​Aragón también es tierra de webseries

Daniel es un joven actor ecuatoriano que se incorpora a la compañía de teatro de Aitor Perea 40 días antes del estreno de una de sus obras. Son 40 días de historias, de interpretación y de emociones. Este podría ser el argumento de una película, de una producción televisiva o de un corto, pero no lo es. Se trata de la sinopsis de una webserie aragonesa que vio la luz en el mes de enero en Zaragoza de la mano de su director brasileño Guilherme Oliveira y del equipo de Ocara Producciones.

‘40 Días’ es una historia derivada de ‘Cañas’, un proyecto que nació en 2013 y que trata de hacer partícipe al espectador de las conversaciones “sobre lo divino y lo humano” que surgen en bares y terrazas, y con la cerveza como nexo de unión. Las dos temporadas de la webserie ‘Cañas’, protagonizada fundamentalmente por profesionales del arte dramático, le dieron a sus creadores el año pasado uno de los premios del festival madrileño Prado Real Web Fest –dedicado únicamente a estas series desarrolladas para ser distribuidas a través de Internet-.

“En el apartado de contenido, la tercera temporada de ‘Cañas’ está dando ahora sus primeros pasos y probablemente sea una realidad en 2017. En esta ocasión contaremos con la colaboración de directores y guionistas aragoneses, así como de creadores de webseries del país. Queremos que sea un gran ‘crossover’ que afiance a Aragón en el mapa de este género en España”, cuenta Guilherme Oliveira que, además de guionista y director, es productor y actor. Oliveira decidió, tras formarse en la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza y trabajar en diferentes obras y espectáculos, fundar junto a otros compañeros la productora de contenidos audiovisuales y teatrales Ocara, una de las pocas que se dedica al mundo de las webseries.

’40 Días’ ha supuesto una evolución, un salto profesional para este equipo multidisciplinar. Con una trama más compleja, el objetivo es profundizar en el universo del arte dramático. En palabras de su creador, con la historia del actor ecuatoriano Daniel, trata de “hacer un contraste de la visión del teatro a ambos lados del charco. Me gusta que la serie se desarrolle en un local de ensayo, el lugar donde el director y el actor buscamos manejar emociones y nos damos cuenta que algunas no se pueden manejar. Con esta ambientación pretendo acercar al espectador a los personajes que ya conocieron detrás de esas cañas, pero con una historia lineal y una estructura cuidada”.

En su primera webserie, las conversaciones eran lo más importante, por lo que a nivel técnico predominaba el plano contraplano. Sin embargo, con su segunda creación, han experimentado con planos, ritmos y localizaciones, y han abandonado el bar para grabar en lugares como debajo del Puente de Santiago o las calles de un nocturno barrio de Torrero. “Técnicamente hablando no es demasiado potente porque los recursos con los que contamos son escasos, pero tiene su punto. Ahora, ’40 Días’ sigue su camino creativo, finalizaremos la temporada en nuestro canal y después, distribuiremos en formato cinco capítulos y un montaje único con diferentes plataformas”, explica Guilherme.Un futuro festival

Bajo el paraguas de este grupo de profesionales se gestó a finales del año pasado el encuentro ‘Aragón, aquí hay webseries’, que ya en tres ocasiones ha puesto en contacto a creadores aragoneses con otros profesionales y público para compartir conocimientos y experiencias en torno a proyecciones y charlas sobre el género. Así, en este han participado nombres como Carlos Navarro, realizador y profesor en el Centro de Tecnologías Avanzadas de Zaragoza, que realizó ‘La Tabla’ junto a los alumnos del curso de Producción de webseries; o Julio Garma, director de uno de los festivales de webseries pioneros de España, el FEW-webfest. Desde Ocara, pretenden que esta iniciativa sea el preludio de un futuro festival de webseries en Aragón que “ponga de una vez a la comunidad en el mapa de las webseries nacional”.

‘Sofᒠes una comedia –género predominante en este sector- que narra la relación de tres jóvenes zaragozanos que comparten piso. También tiene sello aragonés y también fue protagonista en uno de los encuentros de ‘Aragón, aquí hay webseries’. Uno de sus creadores es David Doñate, que asegura que se decidió por este género cuando finalizó sus estudios audiovisuales y vio que “necesitaba algo que enseñar”.

