El mercado del alquiler despega y la demanda se acerca a la oferta

La adquisición y reforma de pisos antiguos ha introducido nuevos activos, aunque insuficientes.

Cada vez más familias aragonesas viven de alquiler
Casi 30.000 familias aragonesas pasan a vivir de alquiler en los últimos dos años

Aunque la idea de meterse en una hipoteca a la primera de cambio continua arraigada en la sociedad española -sobre todo en comparación con los socios más notables de la Unión Europea-, lo cierto es que el alquiler ha ido ganando fuerza a lo largo de los últimos años. En este desperezamiento ha sido determinante el parón en la construcción y la dificultad de acceder a la financiación bancaria, si bien ahora ambas vuelven a reactivarse. Según el último barómetro del Eurostat, el 21,2% de españoles ya reside en viviendas arrendadas, más del doble que antes del pinchazo de la burbuja. En Aragón, según fuentes del sector, la tendencia es pareja.


La oferta en la Comunidad, de hecho, empieza a quedarse corta. "Si se pone un piso en alquiler y está en buenas condiciones, en una ubicación normal y el precio es razonable, lo habitual es tenerlo arrendado en dos meses. La demanda ya casi supera la oferta", subraya Fernando Baena, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria en Aragón.


Entre los arrendatarios, abunda Baena, ocupan un puesto destacado "los jóvenes de entre 25 y 30 años que no tienen ahorros y no quieren ni pueden atarse a una hipoteca por su situación precaria, y que además se enfrentan a una fiscalidad, la española, que ayuda bien poco". Pero también se suman al alquiler "familias que no gozan de una economía ni una estabilidad que facilite la compra de una vivienda".


El reajuste en los precios ayuda. El precio medio por metro cuadrado se ha fijado en Aragón en 6,50 euros al cierre de abril, muy lejos de los 10,85 euros que se pagaban en 2008, según el índice mensual que elabora Fotocasa. "El mercado del alquiler está registrando un fuerte dinamismo en los últimos años y eso se está trasladando a los precios. El 60% de los propietarios que el año pasado alquilaron una vivienda no tuvieron que bajar el precio de oferta inicial para arrendarlo y el 90% encontró un inquilino en menos de seis meses", explica Beatriz Toribio, responsable de Estudios de Fotocasa.


"Pese a la reapertura del crédito son todavía muchos los españoles que se ven obligados a alquilar ante la imposibilidad de poder costearse la compra de una vivienda por su situación económica y laboral. Y, además, apreciamos que ha habido un cambio de mentalidad en nuestro país a favor del alquiler que también se está notando en el mercado", añade.


Otra tendencia pujante que va de la mano del alquiler es la adquisición de viviendas para su reforma. En este sentido, en las inmobiliarias se está apreciando un fuerte movimiento, que se refleja en las cifras: el año pasado creció un 37% la compraventa de vivienda usada. La idea de los compradores es rehacerla, hacerla habitable y ponerla en el mercado de alquiler.


El presidente de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria en Aragón, Fernando Baena, indica que "en estos momentos es bastante común la figura del pequeño inversor que compra un piso de entre 50.000 y 100.000 euros y acomete una reforma para dejarlo en unas condiciones dignas para el arrendatario. No se dejan pisos de lujo, pero sí para entrar a vivir. En poco tiempo se consigue una ganancia razonable".


Las ayudas que ha puesto en marcha la DGA han influido en ello. En los últimos años se han convocado subvenciones tanto para la rehabilitación de pisos como para promover el arrendamiento, también a través de alquileres sociales. Las ayudas públicas para la adecuación de viviendas alcanzan hasta los 11.000 euros. Por otro lado, el Gobierno autonómico y el Ayuntamiento de la capital aragonesa están ahora a la caza de 1.300 pisos vacíos que puedan ser alquilados por familias con rentas bajas o en una situación delicada.

Seguros de alquiler

Un movimiento peculiar del mercado del alquiler es el fuerte crecimiento de los seguros por impago, que han ido ganando espacio frente a los avales bancarios. "Aunque ya existían desde hace un tiempo, ha cambiado la cultura y el modelo en sí. Han bajado sus precios y son más económicos, suponiendo a en torno a un 4% de la renta anual", comenta la directora general de la Asociación para el Fomento del Alquiler y Acceso a la Vivienda (Arrenta), Mercedes Robles.


"Estos seguros se firman por 6 ó 12 meses y cubren las rentas impagadas, pero también los gastos judiciales en caso de pleito y los actos vandálicos dentro del inmueble hasta unos 3.000 euros", concluye.

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