Los 'cafés solidarios' ya no tienen demanda

Con más de una docena de establecimientos suscritos a esta idea, pocos son los cafés que se reclaman.

Los 'cafés solidarios' ya no tienen demanda
Los 'cafés solidarios' ya no tienen demanda
Heraldo.es

Un café solo; solo un café. Un desembolso de (aproximadamente) 1,20 euros puede convertirse en un gesto solidario. Esta iniciativa se conoce bajo el nombre de 'café pendiente' y tiene su origen en la ciudad italiana de Nápoles.


La web cafespendientes.es detalla qué establecimientos de toda la geografía española contemplan la posibilidad de dejar pagado un café para quienes más lo necesitan.


En Aragón, hasta 14 locales ofrecen la posibilidad de realizar este gesto altruista. La provincia más solidaria es Huesca en donde es posible encontrar seis locales donde depositar un 'café pendiente' (dos en la capital, otros dos en Monzón, uno en Jaca y otro en Biescas), seguida de Teruel, con cuatro establecimientos en la capital y uno en Mora de Rubielos, y más lejos se encuentra la capital aragonesa, con solo tres.


La intención de la clientela del Horno Sanz en Teruel era buena: "Llegamos a reunir en torno a 120 cafés pendientes en todas nuestras tiendas", recuerda Jorge Sanz, gerente de la panadería, quien asegura que incluso salieron a la calle a ofrecer los cafés donados por sus parroquianos sin tener éxito. Lejos de quedarse la recaudación, decidieron trasladar ese bote solidario donándolo a Cáritas.


En 'El Escalón', en la localidad turolense de Mora de Rubielos, también quisieron contribuir con esta campaña pero, tal y como cuenta Rafael, su dueño, "cuesta moverlo porque es un pueblo muy pequeño". El local de ocio lleva colaborando con esta campaña desde la primavera pasada, habiendo llegado a los 2,40 euros, lo que suponen dos cafés. "La gente se interesa, sobre todo las mujeres", explica.


Cambio de provincia pero no de tendencia. En casa Ruba, un hotel del municipio de Biescas, consiguieron recaudar alrededor de cien cafés, y solo veinte de ellos fueron reclamados. "No tuvo mucho tirón porque no hay gente que viva en la calle", afirma su responsable Vicente García, quien confiesa que, a raíz de esa escasa acogida, decidieron cesar en la recogida de fondos. Al igual que Horno Sanz, cedieron la ofrenda al cura del pueblo, quien lo destinó a Cáritas.


"He aportado mi granito de 'café' pero considero que, para ayudar de una forma más activa, hay que acudir a una ONG", reflexiona Patricia mientras cierra su cartera tras haber abonado varios cafés, incluido el 'pendiente'. "La verdad es que nunca lo había escuchado ni oído", confiesa.


“Desde primeros de año nadie los reclama. La cosa está mejor”, explica el dueño de la Antigua Estación en Jaca, donde consiguieron reunir 300 cafés pendientes de los cuales se sirvieron 100, siendo el resto de la recaudación destinada a Cáritas.


"El perfil de quien viene a tomarlos es de un transeúnte mayor de 45 años", cuenta el propietario de este establecimiento jacetano y de otros tantos en Huesca y Zaragoza capital que están inscritos de manera extraoficial a la campaña.


Eugenio Domínguez se sorprende del éxito que tuvo al inicio y que califica como "impresionante" siendo mayores las donaciones que la demanda.


"Supongo que este tipo de iniciativas funcionan en ciudades grandes", opina Claudia que no se manifiesta partidaria de estas iniciativas: "Prefiero donar a una oenegé como El Refugio que ayuda no con un café, sino otro tipo de ayuda que considero más necesaria: un plato caliente, por ejemplo".