La participación en las elecciones a rector podría descender al haber un solo candidato

La escasa participación con la que cuentan las elecciones a rector de la Universidad de Zaragoza podría ser todavía más baja este año. Si en las dos convocatorias anteriores -fueron las primeras con el actual modelo de votación-, no se llegó al 20%. Ahora con un solo candidato optando al puesto puede que muchos estudiantes -el colectivo que menos se moviliza para esta cuestión-, miembros del personal docente o administrativo opten por no emitir ningún tipo de voto, ya que, independientemente de los resultados, el único postulante será el elegido. “Es probable que la participación sea escasa puesto que la decisión ya está tomada”, recalca Nacho Serrano, representante del Colectivo de Estudiantes Progresistas de Aragón (CEPA).

Según se puede observar en la legislación que regula estas elecciones, no existe ningún criterio cuando solo hay un candidato al puesto. Por lo que se mantiene todo el proceso electoral, sin variaciones. Este viernes se confirmó que solo José Antonio Mayoral se presenta al cargo. Esta decisión ha venido fundamentada porque los tres colectivos del profesorado de la Universidad de Zaragoza han buscando un candidato de consenso.

“El hecho de que sea una candidatura unitaria tiene una parte positiva y otra negativa”, explica José Antonio Gadea, portavoz del colectivo de Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU). Por un lado, según su punto de vista, se consigue dar voz a todos los representantes del profesorado, con sus distintas opiniones y forma de gestionar la institución. “Sin embargo, puede que la voz del estudiante se vuelva más débil, aunque todo dependerá de la decisión final del rector”, puntualiza.

De momento, este colectivo tiene pensado pasar por más de 100 clases -en todos los campus de la universidad- para informar a los estudiantes de que el próximo 17 de marzo va a haber elecciones a rector y que están en su derecho a votar. “Queremos animarles a votar ya que es una manera de expresar su opinión”, especifica Gadea.

Al mismo tiempo, también les van a facilitar un manifiesto por si quisieran adherirse a él. Ahí solicitan que haya más becas, se reduzcan las tasas -especialmente las de máster que son más elevadas-, se fomente el diálogo con los estudiantes, se mejoren las infraestructuras y no exista ningún tipo de discriminación. “Nuestra intención es que a lo largo de la campaña electoral podamos reunirnos con el candidato, mostrarle nuestras propuestas y que nos traslade cuáles son sus objetivos”, explica. Una intención que también tienen desde CEPA. “Queremos juntarnos con él para que nos explique cuál va a ser su programa”, recalca Serrano.

Desde la coordinación de la candidatura resaltan que están dispuestos a que se lleven a cabo todas las citas que sean necesarias. De hecho, ya tienen programada la visita a todos los campus -Zaragoza, Huesca, Teruel y La Almunia- y a todos los centros. “También queremos reunirnos con los representantes de los distintos trabajadores de la universidad, los sindicatos y los estudiantes”, subrayan. Para ellos, el mayor reto de estas elecciones está en conseguir motivar al electorado y lograr una participación importante, a pesar de que pueda haber cierto descenso por la falta de competencia.

Tras finalizar la presentación de candidatos, se procederá a proclamar su candidatura de manera provisional, que será definitiva el próximo 26 de febrero. A partir del 1 de marzo será cuando comience la campaña electoral, que tendrá una duración de 15 días. El 16 de marzo será la jornada de reflexión y al día siguiente se procederá a la votación -los interesados que no puedan participar ese día tienen hasta el 14 de marzo para emitir su voto de manera anticipada-. El 18 de marzo se comunicarán los resultados provisionales. El calendario electoral marca una posible segunda votación a la que, al igual que en las anteriores ocasiones, no se llegará.

¿Es útil votar?

Ante la llegada de estas elecciones con un solo candidato, muchos se preguntarán la utilidad del voto. Sin embargo, desde el Consejo de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza (CEUZ) recalcan que la participación es muy importante, ya que se reflejará la opinión de los estudiantes, profesores y personal administrativo y de servicios a los que se va a representar. “Nosotros esperamos que la participación sea alta, puesto que los estudiantes deben tomar una parte más activa en las elecciones, pero también deben ser oídos en la construcción del programa de gobierno”, recalca Javier Royo, presidente del CEUZ. No obstante, puntualiza que votar es una opción.

Una opinión que comparten desde EDU. “Es una cuestión de confianza para el candidato puesto que al votar de una manera u otra estás diciendo si estás de acuerdo con el programa que ha presentado o no”, especifica Gadea. Para ello, pone como ejemplo que se den más votos en blanco que a favor. “En ese caso, aunque seas elegido porque no hay otra persona, te das cuenta de que algo falla y puedes intentar mejorar la situación”, puntualiza. Por su parte, desde CEPA consideran que no es “útil” puesto que la decisión “ya está tomada”.

Mayor porcentaje para los alumnos

Hay una cuestión en la que están de acuerdo: el voto del alumnado vale poco. Como ocurre con la Ley D'hondt que marca las votaciones para elegir a los representantes políticos, en las elecciones al rectorado todos los votos tampoco valen igual. Mientras que los estudiantes son el colectivo mayoritario -suelen suponer alrededor del 80% del censo-, sus votos solo valen el 21%. “Valoramos muy negativamente que se les otorgue tan poco peso a los estudiantes”, recalca Royo.

De hecho, desde CEPA señalan que este escaso valor es lo que provoca que no haya casi participación. “Los alumnos tienen la percepción de que no se les tiene en cuenta y por eso no se movilizan para votar”, sostiene Serrano. De hecho, lo ejemplifica con la alta participación -más de un 53%- que tuvo la decisión de no eliminar los exámenes de septiembre.

Los profesores doctores con vinculación permanente a la Universidad son los que más peso tienen en esta votación -53%-. El personal docente e investigador contratado a tiempo parcial cuenta un 2% y el que no está incluido en ninguno de los grupos anteriores un 14%. Posteriormente se encuentran los estudiantes -21%- y el personal de administración y servicios -10%-.