Vivienda, reforma de la administración y regeneración, ejes para el pacto en Aragón

El PSOE tendrá que intercambiar puntos de vista con el resto de partidos de izquierda (Podemos, IU y CHA) si quiere su apoyo.

IU propondrá abrir las vallas del Edificio Pignatelli
El Edificio Pignatelli, sede de la DGA
HA

Tras las elecciones del domingo, es evidente que para llegar a la presidencia de la DGA se necesita un pacto, pero eso no hace el trance más fácil ni llevadero. El PSOE, el segundo partido más votado en Aragón, es la formación que puede recabar más apoyos de cara a la investidura de Javier Lambán como presidente del Ejecutivo autonómico. El resto de partidos de izquierdas con representación parlamentaria no parece que vayan a tener problemas para sentarse a hablar con los socialistas, aunque lo de recabar apoyos será harina de otro costal porque cada partido tiene sus prioridades y en las reuniones habrá que salvar ciertos escollos.


Los mejores aliados para los socialistas serán los 14 escaños obtenidos por Podemos, pero quizás también los más difíciles de conseguir. En el programa de Podemos se pueden leer afirmaciones como “el derecho a la vivienda, consagrado en el artículo 47 de la Constitución, ha sido sistemáticamente violado por los gobiernos del PSOE y el PP” o “la trama de corrupción del caso Plaza, tejida desde 2004 tanto por el PSOE-PAR como por el PP-PAR, se ha convertido en un agujero sin fondo que suma más de 300 millones de euros”


Además, Pablo Echenique manifestó este martes que no descarta ser presidente del Gobierno aragonés, que la formación que lidera negociará “de tú a tú con el PSOE” y que “no está justificado” que Javier Lambán “se autodesigne para liderar nada”. Aún así, hay disposición a trabajar en un acuerdo.


Fricciones similares en asuntos como regeneración, vivienda o reforma de la administración pueden darse también tanto con Podemos como con Chunta e IU, apoyos con los que el PSOE lograría aún más estabilidad. Con los programas que todas las formaciones elaboraron para las elecciones, estos serían algunos de los escollos que los negociadores tendrían que salvar para que los pactos llegaran a buen puerto.

Corrupción

La lucha contra la corrupción puede posicionarse como uno de los principales puntos de fricción entre los partidos. Los casos que se han conocido en los últimos años tanto en Aragón como a nivel nacional (caso Plaza, los papeles de Bárcenas, los ERE de Andalucía, la trama Gürtel…) han propiciado que los partidos avancen en regeneración democrática y transparencia. Pero como en todo, hay partidos con mayor compromiso que otros.


Podemos, CHA e IU llevan en sus programas amplios catálogos de medidas anticorrupción que a buen seguro pondrán sobre la mesa a la hora de negociar con el PSOE. Disolución y suspensión de los partidos políticos en caso de financiación ilegal (CHA), la eliminación de la inmunidad asociada al cargo en casos de corrupción (IU) o la creación de una “plataforma de vigilancia ciudadana de información pública” (Podemos) son algunas de las exigencias de los partidos en esta materia.

Administración pública

Todos los partidos del bloque de izquierdas llamado a pactar son partidarios de reformar la administración pública, aunque de diferente forma. Mientras que el PSOE defiende corregir el papel actual de las diputaciones para que asuman “un papel de apoyo y asistencia a los municipios […] y de estímulo, reglado, de la intermunicipalidad” y Podemos propone “revisar” su papel, CHA e IU son partidarias de su progresivo vaciado de contenido.


En cuanto a las comarcas, Podemos considera que son “la herramienta que el municipalismo aragonés necesita para garantizar la prestación de servicios y la participación política en el territorio” pero propone su “auditoría y democratización”. En la misma línea se manifiestan CHA e IU. Los primeros apuestan por su impulso previa reforma mientras que IU lleva en su programa dar “un giro al proceso de comarcalización desarrollándolo de forma eficiente, coordinada y equilibrada”.


Para el PSOE, “las comarcas han de ser entes instrumentales”. “La comarcalización debe reconducirse mediante una enérgica reforma de la entera normativa que la regula eliminando las competencias propias de las comarcas, que han de ser distribuidas entre los municipios y la propia administración autonómica”.

Vivienda

Este es uno de los temas más importantes para Podemos. “Como medida inmediata de rescate ciudadano se contempla la declaración urgente del estado de emergencia habitacional en Aragón a fin de garantizar los derechos habitacionales y la suspensión de los desahucios”, dice el programa con el que Echenique acudió a las elecciones. CHA también incluye la erradicación de esta práctica “a personas y familias en situación de pobreza y de exclusión social”, mientras que IU exige la dación en pago y el fin de los desahucios.


El PSOE en su programa califica como “drama humano” los desahucios y es partidario de acabar con ellos a través de “un adecuado equilibrio entre la protección de la seguridad jurídica, necesaria en el ámbito financiero y hipotecario como en tantos otros, con los derechos fundamentales de los ciudadanos, su dignidad y sus proyectos vitales”. Los socialistas también contemplan el ofrecimiento de “alternativas habitacionales” a los ciudadanos que pierdan sus casas.


Aunque todos coinciden en la gravedad de la situación en este aspecto, los plazos y las exigencias de unos partidos y otros pueden suponer un importante escollo a la hora de negociar.

Políticas sociales

Este apartado será uno de los que menores desacuerdos genere, pues todas las formaciones de izquierdas con representación transitan por senderos similares en materia de educación, sanidad y otras protecciones sociales.


Todos los partidos defienden que la educación en Aragón debe ser pública y laica y que actualmente está necesitada de inversiones, tanto en nuevas infraestructuras como para mejorar programas educativos, como el del bilingüismo. En cuanto a los conciertos educativos, CHA e IU son las únicas formaciones que recogen en sus programas la eliminación de los mismos, aunque Lambán manifestó en campaña que paralizaría el colegio privado de Cuarte.


En cuanto a la sanidad pública aragonesa, todos coinciden en señalar la necesidad de que la misma sea universal y de calidad.