Las vías aragonesas del Camino de Santiago pierden fuelle

Retrocede el número de peregrinos que completan el trazado tras empezar en la Comunidad.

Indicación del Camino de Santiago en el Somport, punto de partida en el Pirineo aragonés
Indicación del Camino de Santiago en el Somport, punto de partida en el Pirineo aragonés
HERALDO

Cada año, miles de caminantes y ciclistas llegan a la catedral de Santiago de Compostela tras haber recorrido al menos un centenar de kilómetros, los mínimos para ganarse el título de peregrino (200, si se acude pedaleando). El año pasado fueron 262.458, una cifra superior a la de años anteriores y que pone de manifiesto la buena forma de una de las rutas más famosas en el mundo.


Pero la visión aragonesa del fenómeno no es tan positiva. Las vías del Camino en la Comunidad son cada vez menos transitadas, al menos como punto de partida de una peregrinación completa, según ponen de manifiesto las estadísticas oficiales. En 2015 partieron apenas 524 personas desde el Somport -primer punto en la vía que conecta Francia con Aragón-, mientras que de Canfranc (siguiente hito) hicieron lo propio 49 y de Jaca, la principal ciudad del ramal, 140. A estos se suman los 123 que iniciaron su marcha desde Zaragoza, por donde pasa el Camino del Ebro, que empieza en Cataluña y atraviesa el desierto de Los Monegros.


La suma de todos ellos arroja un porcentaje del todo pírrico: únicamente el 0,27% de quienes llegan a la casa del Apóstol iniciaron su viaje en Aragón, un flujo que ha ido perdiendo fuelle a lo largo de los últimos años y que choca de lleno, por ejemplo, con el navarro. La comunidad vecina, y más concretamente la localidad de Roncesvalles, se ha hecho fuerte desde hace años como punto de partida. Sólo desde ese municipio, el más famoso a día de hoy, zarparon el año pasado 7.414 peregrinos, a los que se unen la mayor parte de los procedentes del resto de Europa.


Bien es cierto que por los caminos aragoneses también transitan peregrinos levantinos y del sudeste francés. Además, sus sendas se han convertido en rutas de corto recorrido, especialmente transitadas los fines de semana y en pequeños puentes vacacionales, en las que el viajero tiene la oportunidad de atravesar bellos parajes y hacer uso de los albergues. Los pequeños negocios de los pueblos del trazado se benefician de este goteo de senderistas.


Necesidades y medidas


Para remediar la tendencia a la baja, desde la asociación jacobea de Jaca se viene reclamando desde hace tiempo una mayor inversión en materia de promoción de los ramales aragoneses, así como un mayor cuidado a las infraestructuras.


El director general de Ordenación del Territorio, Joaquín Palacín, acudió recientemente a Burgos para participar en la presentación de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago. En este acto, las localidades aragonesas de Santa Cilia, Jaca y Canfranc firmaron su adhesión a la entidad con el objetivo de cuidar la atención al peregrino, mejorar y conservar los caminos y establecer una mayor colaboración entre los municipios.


Para Palacín, "se trata de una iniciativa de colaboración muy interesante con la que creemos que se van a poder desarrollar acciones concretas que beneficiarán al tramo aragonés". El director general considera que "es el momento de potenciar este recurso turístico que genera empleo y vertebra el territorio". Además, apunta que "Aragón cuenta con tramos de gran belleza paisajística pero no se ha puesto en valor" y añade que "a través de esta asociación podemos intercambiar recursos, ideas, proyectos… de manera que le demos un empuje definitivo a la promoción del Camino".

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