‘Sofᒠempezó en febrero como un hobby de varios amigos y ha ido creciendo hasta convertirse en un contenido audiovisual que, dicen, gusta a la gente. “Los que estamos en este proyecto somos consumidores de webseries y eso nos condujo también a hacer algo propio, a desarrollar nuestras historias”, señala Doñate, que reconoce que se inspiraron en la exitosa ‘Malviviendo’: “Esta serie es a lo que todo creador del género aspira. Creas contenido porque te gusta hacer cine, poder vivir de ello es un sueño. El problema es encontrar quien pague por ello y lo distribuya”.Un mercado en plena madurez

El mercado de las webseries en Aragón está madurando. Así lo afirman quienes forman parte de esta industria que, como en el caso de ’40 Días’, todavía no es rentable. “El fenómeno ha llegado algo tarde, pero poco a poco las empresas se van interesando. Nosotros generamos contenido propio y hemos tenido que utilizar sistemas de financiación alternativos como el ‘crowdfunding’. Por ejemplo, ‘40 Días’ nos supuso unos gastos de 400 euros, y ‘Cañas’ costó aproximadamente 300. Sin embargo, para la tercera temporada, la idea es ya trabajar con patrocinadores”, indica Oliveira.

No obstante, también se encuentran en este universo audiovisual ejemplos de aragoneses que gracias a sus webseries han conseguido migrar a la televisión y hacerse un hueco en el medio. Es el caso del joven cineasta zaragozano Álex Rodrigo, que forma parte del equipo de dirección de la serie ‘Vis a vis’. Su webserie ‘Libres’ ha sido una de las que más premios ha acaparado a nivel internacional (en Los Ángeles, Vancouver, Roma, Madrid…), así como Atresmedia adquirió los derechos de emisión de su última creación, ‘El partido’.

La facultad fue el plató de su primera serie, ‘Pendiente de título’ (2008). “Poco tiempo después apareció en España ‘Malviviendo’, un icono que se rifaban los productores de televisión. Entonces había literalmente cuatro webseries en el país; a lo largo de los años han ido surgiendo muchas más”, recuerda Álex.

La meta de Rodrigo no ha sido llegar a la televisión, sino dedicarse a contar historias con la cámara en cualquier formato. “Con ‘Libres’ comprobé que la historia que yo quería reflejar interesaba a los demás. Ya con ‘El partido’, tuve la oportunidad de que mi material se visionase y, mediante la propuesta de Migue Amoedo –director de fotografía de La Novia y de ‘Vis a vis’- confiaron en mí para esta serie”.

Desde Madrid, el director ve en Aragón un territorio fértil para las webseries, pero también intuye un sector “que necesita salir de su endogamia”. Para Rodrigo, es necesario generar eventos como un festival de webseries, “ganchos para que la gente externa se acerque a este mundillo”. “Tenemos que saber posicionarnos distinguiéndonos de lo general, del típico contenido audiovisual que se suele consumir en internet. La webserie es a la serie, lo que el corto es al largometraje. Por eso, tiene que haber más proyectos profesionalizados y remunerados que convivan con autoproducciones, producciones amateur y producciones de cadenas de televisión”.

Mientras, Oliveira explica que, en Aragón, el público de las webseries suelen ser personas de entre 18 y 40 años que consumen este tipo de contenidos a través de diferentes plataformas como Flooxer, Freaklances Project, Infomix o YouTube. Aunque tiene claro que si las televisiones deciden apostar “fuerte” por este formato, las webseries llegarán a mucho más público.

“El espectador en Aragón es exigente; si algo funciona aquí, funcionará fuera. Ahora mismo, no creo que haya más de una decena de webseries en la comunidad, pero pienso que el escenario será mejor a corto plazo”, señala el creador de ‘Cañas’, que revela que, hace unos días, en la última edición del Prado Real Web Fest, se sorprendió al comprobar la formalidad y la madurez de este mercado, donde creadores, distribuidoras y productores se reúnen en busca de ideas originales: “Ahora hay bastantes empresas potentes interesadas en estos contenidos y formatos, algo que hace unos años era impensable”.