Cerco a los talleres ilegales tras duplicarse las denuncias anónimas

El Seprona tramita 167 multas en Aragón y la Policía Local de Zaragoza se suma a la lucha. Peritos y gruistas destapan varios casos.

Los talleres ilegales en Aragón han pasado de ser casos puntuales a convertirse en epidemia. Así lo confirman los empresarios del sector y las fuerzas de seguridad, que han dicho basta al unísono y se han puesto manos a la obra para acabar con una actividad que genera grandes pérdidas económicas y un claro riesgo para la seguridad vial.


Solo en la provincia de Zaragoza se calcula que dan este servicio clandestino unos 300 establecimientos, mientras que en 2012 se estimaban en apenas una treintena, según la patronal Atarvez. Su presidente, Armando Royo, apunta que durante los últimos años de crisis han bajado la persiana 114 establecimientos legales en la provincia, pero las ventas de las tiendas de recambios no dejan de crecer. “Blanco y en botella”, sentencia.


Según la Encuesta Anual del Comercio del Instituto Nacional de Estadística (INE) el volumen de negocio de los proveedores de material para vehículos ha crecido en 300 millones de euros, mientras cerraban 3.500 talleres en todo el país entre 2010 y 2014.


Se calcula que cerca de un 10% de las reparaciones de vehículos que se realizan en España se hacen en talleres ilegales, lo que no solo supone un peligro para los conductores, sino que además genera unas pérdidas de 3.500 millones de euros al año para el sector de la automoción.

Más sanciones

Pero las fuerzas de seguridad se encuentran con un doble problema para erradicar esta actividad. Por un lado, son establecimientos difíciles de localizar si no es gracias a la colaboración ciudadana, y además, no siempre se puede acceder a estos recintos para hacer una inspección en condiciones legales. En muchos casos se ubican en garajes privados, chalés o fincas. “Algunos alquilan locales donde había un taller legal y que todavía mantiene las placas en la fachada, y así es muy difícil destaparlos”, explica el presidente de Atarvez.


Por eso son fundamentales las denuncias anónimas de los usuarios y vecinos, e incluso de profesionales relacionados con la actividad, como los peritos de las aseguradoras, o los conductores de grúa, que ya han dado la voz de alerta en varios casos sospechosos.


La principal asociación de talleres a nivel nacional, CETRAA, cuenta con una Sala de Denuncia virtual, y el año pasado el número de avisos alcanzó los 600, el doble que el anterior. Por su parte, Conepa, el otro organismo con más presencia en el sector español alcanzó los 200.


En Zaragoza, Atarvez ha comunicado a la Guardia Civil 112 en los últimos años. Fruto de esta labor, el Seprona ha visitado 78 talleres de los que ha multado a 49, con un total de 167 sanciones administrativas, ya que normalmente se les imputa varias irregularidades.


Ahora, además, cuentan con la colaboración de la Policía Local de Zaragoza, que en las últimas dos semanas ha desmantelado tres talleres en polígonos industriales de la periferia de la ciudad, en una operación que sigue abierta. “Me sorprendió mucho cuando lo leí, porque hace dos años fuimos a pedirles ayuda y no la conseguimos”, reconoce Royo, quien celebra este cambio.


En este caso, al igual que hace el Seprona, la vía para llegar hasta el taller clandestino en cuestión es a través de la gestión de sus residuos, regulada mediante un fichero en el que se debe registrar cualquier taller. Una vez localizado el origen de los vertidos, se constata que carecen de licencia municipal y de actividad industrial (esta última debe concederla el Gobierno de Aragón).

Jornadas en Zaragoza

Para abordar esta realidad y aunar estrategias y experiencias, la capital aragonesa acoge este martes la II Jornada de 'Los talleres de Zaragoza por la seguridad vial', en el salón de plenos de la Cámara de Comercio.


La inauguración está a cargo del director general de Industria de la DGA, Fernández Cuello, que dará paso a las ponencias del teniente coronel Jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil, José Lope Galiana, y del delegado en Aragón de la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal, Francisco Ureta, entre otros.

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