La DGA apuesta por las comarcas y las diputaciones, pero revisadas

El consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, ha dicho que el modelo de organización territorial que defiende el ejecutivo pasa por la apuesta absoluta por el municipalismo y la coexistencia de comarcas y diputaciones, revisadas y modernizadas para que cumplan con su cometido de apoyo a los ayuntamientos.

Guillén ha comparecido este jueves ante el pleno de las Cortes, a petición de Podemos, para explicar la política territorial que defiende el ejecutivo y, en concreto, su posición sobre la estructura comarcal.

La supresión de las diputaciones provinciales, contenida en el pacto suscrito por PSOE y Ciudadanos en el ámbito nacional para el apoyo de los segundos al secretario general de los primeros, Pedro Sánchez, en el debate de investidura, ha sobrevolado el debate en el parlamento autonómico.

PP y PSOE han defendido su permanencia debido a que son, según el consejero socialista Vicente Guillén, unos adecuados instrumentos de "apoyo y colaboración" para los ayuntamientos y defendiéndolas, "se defiende el mundo rural y los pequeños municipios".

Desde el resto de grupos, sobre todo en Ciudadanos, han puesto de manifiesto la contradicción interna del PSOE respecto a este asunto.

Ramiro Domínguez, de C's, ha lamentado el "cacao" y el "galimatías" al que se enfrentan los socialistas, y ha defendido su modelo, basado en tres estructuras de poder (Estado, municipios y autonomías), que obvie también las comarcas, que aunque prestan servicios "muy válidos" se han convertido en "un corral".

Sirven, por ejemplo, según ha dicho, para construir "campos de fútbol para jugar partidos de solteros contra casados" o para hacer "campos de pádel" en municipios de treinta habitantes y "parques en sitios donde no hay niños".

Guillén ha recordado, por su parte, que existen en la comunidad dos niveles competenciales: los municipios y el gobierno autonómico, pero que por el propio carácter del territorio, se requiere la articulación de organismos de intermunicipalidad que asuman competencias por delegación.

Y las comarcas, ha reconocido, nacieron "con un defecto", al estar impulsadas por una "decisión política" y no, en la mayoría de los casos, por decisión de los ayuntamientos.

En este sentido, ha dicho que hay que "pararse a pensar" cómo ha sido su funcionamiento y eliminar cualquier "carga política".

Pero "para nada" el Gobierno de Aragón quiere que desaparezcan, sino "despolitizarlas al máximo".

Para la diputada de Podemos Maru Díaz son una "obsoleta maquinaria de caciquismo" y deben dar paso a una "nueva estructura, basada en las comarcas y que impulse un "municipalismo sano", con consejeros comarcales elegidos por elección directa y "más transparentes".

El problema que tienen las comarcas, ha asegurado, se debe a que éstas se han desarrollado "a la luz de las madrastras que son las diputaciones provinciales".

Desde el PP, el portavoz del grupo, Roberto Bermúdez de Castro, ha evidenciado una contradicción de Ciudadanos, que ostenta la alcaldía de Villanueva de Gállego (Zaragoza), en la persona de Mariano Marcén, diputado provincial que ha asegurado que va a defender estas instituciones "hasta el final".

Y ha dicho que habría que buscar una fórmula para que estas instituciones intermedias funcionen más como prestadoras de servicios que como "agencias de colocación".

En la eliminación de las diputaciones también coinciden en CHA -socios del PSOE en el Gobierno de Aragón-, cuya diputada Carmen Martínez ha apostado por las comarcas, aunque desde el reconocimiento que deben de ser "revisadas" porque no funcionan como sería deseable.