. Así ocurrió hace dos años con el manifiesto 'a favor del uso de la bicicleta como retribución flexible'. Esta iniciativa, apoyada por el exciclista Pedro Delgado y por la Mesa Nacional de la Bicicleta, reclamaba beneficios fiscales para este colectivo.

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