Más policías en el barrio madrileño de Tetuán tras la agresión a once agentes
Los vecinos del distrito tratan de recuperar la calma.
La agresión de un grupo de dominicanos a varios agentes de la Policía el pasado sábado no ha dejado indiferente al distrito madrileño de Tetuán ni a sus vecinos, que tratan de recuperar la calma mientras la presencia policial se hace notar cada vez más en sus calles.
En la calle Jerónima Llorente, donde hace cuatro días once agentes fueron agredidos por un grupo de nacionalidad dominicana, alrededor de siete coches policiales se amontonan en doble fila bajo la curiosa mirada de los vecinos del lugar.
En la taberna que hace esquina, dos parroquianos afirman que la presencia policial siempre ha sido habitual en el barrio, pero que a raíz de la batalla campal de la madrugada del sábado al domingo, la Policía recorre con más frecuencia la zona.
Ambos restan gravedad al asunto y aseguran que, a pesar del violento episodio, "Tetuán no es un barrio conflictivo". Eso sí, admiten que "cuando hay peleas son grandes, ya que es una caldera que puede explotar".
De hecho, a pesar de su inicial mensaje tranquilizador, uno de ellos dice que "es mejor prevenir que curar" y por eso, nunca suele salir de noche por algunas calles de la zona". Eso, afirma, lo tiene claro.
En una de esas calles hay un parque infantil en el que en una de sus paredes se puede leer: "Somos sombra" y donde, según un vecino, jóvenes dominicanos "que han crecido aquí" se reúnen a jugar a las cartas y al dominó.
Este ciudadano discrepa con los dos clientes del bar al asegurar que Tetúan, un barrio en el que uno de cada seis habitantes son extranjeros -26.072 de 153.113-, es peligroso y que lo sucedido el pasado sábado "está a la orden del día".
Se trata, según otro vecino de la zona, de origen dominicano, de "una situación compleja". Este hombre denuncia lo sucedido con rotundidad y pide que no se extienda un estigma sobre todos sus compatriotas que viven en Madrid.
"Yo, como dominicano, repudio hechos como éstos y no los puedo tolerar", asevera duramente.
Julián y Manolo, dos vecinos de Tetuán "de toda la vida", continúan con la versión oficial de que no se trata de un barrio violento y que "se puede andar por la calle tranquilamente". Sin embargo, reconocen que suele haber peleas y robos los fines de semana, sobre todo por la noche.
Hay una cuestión que le preocupa especialmente a Julián y es que no entiende "por qué los chicos tienen que salir a la calle con navajas". Por eso, le pide a las autoridades que aumenten los registros por la zona para evitar que se repitan episodios tan violentos como el ocurrido.
Petición que es recogida por los agentes de Policía. En concreto, un miembro de la Unidad de Protección Integral afirma que vienen a Tetuán a reforzar la seguridad en una zona "de alta conflictividad".
A pesar de la intención de los agentes y de la aparente tranquilidad de los vecinos del barrio, lo cierto es que la gran parte de los que han opinado sobre el asunto han preferido no dar sus nombres. Algunos por miedo a que les pudiesen reconocer.
El aumento de la presencia policial en el barrio se debe también al refuerzo de la vigilancia de la Policía Nacional en algunas zonas de Madrid para evitar que las bandas latinas protagonicen incidentes como el del pasado sábado en Sol, en el que murió apuñalado un menor de 15 años.
Así lo han explicado hoy en rueda de prensa el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández, y el inspector jefe de Bandas Latinas, Ricardo Gabaldón, junto con la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa.
En el caso del episodio de Tetuán, el resultado fue de 11 agentes heridos y 6 detenidos, cuatro hombres y dos mujeres de origen dominicano de entre 19 y 48 años, de los que uno se encuentra en prisión sin fianza y a los que se les investiga por los presuntos delitos de atentado a la autoridad, riña tumultuaria y lesiones.
