La competencia laboral obliga a 'reciclarse' a miles de aragoneses

Desde 2008 el número de aragoneses en edad de trabajar con baja formación ha pasado de 99.000 a 69.000 personas.

La destrucción de empleo y las escasas ofertas de trabajo han cambiado de forma clara la estructura del mercado laboral aragonés, donde cada vez los currículos de los trabajadores aúnan más títulos y una mayor formación... aunque esto no siempre garantice un puesto de trabajo adaptado a sus capacidades.


En solo siete años, desde el comienzo de la crisis, la población con trabajo o en búsqueda del mismo en Aragón ha invertido los platillos de la balanza entre trabajadores con menos cualificación y aquellos que en la actualidad cuentan con estudios superiores. Si en 2008 entre la población activa aragonesa -que ha caído en unas 8.000 personas- había unas 98.000 personas que solo habían terminado la actual Educación Primaria o incluso no la habían completado, ahora este nivel de formación solo se encuentra en unas 69.000 personas, apenas uno de cada diez aragoneses que en la actualidad cuentan con trabajo o lo están buscando.


Por contra, el número de personas con un nivel de formación superior -Grados superiores de FP o estudios universitarios- ha aumentado en casi el mismo número: más de 31.000 personas. Un fenómeno ligado al cambio generacional, pero también a las circunstancias de muchos adultos que en los años de bonanza abandonaron el estudio por un trabajo y de desempleados que, ante la ausencia de ofertas de trabajo, han decidido volver a las aulas.


Desde la obtención del título de E.S.O. Para mayores de 18 años -que en los últimos años ha estado superando los 5.500 aprobados por curso- pasando por las clases de idiomas, hasta los cursos de promovidos por el Instituto Aragonés de Empleo, la formación se ha convertido en una opción para miles de aragoneses en los últimos años.


Así lo atestiguan también las academias y los centros de formación no reglada, uno de los pocos sectores que ha seguido al alza debido a la cada vez mayor afluencia de alumnos. “El perfil que más ha aumentado, y que sigue creciendo, es el depersonas de entre 30 y 45 años que quiere conseguir algún título de idiomas o realizar algún curso específico”, señala Miguel Ángel Heredia, presidente de la Confederación Española de Empresas de Formación (CECAP) en Aragón.¿Garantía de un puesto de trabajo?

Con todo, la mayor preparación sigue estando muy lejos de suponer una garantía. Cerca de uno de cada cuatro parados en Aragón es una persona que cuenta con un título superior. Un porcentaje solo superado en lo negativo, precisamente, por los trabajadores menos preparados, a los que afectó especialmente desde 2008 la destrucción de empleo en sectores como el de la construcción, creciendo en más de 13.000 personas el número de desempleados que solo cuentan con educación primaria.


Y todo ello en un marco en el que, pese a la mejora de la economía -este mismo lunes el Presidente del Gobierno revisó al alza las previsiones para este año- los datos de estabilidad y de satisfacción de los trabajadores con sus puestos de trabajo tampoco arrojan demasiada luz.


Esta semana Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, recogía que solo Chipre superaba a España en índices de subempleo. Esto es, el número de trabajadores encuestados que aseguran que les gustaría trabajar más horas al estar contratados solo de forma parcial, o que consideran que su actual puesto no se adecua a su nivel de formación. Un panorama del que tampoco escapa Aragón, donde el año pasado, según el último dato de la EPA, uno de cada cinco personas ocupadas declaraba encuadrarse también en esta circunstancia.