Cinco centros 'espiarán' a sus alumnos para saber cómo navegan por internet

Se busca afrontar problemas como el acoso, la anorexia, la ludopatía o el consumo de drogas.

Un grupo de adolescentes usan sus teléfonos en un instituto.
Un grupo de adolescentes usan sus teléfonos en un instituto zaragozano
Heraldo

"Cómo fumar sin que se enteren mis padres", "cómo perder peso vomitando" o "mis compañeros de clase me pegan" son búsquedas que algunos escolares realizan desde sus teléfonos móviles y a las que tratan de dar respuesta desde la inabarcable enciclopedia -a veces inexacta- que es internet. En ocasiones, muchos alumnos navegan también por contenido inapropiado, de carácter pornográfico, violento o que linda con el juego o el mundo de las drogas.


Erradicar este mal uso de la web y educar a los chicos y chicas en una apropiada navegación es el gran objetivo de un acuerdo firmado por el Gobierno de Aragón y la empresa zaragozana Havoc Technologies, que pondrá en marcha en septiembre un programa piloto en cinco centros de la Comunidad (entre los que habrá colegios e institutos) en los que se 'espiará' y monitorizará el uso que los estudiantes hacen de la red. Cabe destacar que en ningún caso se conocerá quién busca qué, sino que cada sesión estará encriptada y solo se extraerán conductas anónimas.


La iniciativa se servirá de la herramienta 'SafeChildren Guardian', que controla hasta el más mínimo detalle cualquier conexión que se haga desde una red wifi abierta como la que tienen algunos de los centros educativos de la Comunidad. "La intención no es otra que definir qué necesita el colegio, los alumnos, profesores y padres para tener un internet limpio y seguro", explica Sergio Pallás, uno de los socios fundadores de la empresa.


Una vez instalado el servicio, se dejará navegar libremente a los estudiantes durante un mes. Luego, con los primeros resultados en la mano, se definirán unos parámetros y se restringirá la entrada en determinados contenidos, que serán escrutados de forma periódica el algoritmo desarrollado por la empresa. Pasado un tiempo se volverán a analizar las búsquedas de los jóvenes, esta vez de la mano de los orientadores escolares. En esta fase se estudiará la vulnerabilidad de los chavales viendo si, por ejemplo, facilitan sus datos a servicios desconocidos (en lo que en realidad se tratará de una prueba originada por el propio sistema).


En esta parte del programa se empezarán a proponer alternativas seguras para que los jóvenes lleguen a contenidos más apropiados. Un caso paradigmático aparecerá en los móviles de los alumnos más mayores, que acuden a talleres de educación sexual en los que les pueden surgir un amplio abanico de dudas. La idea es que cuando busquen respuesta en Google, acaben llegando a webs con un mensaje educativo y no a un portal pornográfico. "Estas propuestas funcionan muy bien en el ámbito doméstico, en el que venimos trabajando desde hace tiempo con controles parentales", apunta Pallás.


Durante todo el proceso, el equipo de psicopedagogos que trabaja con la empresa orientará y aconsejará a profesores y padres ante las búsquedas que despierten alarmas. Finalmente, se creará un libro blanco con buenas prácticas, se impartirán charlas para los docentes y los progenitores y se alimentará una base de datos con todas las conductas nocivas.


Restricciones según la edad


Una de las principales posibilidades de la herramienta es que permite bloquear aquellos contenidos especialmente negativos. Unas barreras que se podrán moldear según las clases para que cada curso tenga unas restricciones diferentes. Además, generará unos informes periódicos para que los orientadores (o quien la dirección del centro disponga) puedan conocer los usos y costumbres de los alumnos. También podrán consultar las navegaciones más peligrosas que realicen los jóvenes.


Coste cero


El acuerdo entre la empresa y el anterior Ejecutivo autonómico fue rubricado el pasado 15 de abril. En él se especificaba que durante esta primera fase (que se prolongará durante seis meses) la sociedad no recibiría contraprestación económica alguna de las arcas públicas. Una vez se extraigan las conclusiones se estudiará ampliar el acuerdo. A pesar del cambio de Gobierno el proyecto seguirá adelante.

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