"Lo pasamos muy mal", asegura Abelina después de estar casi 24 horas incomunicada con su marido enfermo. Ambos viven en Monforte de Moyuela, en la provincia de Teruel. Este municipio, al igual que Loscos -donde había un paciente con insuficiencia respiratoria- estuvo incomunicado hasta el domingo al mediodía por el temporal de viento y nieve que asoló la provincia. "Nunca había visto nada igual. Había una gran ventisca", puntualiza. 

Gerardo, de 57 años, empezó alrededor de las 17.00 a tener problemas para orinar. "Al estar incomunicados, decidimos llamar al 112 y aunque nos decían que vendrían las quitanieves para que el médico pudiera llegar al municipio, nunca aparecieron", relata. Por eso, a eso de las 22.00, el médico les dijo en una conversación telefónica que la única solución era que acudieran al consultorio en busca de una sonda. 

"El médico nos mandó imágenes a través de 'whatsapp' para que supiéramos lo que teníamos que buscar y los chicos del bar fueron al consultorio para traer la sonda a casa. Así, entre la información que me daba el médico y las indicaciones de mi marido conseguí ponerla", especifica. A partir de ese momento, la situación se relajó. "Pudo orinar y empezó a mejorar", subraya. 

El domingo al mediodía, finalmente llegó la quitanieves y Gerardo pudo ser atendido por un médico y una enfermera. "Me felicitaron por lo bien que lo había hecho, pero si no me hubieran ayudado, hubiera sido imposible", reconoce. Para ella, esas 24 horas fueron muy complicadas. "Es la primera vez que estábamos incomunicados y no entiendo cómo con un enfermo no te traen una quitanieves aunque sea de otra comarca", lamenta.