Sesenta y cuatro municipios gastaron más dinero del que ingresaron

Un reciente informe del Ministerio de Hacienda señala a los ayuntamientos que incumplieron el objetivo de estabilidad. Es decir, aquellos que gastaron más dinero del que ingresaron en el ejercicio 2014 (es el último disponible) e incurrieron así en un quebrantamiento del estrecho marcaje financiero-económico al que viene sometiendo a los ayuntamientos, desde prácticamente el inicio de la pasada legislatura, el departamento que dirige Cristóbal Montoro. En Aragón hay 64 municipios en esta situación.

Teniendo en cuenta el total de ayuntamientos de la Comunidad, el porcentaje de incumplidores supone un 8,7%. Así pues, se puede decir que la inmensa mayoría de consistorios aragoneses respeta la línea marcada por Montoro.

Y eso que se trata de unas reglas del juego que no tienen en cuenta otros factores más allá del “tanto se ingresa, tanto se puede gastar”. Es decir, que el ministerio obvia que los ayuntamientos, en un determinado momento, a la hora de gastar echen mano de sus ahorros de otros ejercicios. También que no deban dinero a los bancos u otros acreedores.

El caso de Calatayud

La mayoría de las poblaciones que no cumplieron el mandato de Hacienda tenían menos de 1.000 habitantes. El ayuntamiento más grande en esta situación es Calatayud. Precisamente, su situación retrata la elevada exigencia de la normativa. Rafael Rincón, concejal de Hacienda y Régimen Interior del Ayuntamiento bilbilitano, explica que el quebrantamiento del llamado objetivo de estabilidad se situó “en torno a 100.000 euros”. Rincón lo califica como un “desfase técnico”.

“Utilizamos parte del remanente de tesorería del ejercicio, que fue positivo, en aumentar el gasto social y en materia de empleo. El caso es que el remanente no contabiliza como ingresos, pero sí como gasto. De ahí el desfase”, abunda Rincón. El concejal valora que, teniendo en cuenta que el presupuesto municipal se sitúa en torno a 22 millones, estos 100.000 euros no representan un gran incumplimiento. Además, afirma que “ya se ha corregido”. “Las previsiones que se recogen en el informe de Intervención indican que tendemos a la estabilidad presupuestaria”, añade.

Rincón indica que Hacienda no les ha penalizado de ninguna forma por el desfase y que utilizaron el remanente en ampliar las referidas partidas “porque en ese momento lo consideraron necesario”.

Mención a parte han de tener aquellos municipios que ni siquiera enviaron los correspondientes datos económicos al ministerio. En esta situación están 62 localidades aragonesas.

Mejora de los datos

La relación de todos los municipios y sus saldos no financieros (cantidad que determina el cumplimiento o no del objetivo) va acompañada de un informe donde los técnicos del ministerio analizan la situación del ejercicio 2014 y la del periodo 2012-2014. “En los tres últimos años de los que se dispone datos de liquidación anual (2012-2014), las entidades locales han mejorado sustancialmente su situación financiera”, arranca el documento.

Se dispone de información “para la mayor parte de municipios, provincias e islas”, dice Hacienda hablando del mayor grado de compromiso de las entidades a la hora de facilitar datos de su economía. Pero lo más importante es que esa información “globalmente” es buena, porque “se ha pasado de una situación de saldos no financieros negativos a otra de saldos positivos”. El número de las que presentan saldos no financieros negativos se han reducido casi a la cuarta parte, consta en el informe.

Cristóbal Montoro ha tenido que escuchar cómo algunas entidades le solicitaban mayor flexibilidad en las normas que impone a las entidades locales. La Diputación Provincial de Zaragoza, por ejemplo, aprobó por unanimidad una resolución en la que solicitaba al Gobierno central flexibilizar las condiciones de aplicación del techo de gasto en los municipios saneados y que "han hecho sus deberes" en los años de crisis.

El informe de Hacienda también incluye, precisamente, datos de las diputaciones provinciales y su ajuste al objetivo de estabilidad. En el caso de las aragonesas, las tres cumplieron con el objetivo marcado.

Los municipios que incumplieron el objetivo de estabilidad

En Huesca: Albero Bajo, Alcalá de Gurrea, Arén, Argavieso, Azara, Azlor, Baélls, Bárcabo, Camporrélls, Candasnos, Castillonroy, Jasa, Laperdiguera, Peraltilla, Perarrúa, Pertusa, Poleñino, La Puebla de Castro, Puértolas, Siétamo, Torrente de Cinca, Torres de Alcanadre, Valfarta y Beranuy.

En Teruel: Beceite, Castel de Cabra, La Cerollera, Corbalán, Ejulve, Escorihuela, Jorcas y Torre de las Arcas.

En Zaragoza: Alfamén, Anento, Atea, Bagüés, Belchite, Berrueco, Botorrita, Calatayud, Castejón de Alarba, Clarés de Ribota, Codos, Fabara, Figueruelas, El Frago, Gallocanta, Lechón, Mainar, Malón, Maluenda, Mediana de Aragón, Mesones de Isuela, Monterde, Morés, La Muela, Murillo de Gállego, Nigüella, Pastriz, Pomer, Trasmoz, Val de San Martín, Velilla de Jiloca y Villanueva de Jiloca.