​El mudéjar y la pintura gótica, el arte "verdaderamente aragonés"

Investigadores de patrimonio abordan en Tobed la cuestión de la identidad y la reidentidad de las piezas desplazadas de sus lugares de origen.

La iglesia de Tobed acogió las conferencias inaugurales del Congreso de investigación de patrimonio 'De la identidad a la re idendidad'
La iglesia de Tobed acogió las conferencias inaugurales del Congreso de investigación de patrimonio 'De la identidad a la re idendidad'
M. P.

¿Cuáles son nuestros caracteres como identidad artística? ¿Existe un arte nacional, aragonés, comarcal, local? El arte, los bienes, atesoran una características específicas con las que nos sentimos identificados. Estas son algunas de las premisas que el catedrático emérito de Historia del Arte, Gonzalo Borrás, expuso en la conferencia inaugural del Congreso de Investigación del Arte 'De la identidad a la re identidad', que este fin de semana se celebra en el municipio de Tobed.


Durante todo el fin de semana, el evento aborda las posibilidades de utilización de los bienes histórico-artísticos como motor de desarrollo y la repercusión que tienen en los habitantes y en las actividades económicas del medio rural, con ponentes y asistentes de distintos puntos de España. Más en concreto, el congreso trata las consecuencias que tiene un fenómeno tan repetido en el medio rural como el traslado de bienes muebles –retablos, pinturas, esculturas e incluso partes de los propios edificios–, que son sacados de los espacios arquitectónicos que ocupaban originalmente y llevados a una nueva ubicación, normalmente, un museo o una colección privada.


"Hay identidades que se pueden perder, e identidades que se pueden recuperar", reflexionó Borrás, quien en relación con la pérdida y desplazamiento de obras de arte subrayó que "no es lo mismo que se pierdan unas campanillas de plata que lo que hemos considerado parte de nuestra identidad", e incidió en el término de la importancia de las "identidades culturales". En este sentido, explicó que "solo la pintura gótica de la Corona de Aragón y el mudéjar tienen rasgos que se pueden acotar verdaderamente como aragonés".


Asimismo, incidió en que "la identidad se pierde y se recupera" y puso como ejemplo cómo la techumbre de la catedral de Teruel fue tapada con bóvedas de cascarón y se recuperaron al ser dañado el edificio y redescubierta durante la Guerra Civil.


Por su parte, Eduard Carbonell, catedrático profesor emérito de la Universidad de Girona y ex director del Museo Nacional de Arte de Cataluña reflexionó sobre la identidad del arte contemporáneo - "es cada museo el que define el concepto de contemporaneidad", afirmó-, y abordó diversos casos de reidentidad de obras de arte, como las distintas posibilidades de recuperar y reinterpretar piezas y pinturas perdidas - recuperando solo fragmentos, con sistemas audiovisuales o haciendo nuevas interpretaciones-, así como diversos casos de situaciones de arte que alcanza renovadas visiones en palacios y museos de nueva planta.

'The Cloisters', "parodia de conjunto monástico"

Especialmente esperada era la intervención de José Miguel Merino de Cáceres, este sábado, arquitecto y catedrático emérito de la Universidad Politécnica de Madrid, experto en las colecciones del magnate de los medios de comunicación William R. Hearst y de arquitecturas españolas trasladadas entre el siglo XIX y XX a los Estados Unidos.


De Cáceres realizó un interesante repaso crítico a la construcción y montaje de la sección de arte medieval del Metropolitan de Nueva York, The Cloisters, inaugurado en 1938 a partir de fragmentos de monasterios franceses y catalanes, que describió como "una acumulación de estancias que en absoluto ilustran al visitante sobre el sentido de un monasterio medieval. Es la gran parodia de un conjunto monástico", afirmó. Para el experto, esta construcción constituye el paradigma de 'elginismo', término acuñado por Lord Byron como crítica al traslado de los mármoles del Partenon , y que se ha extendido para designas las prácticas de movilización de edificios y secciones arquitectónicas que se destinó especialmente a museos y colecciones norteamericanas.


De Cáceres explicó el papel de William R. Hearst como coleccionista, sus desmanes y la suerte que corrieron las entre 40.000 y 50.000 piezas que se calcula que pudo llegar a comprar el que, más que como coleccionista, se ha definido como "acumulador de arte". Contextualizó algunas de las piezas aragonesas con las que se hizo el magnate de los medios de comunicación y también recordó la atribulada historia del Palacio de la Infanta y su patio.


En la jornada del sábado, también intervino Jesús Criado Mainar, profesor de la Universidad de Zaragoza que trató la transformación del espacio del claustro de la catedral de Tarazona, y la periodista Mercedes Penacho, que abordó la situación de algunas piezas aragonesas en algunos de los museos y mansiones de los grandes magnates americanos.


Este domingo continúa la jornada de las sesiones con el bloque de ponencias 'Un lugar nuevo', que impartirá Victoria E. Trasobares Ruiz, y las comunicaciones de Alex Garris Fernández, investigador de la Universidad de Zaragoza; Isabel Soria Irisarri, investigadora y técnico cultural de la DPZ, el ceramista Fernando Malo y Javier Martínez González, investigador y director Escuela de Violeros de Zaragoza.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión