Casi 67.000 aragoneses con más de 65 años viven solos

Esta cifra cada vez es mayor, pero la composición sigue igual: más de la mitad son mujeres viudas.

Uno de cada cuatro vecinos de la Unión Europea tiene más de 65 años.
Casi 67.000 aragoneses con más de 65 años viven solos
Laura Uranga

La población aragonesa sigue envejeciendo y, por ello, cada vez son más las personas que viven solas después de superar los 65 años. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 66.900 mayores de 65 años viven sin compañía en Aragón. Esta cifra se ha incrementado un 8,6% en comparación con el año anterior. “La principal razón es que cada vez hay más personas mayores debido a las mejoras en las condiciones sociales y sanitarias”, subraya Paloma González, presidenta de la Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología.


Por estas razones se produce una disminución de la mortalidad y un retraso de la dependencia. Prueba de ello es que, cada año, la esperanza de vida va creciendo -aunque en 2014 descendió ligeramente debido a los recortes sanitarios-. En estos momentos, una persona con 65 años todavía tiene una esperanza de vida de 21 años más, es decir, que es probable que viva hasta los 86 años. Esta edad varía dependiendo del sexo de la persona, puesto que los hombres continúan teniendo menos esperanza de vida que las mujeres.


Como consecuencia casi tres cuartas partes de los mayores de 65 años que viven solos son mujeres y el 80% de ellas son viudas. Por su parte, los hombres solo forman una cuarta parte y la gran mayoría o son viudos -44%- o solteros -25%-. “Al hecho de que las mujeres tienen una mayor esperanza de vida, hay que unirle la realidad de que en los matrimonios de antes era común que el varón fuera varios años mayor que la mujer, con lo cual el número de años que ellas pasan solas es bastante superior al de ellos”, puntualiza González.


La Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología advierte que el hecho de vivir solo, no se deber convertir en estar aislado. “Estas personas deben intentar tener la mayor red social posible”, recalca González. Desde su punto de vista, para mantener la mejor calidad posible a pesar del paso de los años, lo más recomendable es comer sano, realizar actividad física y tener amigos y familiares a los que visitar y que te visiten. “Como dice el refranero: poco plato, mucho trato y mucha suela de zapato”, recalca.


Asimismo, subraya que es necesario que estas personas acudan a su médico de cabecera y su enfermera todo lo necesario para intentar prevenir cualquier enfermedad y retrasar lo máximo posible la llegada de la dependencia. “Nuestro objetivo es atender a los ancianos para conseguir un envejecimiento de calidad, que la jubilación no equivalga al aislamiento social y al rechazo, sino todo lo contrario”, subraya.


Para lograr que estas personas mantengan su autonomía durante el mayor tiempo posible, el Gobierno de Aragón está poniendo en marcha diferentes opciones recogidas en la ley de la dependencia y cuyo objetivo era ayudar a los dependientes de primer grado, es decir, aquellos que suelen poder vivir solos. Por ejemplo, a partir del próximo mes, llegará a los dependientes zaragozanos la ayuda a domicilio. Este avance se une a otros acuerdos que está firmando el departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales con diversas comarcas para ampliar el presupuesto y el número de horas mensuales.


Además, desde diciembre se puso en marcha el Programa de Autonomía Personal en las residencias de Borja y Barbastro. Allí se les realiza sesiones de fisioterapia, terapia ocupacional y apoyo emocional a las familias. También se están mejorando la teleasistencia, que espera ayudar a 1.000 personas en este año. "Todos estos servicios son muy positivos ya que permiten que estas personas puedan seguir valiéndose por si mismas, sostiene González. 

¿Teleasistencia con sensores?

Los avances para conseguir una mayor independencia entre las personas con edades más elevadas son constantes. Por ejemplo, un grupo de aragoneses creó hace un año un dispositivo que, a través de unos sensores situados en diferentes puntos del hogar, permite saber si una persona está realizando sus prácticas diarias o tiene un comportamiento extraño. Si alguien realiza un movimiento anómalo, salta la alarma. De este modo, no es necesario que la propia persona sea la que avise, como ocurre con otros sistemas de teleasistencia.

¿Cómo viven los mayores de 65 años?

Según los datos del INE, casi la mitad de los aragoneses mayores de 65 años -45,95%- viven en pareja y sin ningún hijo, mientras que una cuarta parte están solos. El resto conviven con otros miembros de su familia. Casi el 13% de estas personas continúan viviendo con su pareja y con algún hijo, mientras que el 8% lo hacen con los hijos. Otro 7% viven con algún otro pariente, como podría ser un hermano, y el 0,7% con alguien que no es familiar.

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