Una ópera bufa con la mafia calabresa y dos zaragozanos en el reparto

Un modesto equipo italiano planta cara a la mafia (supuestamente) y revoluciona el país.

Unas supuestas amenazas de la mafia han revolucionado las últimas semanas del Sporting Locri, un modesto club italiano de fútbol sala femenino que entrena el zaragozano Willy López Lapuente y en el que juega Lioba Bazán, también nacida en la capital aragonesa. Los principales medios italianos han puesto sus focos sobre la entidad, que ahora busca regresar a la normalidad.


El sur de Italia es terreno abonado para la tragicomedia más chusca, para las historias más histriónicas e inverosímiles. El resto del país, aunque más comedido en sus maneras, no se queda a la zaga y por eso los italianos pudieron ver este domingo, en riguroso directo y a través de la televisión pública, el partido entre el Sporting Locri y la Lazio, una sección del conocido equipo romano. No es que entre el pueblo transalpino exista una contagiosa pasión por el 'calcio a 5 femminile'. Nada más lejos de la realidad. Fue el arranque de dignidad de las jugadoras y el míster lo que mantuvo en vilo a los telespectadores y a la prensa nacional. Entre medio, una teórica y torpe amenaza de la mafia local, la 'Ndrangheta -enraizada en la provincia de Reggio Calabria- que, siempre bajo la versión de la directiva saliente, habría enviado hasta tres anónimos para coaccionar a los mandatarios y lograr el cierre de la entidad.


El enredo tiene miga y arranca con un primer 'bigliettino' -así se denomina en el argot popular a las amenazas por escrito- en el coche de Ferdinando Armeni, presidente del Locri, en el que se le insta a poner punto y final a los cinco años y medio de vida de la institución. Aquello ocurrió, en teoría, el 7 de diciembre, pero la primera noticia no llegó a Willy hasta el día 11. Es Giovanni Primerano, vicepresidente, quien le traslada la sorprendente noticia.


Dos fechas después se enfrentaban al Real Statte, pero en la previa se lanzó un comunicado de prensa en el que se aireaba el inminente cierre. La información saltó a los medios locales y especializados y acabó afectando al equipo. El Locri hincó la rodilla en casa por un contundente 1-6. "El Statte es superior, pero no para ganarnos de esa manera", explica a Heraldo.es el preparador zaragozano, quien después de seis años en Italia -dos de ellos en Nápoles- es un 'azzurro' más.


El asunto no quedó ahí y las amenazas avanzaron de la mano de la Primera División femenina. "El día 20 jugábamos cerca de Bari y ganamos por 0-7. Al volver, divididos en tres coches, Ferdinando empezó a poner caras de pena y nos dijo que ahora era Domenico Estilo, el presidente, el que había sido amenazado". Los más de cuatrocientos kilómetros de carretera que separan Locri de Bari fueron el escenario de una conversación y de unas explicaciones rayanas con lo absurdo. Llegaron las navidades y el equipo se desperdigó . Los sucesos parecían tomar pausa y Willy aprovechó para pasar unos días en Zaragoza y acudir a La Romareda, una de las cosas que más echa de menos al vivir y trabajar lejos de casa. La tercera bomba cayó en plena Nochebuena, cuando el míster recibió una llamada del vicepresidente:


-¿Puedes hablar por 'Skype' ahora?

-¿Ahora?

-Sí, es urgente

-Vale, hablamos en media hora


La videollamada amargó la cena del zaragozano. "Me dice directamente que tenemos que cerrar el club, que han pinchado las ruedas del coche del presidente y han dejado una amenaza que apunta directamente a su hija. Me dice que no vuelva a Locri, que me mandan mis cosas por correo. Aquí es cuando empiezo a oler que todo es una 'bufala', una farsa, un montaje. Luego nos enteramos de que las ruedas fueron deshinchadas, no pinchadas, y que se supone que aquello ocurrió a las once de la mañana frente a su propio negocio". Willy y sus jugadoras empezaron una movilización y se negaron a dejar el equipo de cualquier manera. "La historia que nos estaban vendiendo no tenía ningún sentido, un equipo como el nuestro no genera dinero, no hay impuesto revolucionario que pueda pagar... ¡ni siquiera entra en las apuestas! Ninguna organización mafiosa puede poner los ojos en él. Tenía que ser todo un montaje para deshacerse del club de la noche a la mañana".


Los hechos saltaron el día 27 a los titulares de los principales medios del país, levantando una polvareda incontrolable. "Es entonces cuando a la directiva se le va el tema de las manos. Interviene la Federación y la Comisión Permanente de lucha Antimafia". El asunto pasa a mayores y no hay omertá que valga: "No teníamos miedo porque esa forma de actuar no era la de la mafia. He vivido dos años en Nápoles y la he visto de cerca". Pero los Armeni, Primera y compañía no cejaban en su empeño y daban largas a las integrantes del equipo cuando preguntaban por su pasaje de retorno a Locri. "Debíamos volver el 4 de enero, pero vemos que van pasando los días y siguen sin comprarlos". Entonces, Giovanni Calabrese, el alcalde de la ciudad (que no llega a 13.000 habitantes), entró en escena y obligó a la directiva a comprar los billetes. "Me llega la confirmación el día 31 a las 17.00", asegura Willy.


En el municipio calabrés les aguardaba el armagedón mediático. "Jugábamos frente a la Lazio y no pudimos ni entrenar. Había tantos periodistas que, la verdad, no nos dejaron trabajar con normalidad. Por si fuera poco, el jueves (día 7) tuvimos que pasar a declarar desde las 10.00 hasta las 23.00, por lo que ese día tampoco pudimos preparar el choque, tal y como estaba programado, mientras que el viernes tuvimos una rueda de prensa multitudinaria que acabó por descentrar a las chicas". El mismo domingo ultimaron el choque en una suave sesión ante cientos de espectadores.


A las 18.00 de ese mismo día sonó el silbato del árbitro, pero todo lo que rodeaba al choque se salía de lo común: "El pabellón se llenó y nos pusieron la pista que usa la selección nacional, había 350 periodistas acreditados y el partido se emitió para toda Italia a través de la RAI". La presión del momento y el carrusel de emociones pasaron factura y el Sporting se vino abajo, cayendo por 2-3: "Las chicas estaban destrozadas psicológicamente. Exceptuando la capitana, son todo chavalas de poco más de 20 años, la situación les vino algo grande". La derrota en el campo se compensa con una actitud que la sociedad italiana ha entendido como ejemplo de dignidad, de gallardía frente a las coacciones de unos y las amenazas de otros. Además, el Ayuntamiento ha intervenido el club y se ha hecho con el control temporal. El primer edil ha facilitado un monovolumen y gasolina al equipo para sus traslados -las instalaciones están a dos kilómetros del núcleo urbano- y ha concertado un acuerdo con un restaurante. Entretanto, busca una nueva directiva al alimón con el presidente de la federación.


Esta ópera bufa aún precisa un final y las autoridades deben esclarecer a quién pertenece la mano que trazó las notas. Los rumores, claro, no se han hecho esperar y en los mentideros danzan diferentes hipótesis. La que más peso tiene es el deseo de la directiva de cerrar la franquicia deportiva. También se habla de pandilleros de baja estofa con ganas de generar ruido o de un conflicto personal o profesional de Ferndinando Armeni, el presidente, que ya ha contratado un abogado en vista de los nubarrones que se aproximan.

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