El cerdo, más barato que nunca

La sobreproducción que afecta a Europa ha desplomado los precios del sector porcino, uno de los que más ha crecido en los últimos años.

Departamento dedicado a la cría de los lechones cuando son destetados
Departamento dedicado a la cría de los lechones cuando son destetados
L. R.

Este verano se volvieron a repetir unas escenas que cíclicamente son habituales en la frontera entre España y Francia. Dos camiones españoles que transportaban carne de cerdo eran asaltados en el país vecino como cabeza de turco en medio de las protestas sindicales de los ganaderos franceses. ¿El motivo? Los porcicultores del país galo se quejaban de que llevaban mucho tiempo vendiendo su producción por debajo de costes. Un problema que, pese a que en el caso francés parece estar más acentuado, no es ni mucho menos lejano al resto de Europa.


“Durante los últimos años países que se habían quedado un poco más atrás en la competitividad del porcino, como precisamente Francia, han empezado a aumentar sus explotaciones, lo que ha llevado a que hayamos llegado a cierta sobreproducción”, comenta José Luis Lavilla, productor de porcino de La Litera y presidente de la Asociación Pecuaria de Huesca.


A ello se ha sumado el cierre del mercado ruso a productos frescos que ya imperaba sobre la carne de cerdo mucho antes de que tuviera efecto la decisión del Kremlin, y un crecimiento en número de explotaciones y cabezas al que tampoco ha sido para nada ajeno Aragón.


Solo en las dos últimas campañas, el número de cerdos que albergaban las granjas aragonesas ha aumentado en más de 600.000 cabezas, hasta colocarse prácticamente a la par que Cataluña, el primer productor nacional. Sin embargo, este crecimiento se topa ahora con los precios más bajos que se registran desde el año 2009, cuando la influencia de la conocida como 'gripe porcina' -que fue rebautizada por la OMS más tarde para no perjudicar precisamente a las ventas- frenó en parte los precios de la proteína animal por excelencia.


“El precio de la carne de cerdo es cíclico. En verano tiende a subir para bajar con la llegada del otoño, pero es verdad que este año se están dando precios mucho más bajos por el exceso de producción”, señala el presidente de la Asociación de Ganaderos de Porcino de Teruel (Acriporte), Manuel Esteve.


Ante todo esto, no son pocas las voces que ya han comenzado a pedir a la Unión Europea que recupere el plan de almacenamiento de carne para intentar aupar los precios. En concreto, según los índices de precios que recopila el sindicato COAG, de media en España el kilo vivo de carne de cerdo se está pagando a 1,19 euros en origen, cifra que nunca había estado tan baja en el mismo mes desde precisamente 2009, cuando estaba a 1,10. Todo ello hace que, como ya ocurrió en noviembre del año pasado, los productores tengan que empezar a asumir pérdidas, pero esta vez antes de tiempo.Las exportaciones salvan al sector, que parte con desventaja ante los grandes productores


Con todo, el panorama de incertidumbre en Europa se ve con mejor perspectiva desde Aragón, donde en los últimos años se ha mejorado en competitividad. “Aquí producimos más barato que en Francia por ejemplo y por eso estamos un poco más a flote. Alemania, que es el mayor productor europeo, también está resistiendo mejor”, señala Esteve, que cree que el secreto se centra en las exportaciones de porcino desde Aragón, las cuales en lo que va de año han seguido aumentando en diez millones de euros con respecto a las mismas fechas del ejercicio anterior.


No obstante, desde el sector también se advierte que las continuas regulaciones europeas y exigencias han encarecido la producción en todo el viejo continente hasta el punto de dejarlo más débil en comparación con sus principales competidores a escala global: Estados Unidos y Brasil.


“Ellos mantienen menos controles y en un mercado global es más difícil competir, pero aquí jugamos con las reglas de juego que tenemos, y el consumidor valora que en España haya controles muy superiores a otros países”, recalca Lavilla, quien recuerda que “ahora lo que hay que hacer es invertir en mataderos e industria transformadora para que el valor añadido se quede en Aragón”. “Hay que tener en cuenta que es un sector que mantiene 10.000 puestos de trabajos y crea empleo en zonas rurales, pero que nuestra producción muchas veces acaba siendo transformada fuera de la Comunidad”, explica.

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