​“En el escenario del crimen toda persona que se lleva algo, deja algo”

Un total de 35 personas forman parte del equipo de la Brigada Provincial de la Policía Científica de Zaragoza.

Unas 35 personas conforman la brigada de Policía Científica de Aragón
Unas 35 personas conforman la brigada de Policía Científica de Aragón
Heraldo.es

Reúnen pruebas, recopilan huellas dactilares, visitan escenarios de posibles crímenes prácticamente a diario… sin embargo, su trabajo dista mucho de lo que la sociedad concibe como el día a día de la Policía Científica. ¿Quién forma el equipo del ‘CSI Aragonés’? ¿Cómo es su rutina?, y ¿en qué se parece la realidad a las series televisivas? Como explica Alfredo Marquina, Inspector Jefe de la Brigada Provincial de Policía Científica de Zaragoza, básicamente en nada.


“En la práctica, un caso no se resuelve en espacios de tiempo tan breves. La mayoría de los procedimientos tienen una duración prolongada en el tiempo y no puedes rebelar huellas instantáneamente ni identificar a una persona en cuestión de segundos porque no existen esas bases de datos, al menos no en España donde la ley no permite acudir a datos de carácter civil con fines incriminatorios”, asevera el inspector.


En Zaragoza 35 personas integran el equipo de la Brigada Provincial de Policía Científica, sin embargo, no solo se dedican a crímenes y asesinatos. “Nuestro trabajo se basa en la intervención, recogida, manipulación y revisión de individuos y pruebas, pero no se trata tanto de buscar culpables como de delimitar si se trata de un delito o no”, explica. Entre sus misiones, acuden a escenarios de robos con fuerza o en interiores de vehículos y trasteros, también en fallecimientos en lugares públicos o incendios. “En estos casos, por ejemplo, se trata de descubrir el foco, cómo se inició y por qué, y descartar que haya sido intencionado”, afirma Marquina.


Otra de sus labores fundamentales es revelar la existencia de billetes falsos y de falsedad documental, así como realizar pruebas de armas y balística e investigar las denominadas trazas instrumentales que permiten conectar, por ejemplo, lesiones semejantes en varias cerraduras y con una herramienta utilizada por un delincuente en varios delitos prolongados en el tiempo: “En determinados casos los delitos no prescriben, no tenemos prisa. Lo importante es encontrar el instrumento”.El futuro del ‘CSI aragonés’


El Inspector Marquina impartió una conferencia ante una joven audiencia de más de un centenar de estudiantes que participaban en una nueva edición del proyecto de divulgación científica CSI Aragón, cuyo objetivo principal es dar una visión a los estudiantes del funcionamiento del método y el trabajo científico.


Los jóvenes aprendieron a diferenciar una prueba de un indicio, entre la observación ocular y la interpretación, cuál es el ‘modus operandi’ a la hora de llegar al escenario de un crimen, y sobre todo la importancia de proteger la zona y las pruebas ante un posible delito. “En el escenario del crimen toda persona que se lleva algo, deja algo. Pisa, bebe, toca… nuestro deber es asegurar las evidencias y relacionarlas con los hechos”.


Por supuesto, para llevar a cabo su trabajo resulta imprescindible contar con la colaboración, siempre que sea posible, de testigos y fuentes fiables: “Cuando visitas un escenario, no tienes referencias previas, no sabes dónde estaban colocadas las cosas ni si hay algo fuera de lugar. En ese caso preguntamos, y posteriormente interpretamos la información recogida. No se puede dar nada por bueno”.

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