Retos para valientes con mucha hambre y más estómago

Los restaurantes aragoneses empiezan a popularizar los retos gastronómicos.

Un valiente posa con la hamburguesa del Veltins... ¿logró acabarla?
Un valiente posa con la hamburguesa del Veltins... ¿logró acabarla?

Elija el adjetivo que prefiera: comilón, tragaldabas, glotón o tripero. Cualquiera es válido si el ánimo le da para llenar el estómago con un kilo de carne con pan, guarnición y bebida. Y si al rebañar un plato así de generoso aún tiene apetito suficiente como para pedir postre, está usted de suerte: los retos gastronómicos empiezan a generalizarse en Aragón.


Si en 1964 HERALDO contaba el caso del alemán que se metió 30 ranas entre pecho y espalda para ganar una apuesta -y una obturación intestinal de regalo-, ahora la manduca estrella en estas lides es la hamburguesa.


Los tamaños que se proponen asustan a quienes se sacian rápido. En la capital aragonesa lleva tres años funcionando el reto de la cervecería Veltins Arena (Pablo Gargallo, 35), que propone a los estómagos de hierro que se acaben un bocadillo descomunal: un kilo y medio de hamburguesa en la que solo la carne ya pesa 850 gramos. Al filete ruso se unen, en tamaño festival de la caloría, tres huevos fritos, cebolla, bacon y lechuga.


El comensal dispone de veinte minutos para no dejar ni una miga. Si lo consigue, la cuenta corre por cuenta de la casa. En caso de hincar la rodilla, tiene que pagar los 19,90 euros que cuesta el plato. "Lo logran uno o dos de cada diez que lo intentan. Algunos empiezan con muchas ganas, pero luego se vienen abajo y la acaban compartiendo dejando a mitad", explica Rodrigo Bellod, unos de los responsables del establecimiento.


En este mismo local están ultimando los preparativos de un nuevo alimento de proporciones bíblicas. "Dentro de una semana esperamos poner en marcha por fin otro reto en el que los que se atrevan deberán acabarse un perrito caliente con una salchicha de un metro de largo, cebolla crujiente, pepinillo y salsas... todo eso en 20 minutos", apunta Bellod.


En caso de no conseguirlo, la cuenta ascenderá a 16,50 euros. Si se logra arramplar con el 'hot dog' tamaño 'king size', sale gratis. La longitud de la carne es tan descomunal que han tenido que recurrir a una panadería del barrio de la Almozara para conseguir panecillos ('panazos', más bien) a medida.


Un kilo y medio de hamburguesa parece mucho, pero algunos kilómetros hacia el norte, en el restaurante El Tapeo de Huesca (Fuente del Ibón, 14), se cocina una especie de hermana mayor de tres kilos, -800 gramos de pan, un kilo de carne, diez piezas de bacon y 10 de queso, aliñadas con la salsa especial del bar-. Está pensada para compartir, vale, pero la pareja de insaciables deberá rendir cuenta también de un barreño de patatas bravas.


De no hacerlo, habrán de pagar 50 euros, un precio que afronta la mayoría, si bien recientemente dos jóvenes lograron dejar boaquiabiertos al resto de clientes tras solventar la prueba con algo de esfuerzo y mucha, muchísima hambre.


Alitas peleonas


"Las variedades de chile más picantes del mundo" ponen a prueba cada miércoles el paladar de los zaragozanos en el restaurante mexicano La Quebradora (calle Princesa, 3), donde se anuncia el reto de las alitas picantes. Sus 'Hot Wings' parecen sacadas del mismísimo averno y no están hechas para pusilánimes. Lo cierto es que no hace falta probar las alitas en cuestión para comprobar que sí, que pican. Basta con ver el sufrimiento en la cara de los luchadores que se suben al ring.


El reto es gratuito con la condición de que antes se ha pedido uno de los menús. Si el inconsciente supera la marca de la semana anterior (ahora va por diez), ganará una máscara blanca como la de 'El Ángel', el legendario luchador mexicano. También se lleva a casa el honor de que su nombre figure en la pizarra del establecimiento.


Dos burritos para dominarlos a todos


Dos burritos de 700 gramos. Cada uno. Y unos nachos con guacamole. Esa es la brutal propuesta del Café Viryin SingStar de Zaragoza (Pilar Lorengar, 11), donde conceden un cuarto de hora para completar la prueba. ¿Que el comensal lo consigue? Pues no paga nada y su retrato colgará de la pared de la fama del local... donde no hay demasiadas efigies.


Los inmensos, inabarcables y mayúsculos burritos contienen, dentro de la monumental tortilla, ternera, arroz, salsa de queso, frijoles, tomate y cebolla. Con su buena ración de picante, claro está.


Tabuenca y sus albóndigas


Sergio García, natural de La Muela, batió hace dos años el récord de la ya tradicional albondigada de Tabuenca, que se celebra cada agosto. Sergio se enchufó cien bolas de ternera, casi treinta más que el segundo clasificado. Las regó con pacharán y se llevó un premio de 500 euros... ¿Los gastaría en albóndigas?

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