Cuando Gonzalo Hijos terminó el examen del MIR no se imaginó que su nota iba a ser la décima mejor del país. “Salí desconcertado porque había sido una prueba un poco extraña, ya que habían cambiando la estructura habitual. Sabía que me había salido bien, aunque nunca me imaginé que tendría tan buena nota”, subraya. Por ello, varios días después de conocer la noticia, se muestra sorprendido ante los resultados. “Todavía no me lo creo”, puntualiza.

Este joven zaragozano de 24 años finalizó sus estudios de medicina el pasado mes de junio y desde entonces no ha dejado de prepararse el MIR. “Durante el sexto año de carrera, entre el Trabajo Fin de Grado (TFG) y las prácticas, fui realizando algún esquema, preparando algún tema que suele ser importante en el MIR, pero no fue hasta que terminé cuando realmente me puse a estudiar”, recalca. Su rutina era clara: ocho horas al día durante seis días a la semana. El domingo era el único que tenía de descanso.

“Cada día solía empezar sobre las 8.30 y paraba alrededor de las 19.00, con un descanso para comer, y después desconectaba”, explica. Para relajarse, sus mejores aliados fueron el deporte, su familia y amigos. Todos los días iba a entrenar -corrió la Maratón de Zaragoza- y después solía dar una vuelta con sus amigos. “Me han apoyado mucho durante este tiempo. Han tenido que organizarse sus vidas para poder adaptar sus horarios al mío y eso me ha ayudado mucho”, reconoce.

Estudio, deporte, familia, amigos “y un poco de suerte”. Esta fue la fórmula del éxito para Gonzalo. “Cuando se empezó a acercar el día ya solo quería que llegara, estaba cansado de tanto estudiar y quería quitármelo de encima”, reconoce. Por ello, el día de la prueba no tuvo los nervios típicos que le asaltaban durante los exámenes de la carrera. Y quizás eso también ayudó.

Ahora está descansando, evaluando las opciones que tiene por delante, ya que el próximo 20 de abril deberá decidir su destino para los próximos años. “Siempre he querido ser médico y durante estos años me han interesado casi todas las especialidades, pero ahora tengo bastante claro que me decanto por el aparato digestivo”, explica. Por ello, su gran duda se encuentra en el lugar para realizar la residencia. “Por un lado quiero quedarme en Zaragoza, es mi ciudad y me encanta; pero por otro, me gustaría probar nuevas experiencias en Madrid”, sostiene.

Como él, decenas de médicos aragoneses intentarán hacerse con una plaza de residencia en algún lugar de España. De hecho, otros cinco egresados de la Universidad de Zaragoza se encuentran en una privilegiada posición para optar a la plaza que más les interesa el próximo 20 de abril, ya que se encuentran entre las 100 mejores notas MIR. Andrea Espiau, Marta Molins, Teresa Borderías, Javier Jimeno y María Hernández son los otros zaragozanos que han destacado por sus buenos resultados en esta prueba.

Todos ellos podrán optar a una de las 6.098 plazas que había en España, de las cuales 199 son en algún hospital o centro sanitario de Aragón.

EIR, FIR, BIR... eligen a partir del 14 de abril

Aunque los médicos no empiezan a escoger un destino hasta el 20 de abril, químicos, radiofísicos, biólogos y psicólogos toman esta decisión el día 14, mientras que los farmacéuticos lo hacen el 15 y los enfermeros entre el 18 y el 19. De hecho, entre el grupo de los mejores enfermeros del país también se encuentran algunos antiguos alumnos de la Universidad de Zaragoza. De hecho, según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales, un total de cinco aragonesas están entre las 100 mejores notas del EIR. Lidia Salas, Beatriz Castellote, Laura Villalba, Blanca Arche  y Lucía López serán las primeras aragonesas en decidir su futuro.

Estas jóvenes deberán decantarse por alguna de las 968 plazas que hay libres en todo el país, de las cuales 32 se corresponden a hospitales o centros de salud aragoneses. En farmacia hay 218 plazas en España, 129 para psicólogos, 37 para biólogos, 32 para radiofísicos y 20 para químicos.