Cuatro imputados en el caso de los falsos Goyas empleados para financiar un hospital privado

Varios testigos han sido llamados a declarar. La instrucción concluirá "próximamente", según fuentes del TSJM.

Sede de los juzgados de Madrid. En el nº 45 se investiga el caso.
El caso se investiga en el juzgado número 45 de Madrid.
Agencias

El estrambótico caso de los falsos cuadros de Goya utilizados para financiar la construcción fallida de un hospital privado suma cuatro imputados y una ristra de testigos llamados a declarar por el Juzgado de Instrucción número 45 de Madrid, que investiga la trama.


Según apuntan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, "los cuatro imputados ya han pasado a declarar", del mismo modo que un "amplio número de testigos". La instrucción del caso, apuntan estas mismas fuentes, concluirá "próximamente". Será entonces cuando el titular del juzgado decidirá abrir un proceso o desechar la causa.


La investigación, avanzada el pasado lunes por Heraldo.es, fue iniciada en febrero de 2013 por la Brigada de Patrimonio Histórico del Cuerpo Nacional de Policía cuando la empresa Inversión y Explotación de Activos S. L. solicitó catalogar cuatro supuestas obras del genio aragonés como Bienes de Interés Cultural (BIC).


La sociedad (integrada en inicio por dos socios y por un tercero durante en breve lapso) había logrado que un presunto doctor en Historia del arte -cuya identidad no ha trascendido por el momento- atribuyera al pintor de Fuendetodos la autoría de los cuatro lienzos y tasara en algo más de diez millones de euros el valor las obras.


Los socios que encabezaban esta iniciativa privada querían emplear estas supuestas pinturas para ampliar el capital social de su empresa, cuyo fin último era la construcción de un hospital privado para lesionados medulares en el municipio madrileño de Villaviciosa de Odón.


El valor real de las pinturas estaba muy lejos de los diez millones que pretendían los interesados. Ellos mismos tasaron en 300, 350 y 950 euros tres de ellas cuando cumplimentaron un impreso de exportación en un viaje que las obras realizaron a Suiza. Además, en ese mismo formulario se anotó "desconocida" en la casilla correspondiente a la autoría.


Fue la experta en Goya del Museo del Prado, a instancias de la Fiscalía, la que determinó que los trazos no correspondían al pintor aragonés y que, de hecho, las creaciones eran "de bajísima calidad", según se desprende del informe de la Fiscalía.


Ante la ausencia de contenido relacionado con el patrimonio histórico-artístico, se decretó el archivo de las diligencias de investigación de la brigada especial, remitiendo testimonio al Juzgado de Instrucción n.º 45 de Madrid, que conoció la denuncia por estafa. La sociedad detrás de la trama fue disuelta de manera voluntaria en enero de 2014.

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