Aragón ocupa el quinto puesto entre las comunidades autónomas donde los hogares gastan más dinero en energía debido al incremento del valor de la energía y la baja eficiencia energética de los edificios, según el informe de 'Hogares saludables, edificios sostenibles'.

El estudio se centra en la eficiencia energética y da a conocer las herramientas existentes para convertir edificios en lugares "más saludables y sostenibles", según ha explicado a los medios el coordinador del Observatorio de Salud y Medio Ambiente de Dkv-Ecodes, Jesús de la Osa, durante la presentación de los resultados del informe.

En el Observatorio se recoge que "los determinantes de salud ambientales influyen en la salud de las personas" y se centra en los edificios, dado que en ellos las personas pasan el 90 % del tiempo y que "el aire, la temperatura o la luz" influyen en el bienestar personal.

"Los edificios son grandes consumidores de materiales y de energía en todo su ciclo de vida" ha afirmado Jesús de la Osa, quien ha explicado que en España 8 de cada 10 construcciones pierden una gran energía y el 22 % emiten gases de efecto invernadero, debido a que más de la mitad han sido construidos hace 50 años.

Las propuestas de este informe son amplias y todas pasan por la rehabilitación necesaria de los edificios, ya que "tienen un gran impacto sobre el medio ambiente" y generan emisiones de C02, ha señalado De la Osa.

Eficiencia, salud, tener en consideración las certificaciones energéticas, el uso de energías renovables o la climatización eficiente son algunos de los puntos que Jesús de la Osa ha señalado como "necesarios" para generar sostenibilidad en los edificios.

Según otro estudio de Ramón Folch, una inversión de 4.000 millones de euros en las rehabilitaciones de los edificios supondría generar cientos de miles de empleos así como el ahorro de 22.000 millones de euros a partir de 2050, por lo que sería "una inversión potente pero pequeña si lo comparamos con lo que ahorraríamos" ha considerado De la Osa.

Todo esto, también sería un elemento favorable para combatir la pobreza energética, ya que al reducir el consumo energético las facturas de los hogares bajarían considerablemente.

Además, se ha puesto como ejemplo el edificio de la Torre DKV, lugar en el que se ha presentado el estudio, y que ha llevado a cabo diversas inversiones para ser un edificio modélico en el ámbito energético como, por ejemplo, establecer contadores de biomasa que no generan emisiones.

En cuanto a la salud del edificio, se han instalado diversos filtrados de aire y de techo, una moqueta que atrapa el polvo en suspensión y se han colocado tres tipos de plantas (poto, areca y sasibiera) que, según estudios de la NASA, generan en conjunto una mayor oxigenación del aire.

"El aire el interior es mejor que el de fuera" ha asegurado el responsable de mantenimiento de la compañía, David Muraguiz.

El resultado de esta inversión ha sido reducir a menos de la mitad la energía consumida en el edificio así como mejorar la calidad de salubridad de los empleados.

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