​Las tasas para colegiarse como abogado resultan hasta un 25% más baratas según la provincia

Los recientes y futuros graduados muestran desiguales opiniones respecto al máster obligatorio previo a la colegiación

Pasillos de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza
Pasillos de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Guillermo Mestre

¿Y tú de dónde eres? Esta podría ser una de las preguntas habituales entre colegas abogados por los pasillos de las ciudades de la Justicia. La razón: El baile de cuotas anuales que se vive en los diferentes colegios de abogados que en muchos casos provocan el éxodo de los letrados a colegios de otras provincias.


Para colegiarse, además de cursar un máster, realizar un periodo de prácticas y aprobar un examen estatal, es preciso que el futuro letrado acredite estar en posición del título en Derecho y abone dos cuotas: una por la incorporación al colegio que depende de cada institución, y otra de 101,58 euros , que va destinada al Consejo General de la Abogacía Española.


Más allá del precio de la incorporación a la institución que debe pagar cualquier aspirante a ejercer la laboralmente como abogado, la cuantía de las cuotas anuales o trimestrales también presenta variaciones sustanciales dentro de la propia comunidad aragonesa.


La cuota anual para letrados ejercientes residentes del Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza es de 403,68 euros al año. Un 9% más caro resulta en el Colegio oscense, donde los letrados de Huesca que quieran ejercer en la misma capital altoaragonesa deberán abonar anualmente la cantidad de 445 euros. No obstante, la capital de provincia aragonesa más cara es Teruel con una cuota anual de 547,69 euros.


No obstante, los abogados que quieran comenzar a formar parte del Ilustre Colegio de Abogados de Teruel podrán disfrutar de una rebaja de casi el 50%. El segundo y tercer año seguirán beneficiándose de un importante descuento de 138,56 euros menos que la cuota a partir del cuarto año, la más cara de Aragón.


Mientras que la tarifa media aragonesa para ejercientes residentes es de 465,45 euros al año, otras instituciones homólogas españolas se ofrecen como la alternativa más económica.


Por ejemplo, el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid es una de las mejores opciones en términos monetarios pues la cuota anual para ejercientes no residentes es de 145,68 euros para nuevas incorporaciones, cifra que aumenta progresivamente hasta el cuarto año en el que el letrado 'exiliado' pagará 256,44 euros.


Sheila Modrego es una abogada zaragozana licenciada por la Facultad de Derecho de Zaragoza que, a pesar de haber concluido sus estudios hace más de 10 años, decidió colegiarse tan solo hace dos. Su elección fue precisamente el colegio madrileño por su cercanía y sobre todo, por sus precios relativamente económicos en comparación con los de la capital aragonesa: “Quería colegiarme antes del cambio de normativa aunque lo cierto es que no ejerzo”. De esta forma, Modrego paga una tasa de 189,72 euros al año (47,43 al trimestre), cuando en Zaragoza abonaría algo más de 300 euros.


Otro caso bien distinto es el de Jorge Rojas, un letrado zaragozano especializado en derecho laboral que decidió montar su despacho en plena plaza del Pilar hace escasos meses: “Me colegié en Zaragoza porque tengo aquí la oficina, ante cualquier duda puedo recurrir cómodamente al Colegio”, cuenta Rojas a lo que añade que también los cursos que ofrece la institución son más baratos para quienes están colegiados en ella.

Ser abogado a un alto precio

Además de las altas y las cuotas anuales o trimestrales de los colegios de abogados, en 2012 entró en vigor la Ley 34/2006 que obliga a cursar un máster, realizar un periodo de prácticas y aprobar un examen estatal para poder colegiarse.


Esta modificación supuso un importante incremento de los colegiados para evitar hacer frente a esta normativa y verse obligados a cursar el máster adicional. Este tendencia está condenada a disminuir como consecuencia de la puesta en marcha de esta especialización complementaria y de carácter obligatoria desde el pasado mes de octubre.


Laura Lardiés, graduada recientemente en la Universidad de Zaragoza, piensa que “la exigencia del máster, por el esfuerzo económico que conlleva, puede que aleje a los nuevos graduados del ejercicio de la abogacía”, La joven graduada se encuentra actualmente preparando las oposiciones para entrar a la administración pública, tarea para la que no se requiere la colegiación.


Ana Cris Gimeno, que empieza 4º de carrera, ya tiene claro que no realizará el máster para ser abogada sino que opositará para secretario judicial. Gimeno califica el máster como “un timo”, además, considera que “lo han preparado fatal”.


“La inversión temporal es más fructífera si se dedica a opositar y lograr un trabajo fijo, frente al elevado gasto que supone el máster y la disminución salarial que han sufrido los abogados recién salidos de la Universidad", según Alexandra Gómez, miembro de la delegación de la Facultad de Derecho de Unizar.


La diversidad de opiniones en este organismo estudiantil se hace patente. Borja Monforte, delegado de la Facultad, es de la opinión de que “perdemos un año estudiante pero nuestro rendimiento y calidad de trabajo es superior”. Monforte opina que ni el máster ni las oposiciones aseguran al candidato un puesto de trabajo, y a pesar de que reconoce que el sueldo de los abogados 'junior' en los despachos privados “pueden ser algo bajo”, va mejorando con la adquisición de experiencia laboral.



Desde el Colegio de Abogados de Zaragoza advierten de que no existen cifras de colegiación tras la puesta en marcha del máster. No obstante, apuntan que el número de colegiados con ejercicio fue de 67 en 2014 y de 27 en lo que llevamos de año en 2015. Mientras, cada curso surgen 400 nuevos graduados en Derecho y DADE de las aulas de la Universidad de Zaragoza.

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