El fiscal mantiene que Ikram B. asesinó a dos de sus hijas y lo intentó con una tercera

El juicio contra Irkam B. por el presunto asesinato de sus hijas Sara y Marwa y la muerte frustrada de Riham ha quedado hace escasamente dos horas visto para sentencia.

Tras una intensa mañana en la que dos profesores de la Universidad de Barcelona han hablado del fenómeno de los genios Djinn y su reflejo en el Corán y la forma de combatirlos, y cuatro médicos forenses han expuesto sus informes sobre cómo cree que se produjo el fallecimiento de las pequeñas, el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia lo dejó visto para sentencia.

Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón, Salvador Baena y Eduardo Cantón, mantuvieron que la muerte fue de carácter homicida y que se causó por asfixia mecánica tapando los orificios bucales y nasales de las niñas al tiempo que se les presionaba el tórax. Así lo revelan las pruebas anatómicas que se practicaron tras la autopsia a Marwa, pues a Sara no se le llegó a practicar por una sucesión de errores y fallos de comunicación con los médicos.

Por su parte, los forenses de parte de la defensa, los doctores Delgado y Fernández Rodríguez, también concluyeron que la muerte se produjo por asfixia, aunque no por una acción violenta. Al final, tras descartar problemas genéticos, toxicológicos y metabólicos se abrió la posibilidad de que una forma de ocasionar la asfixia pudiera ser una forma inadecuada o un mal hábito a la hora de dar el pecho a las niñas, aunque quedó en una mera hipótesis.

Ikram B. usó su derecho a la última palabra para, entre sollozos, decir al tribunal, presidido por el magistrado Juan Alberto Belloch, que le dolía que dijeran que había matado a sus hijas, que las quería y que es totalmente imposible que las asfixiara.