David, el bebé que venció al cáncer de mama, celebra su primer Día de la Madre

Su caso fue el primero en Aragón en el que se utilizó la técnica del diagnóstico genético preimplantacional para evitar la mutación del gen BRCA2.

David, que ahora tiene seis meses, nació libre de la mutación de un gen del cáncer de mama.
David, que ahora tiene seis meses, nació libre de la mutación de un gen del cáncer de mama.
M.D.

David tiene seis meses y este domingo celebra su primer Día de la Madre. Aunque él todavía no es consciente de ello, sus padres viven este día con especial ilusión, ya que su caso se ha convertido en un ejemplo de esperanza para muchas familias, al ser el primer niño nacido en Aragón sin la mutación de un gen que provoca el cáncer de mama.


David vino al mundo el pasado 17 de octubre en el hospital Miguel Servet de Zaragoza. Gracias al diagnóstico genético preimplantacional al que se sometió su madre, Marta Doñate, todo fue muy bien y es un niño sano, que crece feliz junto a su familia que le adora. Sin embargo, su suerte podría haber sido muy distinta si sus padres no hubieran luchado por conseguir la mejor calidad de vida posible para él.


No fue fácil, pues la mamá de David era portadora del gen hereditario BRCA2, uno de los causantes del cáncer de mama. Marta Doñate y su hermano ya habían heredado este gen de su madre, que falleció a consecuencia de esta enfermedad, al igual que dos de sus tías abuelas y un tío abuelo. Por tanto, las probabilidades de que el hijo de Marta también heredara la mutación de este gen eran muy elevadas. Según los médicos, el riesgo era de entre un 60 y un 80% en el caso de una mujer y de un 10% en el de un varón. Además, en niños, el gen también podía mutar en un cáncer de próstata. “Queríamos cortar esta enfermedad en la familia”, señala Marta Doñate, madre de David.


Cuando ella y su marido decidieron tener un hijo, quisieron cerciorarse de que este no iba a heredar un gen que podía causarle tanto daño. “Quizá pueda tener otra enfermedad, pero esta se la hemos querido evitar, porque es muy dura”, destaca Marta. Para ello, buscaron mucha información, hasta que encontraron la que podía ser la solución: el diagnóstico genético preimplantacional, una técnica que permite seleccionar embriones generados previamente en un ciclo de fecundación in vitro, libres de la mutación del gen. Sin embargo, esta práctica nunca se había llevado a cabo en Aragón.


En su profusa investigación, dieron con los doctores José Antonio Duque y Ricardo Navarro, de la clínica Gobest de Zaragoza, que les ofrecieron la posibilidad de aplicarla. Pero primero, necesitaban la aprobación del caso por parte de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida Humana y del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón


Finalmente, consiguieron el visto bueno de la Comisión, lo que se convirtió en un precedente en España. “Al tratarse de una enfermedad con la que no se nace, nos costó mucho que nos dieran el permiso, ya que, en realidad, luego puede desarrollarse o no, pero las probabilidades eran muy altas”, apunta la madre de David.


Los doctores Duque y Ricardo consiguieron generar siete embriones, de los cuales cuatro eran portadores de la enfermedad. Entre los otros tres, seleccionaron uno para ser implantado en el útero de Marta y mantuvieron dos criopreservados por si Marta decidiera tener más hijos, aunque, por el momento, ella y su marido se han “plantado”, dice.


Un ejemplo de esperanza

Hoy, con David en sus vidas, Marta y su marido se sienten “muy contentos de haber logrado evitar esta enfermedad”. Su caso se ha convertido en el paradigma esperanzador de muchas familias. “Me gustaría y me alegraría mucho que, a partir de nuestro caso, se puedan evitar otros, porque sé cómo se pasa...”, confiesa Marta Doñate.


“Cuando salió a la luz, contactó conmigo una chica de Ciudad Real que, a través de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), había conocido la noticia. Me preguntó por Facebook para ver cómo lo habíamos hecho. También me dijeron los doctores que había ido gente a preguntar a la clínica y sé que a la Seguridad Social también”, relata.


Este domingo, David y sus papás celebran su primer Día de la Madre juntos y “con mucha ilusión”. “Aunque todavía es muy pequeño, aún no me felicita”, bromea Marta. Pese a ello, “saber que David no va a tener cáncer de mama ni de próstata” es para ella y su marido el mejor regalo en este día.


Su solidaridad, aunque no les gusta “hacer publicidad” de su caso, les ha llevado a compartir su historia con la sociedad, para que otras familias en su situación sepan que existe una alternativa y que, hoy en día, hay enfermedades que se pueden evitar. “Que no pierdan la esperanza, que aguanten, que al final se consigue. Mientras haya una esperanza... vale la pena la pena traer al mundo un bebé así”, confiesa Marta Doñate.

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