La crisis china no pasa factura (de momento) a Aragón

Tras la devaluación del yuan, las expotaciones han seguido creciendo un 30%, al igual que las importaciones desde el país asiático.

Una mujer sonríe al ver las cifras de la recuperación de la bolsa china, en Pekín.
Una mujer sonríe al ver las cifras de la recuperación de la bolsa china, en Pekín.
WU HONG/ef

A mediados de agosto saltaba la noticia. China decidía iniciar una serie de devaluaciones de su moneda, el yuan, con el objetivo de seguir echando carbón a la caldera de su economía. El motor más potente y vivo de los últimos años en el mercado mundial comenzaba a ralentizarse y las autoridades del gigante asiático decidieron adoptar una táctica agresiva que abaratara sus exportaciones... y de paso también hiciera más caros los productos que les llegan desde el extranjero. Todo con el afán de mantener un ritmo de crecimiento pocas veces visto y que empezaba a mostrar síntomas de agotamiento.


Casi cuatro meses más tarde, lo que se dijo que podía generar una guerra de divisas y condicionar buena parte de los movimientos internacionales parece que no ha sido tanto. Y también para la economía aragonesa, donde en los últimos años las exportaciones hacia Pekín han crecido exponencialmente, aunque no hasta el punto de igualar lo que, de camino inverso, llega desde allí con el sello 'made in China', que supone hasta nueve veces más.


Por hablar en cifras, hasta octubre, las exportaciones aragonesas hacia China habían seguido creciendo a un gran ritmo con un aumento del 30% interanual, mientras que las importaciones de productos fabricados en el país oriental también crecían, incluso más, hasta llevar ahora 220 millones de euros gastados más en la compra de sus manufacturas y bienes.


“Los datos son buenos, aunque tampoco sorprendentes”, señala el Catedrático del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza Marcos Sanso Frago. Y es que hablar de China, pese a que por tamaño y poderío siempre se hace a lo grande, supone hacerlo de un mercado al que a las empresas aragonesas les ha costado entrar, y que en la actualidad solo supone el 2% de todo el material que Aragón exporta al mundo.


“China ha sido en los últimos años una gran fábrica para el mundo pero con una capacidad de consumo bastante pequeña. Ahora parece que esto empieza a cambiar, pero sigue siendo en cantidades mínimas”, explica el profesor, quien señala que en lo que respecta a Europa, y por lo tanto a Aragón, la 'jugada' del yuan no ha tenido apenas efecto debido a que el euro ya se había depreciado con respecto a divisa asiática en los últimos meses.


Con todo, el gigante asiático ya se coló el año pasado en el 'top ten' de destinos exportadores de la Comunidad. En Aragón existen una treintena de empresas que en los últimos años han estado enviando sus productos hacia China de forma constante. Desde la Comunidad la primera partida que se manda al gigante asiático la acapara la moda y el mundo textil -encabezado principalmente por la sede logística que tiene Inditex en Plaza-, seguido por los productos agroalimentarios, que son los que más han crecido en el último año.


Y es que, pese a que el Gobierno chino impone importantes controles a las empresas extranjeras que envían sus alimentos hacia Pekín, el aumento de su demanda interna les ha obligado a comenzar a importar carne de cerdo en los últimos años. En la actualidad, en toda España solo hay 21 empresas homologadas oficialmente que puedan mandar carne de cerdo a China, de las cuales ya hay dos en Aragón, la empresa 'The Pink Pig'de Zuera -perteneciente al Grupo Jorge-, y Bopepor, dedicada en este caso exclusivamente al cochinillo y con sede en Gallur. Además, en primavera delegados del país asiático volvieron a visitar Aragón para avanzar en la homologación de otras dos granjas.


Además de esto, desde el verano pasado Aragón se ha convertido junto con EE.UU. en el principal proveedor de alfalfa para las vacas chinas. Un producto que solo en lo que va de año ha movido cerca de 8 millones de euros hacia Aragón.


Grandes empresas como Zara son precisamente las que más pueden notar el efecto de los movimientos chinos. Inditex cuenta con más de 500 tiendas en el gigante asiático, y es posible que por la devaluación los beneficios de la textil gallega se vean menguados, dado que con los mismos yuanes ahora podrá repatriar menos euros de ganancias. De hecho, al conocerse la noticia de la devaluación en agosto, la empresa fundada por Amancio Ortega se dejó un 4,21% en bolsa.Las importaciones de productos chinos, desbocadas


Lo que parece que sí está consiguiendo China, al menos en Aragón, con su estrategia, es frenar la desaceleración que estaba teniendo su maquinaria exportadora. Aragón ha seguido comprando más a China durante lo que va de año (hasta un 35% más), y todo parece indicar que superará los datos de 2015, cuando llegaron a la Comunidad bienes y productos chinos por valor de 1.000 millones de euros, el doble que hace solo siete años.

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